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Un trekking por los lagos y montañas del sur de Chile

Desde Laguna Amarga, una pequeña laguna de agua azul, varias opciones para largas caminatas por el Parque Nacional Torres del Paine. Senderos que bordean los ríos Paine y Los Perros hasta un mirador del glaciar Grey. Viajeros de todo el mundo en un trekking por montañas y lagos del sur de Chile.

Por Alejo Schatzky

Había una época en que la Patagonia austral, la Patagonia más lejana, gozaba de una fama de inaccesible y misteriosa. Hoy, cuando el auge del turismo internacional sumado a una globalización sin límites hacen que el mundo sea a la vez más chico -en cuanto a la minimización de las distancias- y más grande -por la explosión de ofertas y de nuevos destinos que aparecen constantemente-, aquella Patagonia resulta cada vez más cercana y menos ajena. De todos los nuevos sitios a los cuales llegar ya no representa una odisea, el Parque Nacional Torres del Paine, en Chile, merece ser conocido en profundidad.

Este parque de 180.000 hectáreas está considerado como uno de los mejores lugares del mundo para realizar trekking. La gran cantidad de senderos de distintos niveles de dificultad hacen posible realizar caminatas de un día o de varios, travesías sobre hielos eternos y montañismo.

Su nombre proviene del vocablo aonikenk painé, que significa azul. Las torres en cuestión son tres imponentes agujas de granito del mismo origen que el cerro Chaltén (Fitz Roy) en Argentina. Además de las torres (de 2600 metros de altura), en el Parque abundan las montañas que incluyen la palabra paine en alguna parte del nombre: están los macizos conocidos como cerro Paine Grande (el más alto del Parque: 3248 m.s.n.m.), cerro Paine Medio (2157), cerro Paine Chico (1971) y los Cuernos del Paine, que son tres: el Principal (2600), el Norte (2400) y el Este (2200). Para que nadie nunca pueda llegar a olvidar aunque sea por un instante en qué parque nacional se encuentra, también existen el lago Paine, el río Paine, los saltos Paine Grande y Chico y la cascada Paine. De todas las caminatas posibles, la más común -y a la vez la más dura- es el circuito alrededor del Macizo Paine que puede hacerse entre cuatro y diez días, dependiendo del estado físico de cada uno y del resultado personal de una ecuación de regla de tres compuesta según la cual a más días de caminata mayor la cantidad de comida -y por ende el peso- que hay que cargar, pero a la vez menor la cantidad de horas por día que hay que caminar.

Para que nadie pueda olvidar aunque sea por un instante en qué parque nacional se encuentra, también existen el lago Paine, el río Paine, los saltos Paine Grande y Chico y la cascada Paine.

El punto de partida de esta excursión suele ser laguna Amarga, una pequeña laguna de agua azul que hace honor a su nombre. Aquí comienza una senda que bordea el río Paine hasta llegar al lago homónimo, unas nueve horas de marcha más adelante. Algunos prefieren acampar unos kilómetros antes, en el puesto Serón, donde es posible tomar una ducha de agua caliente, evento que en el parque está considerado un lujo. A este rubro pertenecen también el chocolate, las verduras frescas y todos esos alimentos u objetos que en el momento de armar la mochila conscientemente pierden frente a los abrigos y las linternas. De esta manera la realidad se resignifica y las cosas adquieren una nueva valoración, generando nuevos códigos de comunicación entre las personas. Por ejemplo: si en una improvisada mesa de desayuno un extranjero nos ofrece amablemente un poco de pan y picadillo, pero nada dice del dulce de leche que celosamente guarda en un pequeño recipiente diseñado ad hoc, no podremos contestar algo así como “no, gracias, pero te acepto un poco de dulce”: la diplomacia de la montaña impone respetar la decisión del otro de cargar peso extra y su elección de no compartirlo con nadie.

El sendero continúa otras cuantas horas -cuatro, según algunos- hasta el lago Dickson. En cuanto a los tiempos de las caminatas, éstos dependen del andar de cada uno, por lo que la mejor manera de saber cuánto podemos llegar a demorar para realizar un trayecto determinado es conversar con gente que ya lo haya hecho y con quienes compartamos ciertos parámetros físicos. Por otra parte, las distancias nunca son referencias muy exactas. Si bien se calcula que la velocidad promedio de marcha de un ser humano normal con una mochila es de unos 4 kilómetros por hora, esto depende de la calidad del terreno.

Al abandonar el lago, el camino acompaña el curso del río Los Perros hasta que se llega a un paso desde el cual se ve el glaciar Grey, una inmensa lengua de hielo que reposa en un lago de aguas grises. Frente al glaciar hay un campamento al cual confluyen viajeros de todo el mundo. Alguien enciende un fuego y de a poco se van acercando acampantes en procura de calor y compañía. Cada uno aporta un poco de leña y al cabo de un rato se ha formado una hoguera considerable.

Entre platos de comida que se come rápido para que no se enfríe, los discípulos de Prometeo se saludan y cuentan alguna anécdota. Benoît, un belga casado con una turca, recuerda que en los ochenta consiguió trabajo en Estambul en una tienda de venta de alfombras porque hablaba bien castellano. “La mayoría de los clientes eran argentinos” aclara por las dudas. A su lado, mientras el austríaco Klaus llena su pipa, su hijo Anatol cuenta que el sueño de su padre era conocer la Patagonia; así fue que para los 50 años de Klaus toda la familia juntó dinero para el viaje, “y pues bien, aquí estamos”. Completan la ronda un plomero inglés, un fotógrafo griego de nombre francés, un matrimonio de biólogos chilenos, dos licenciados en preservación del medio ambiente de Tasmania, unos escaladores catalanes y una parejita de músicos argentinos. Con edades distintas y habiendo transitado caminos muy diferentes, todos estos seres confluyen sin embargo en un mismo fuego una misma noche. Los une su vocación de viajeros.

El siguiente tramo del circuito es una caminata de 5 horas desde el glaciar Grey hasta el lago Pehoé. Allí surgen varias posibilidades. La primera es tomar el barco que atraviesa el lago y nos deja en el refugio Pudeto, sobre el camino principal del parque. Otra es caminar rumbo norte unas cuatro horas por el valle que se encuentra entre el cerro Paine Grande y los Cuernos hasta el campamento ubicado al pie del glaciar Francés, o caminar en dirección sur 18 kilómetros hasta la administración del parque. En el área de la administración se pueden comprar alimentos y dormir bajo techo en un refugio o una posada.

Otra de las excursiones más populares dentro del parque es la caminata a las Torres. El punto de partida es también Laguna Amarga. Luego se bordea el río Ascencio hasta llegar a la base de las Torres.

Otra de las excursiones más populares dentro del parque es la caminata a las Torres. El punto de partida es también Laguna Amarga. En este caso se toma el sendero que atraviesa una estancia turística y luego bordea el río Ascencio hasta llegar a la base de las torres. El camino se interna en un bosque de lengas, árboles caducifolios que en marzo comienzan a teñirse de un amarillo intenso y luego de un rojo oscuro, hasta que en el fin del otoño las hojas tapizan los senderos de tierra húmeda otorgando al bosque el aspecto de un paisaje japonés.

El sector más remoto del parque -y por esa razón el menos visitado- es el del lago Pingo. Para llegar allí hay que viajar en auto, a dedo o a pie hasta la Guardería grey (a 18 kilómetros de la administración) y de allí continuar caminando otros 18 kilómetros hasta el refugio Zapata, una cabaña rústica de madera cuyo interior está empapelado con diarios de la época en que fue construido. Entre manchas que ha dejado el tiempo pueden leerse en una pared noticias como: “Elefante marino interrumpe el tránsito en Viña del Mar” o “Murió ayer la actriz norteamericana Marilyn Monroe”.


  • Pequeña guía práctica

    Ubicación:

    El Parque se encuentra en la provincia de Magallanes -limítrofe con Santa Cruz-, a unos 200 kilómetros del glaciar Perito Moreno y a 120 kilómetros de la ciudad chilena de Puerto Natales. Con sus casas bajas de chapa que reposan en el Seno Ultima Esperanza, -un tranquilo canal del Océano Pacífico-, Natales es el sitio indicado para aprovisionarse antes del viaje al Paine y para pasar unos días al regreso.

    Cómo llegar:

    Primero hay que llegar a Puerto Natales. Yendo desde Chile: una posibilidad es volar de Santiago a Punta Arenas ($ 200) para luego viajar por tierra hasta Puerto Natales (4 horas, $ 6). Otra opción es tomar el barco que une Puerto Montt con Natales (cuatro días denavegación por los canales fueguinos, desde $ 160). Yendo desde Argentina: hay micros a Puerto Natales desde Río Gallegos y Calafate ($ 25) o desde Río Turbio ($ 5). Entre noviembre y abril hay por lo menos tres empresas que ofrecen un servicio de micros diario de Puerto Natales al parque (4 horas, $ 10). El resto del año las frecuencias disminuyen.

    Movilidad:

    Un camino de ripio conecta los puntos más importantes del parque. Algunas de las empresas de micros incluyen en sus tarifas el transporte ilimitado dentro del parque sin costo adicional. Hacer dedo es una buena opción.

    Alojamiento y facilidades:

    En casi la totalidad del Parque está permitido acampar. Además hay construidos varios refugios en sitios estratégicos. Algunos de ellos son básicos y gratuitos y otros ofrecen ciertas comodidades (cama y baño) por no más de $ 5 la noche. Aparte de esto hay cinco hosterías en distintos sectores del parque que cobran entre $ 60 y $ 150 la habitación doble con desayuno y un hotel (el Explora) que ofrece programas de tres a siete días con todo incluido a partir de $ 300 la noche.

    Flora y fauna:

    El árbol que más abunda en el parque es la lenga. También hay ñires y distintas variedades de arbustos. Cóndores y ñandúes son las aves más vistas, además del ganso silvestre patagónico (cauquén). Entre los mamíferos abundan el guanaco, el zorro gris, el zorro colorado y el puma.

    Condiciones climáticas:

    Durante el invierno el parque se cubre de nieve y los días son muy cortos. En verano amanece a las seis de la mañana y hay luz hasta casi la medianoche. Aun en un día de pleno sol las temperaturas suelen ser bajas, y los días de lluvia y viento son bastante frecuentes. Es indispensable llevar buen abrigo y ropa impermeable, además de buen equipo de acampe y una bolsa de dormir adecuada.

    Excursiones:

    Desde Puerto Natales pueden contratarse excursiones de un día (no recomendables), por $ 40. Las hay también de dos y tres días ($ 130 / $ 170). El viaje en barco por el lago Pehoé cuesta $ 12. Una excursión de 3 horas en lancha entre los témpanos del lago Grey cuesta $ 25.