El eco de una frase que escribió Hannah Arendt, a fines de los años 60, resuena por el aumento hiperbólico de ese “diagnóstico” paradojal: “La posibilidad de la mentira completa y definitiva, desconocida en épocas anteriores, es el peligro que nace de la manipulación moderna de los hechos”. En el principio hay un acto violento: el golpe contra el presidente guatemalteco Jacobo Arbenz, el 27 de junio de 1954, perpetrado por Carlos Castillo Armas, con la orquestación medular de Estados Unidos a través de la CIA. Una mentira se camufló como verdad y cambió el devenir de América latina: la acusación por parte del gobierno de Dwight Eisenhower de que Árbenz –quien intentó hacer una sociedad más igualitaria a través de la reforma agraria– alentaba la entrada del comunismo soviético en el continente. Tiempos recios, la nueva novela de Mario Vargas Llosa que se publicará el próximo 8 de octubre, ambientada durante el golpe militar que derrocó a Arbenz, es una historia de conspiraciones internacionales e intereses encontrados en los años de la Guerra Fría, que involucró a varios países, y “en la que algunos verdugos acabaron convirtiéndose en víctimas de la misma trama que habían ayudado a construir”, anticipa en un comunicado la editorial Alfaguara.
La historia política de América latina podría ser uno de los sistemas narrativos centrales de la obra del escritor y ensayista peruano, como lo certifican Conversación en La Catedral (1969) y La fiesta del Chivo (2000). Nada de lo político le es ajeno al premio Nobel de Literatura, que fue candidato a presidente de Perú en las elecciones de 1990 y perdió en la segunda vuelta con Alberto Fujimori. La noticia de la publicación de Tiempos recios fue adelantada por el propio escritor el lunes pasado, durante una conversación con la poeta Soledad Álvarez en la Feria del Libro de Madrid, en el Pabellón de República Dominicana, el país invitado en esta 78° edición. Vargas Llosa explicó que el título se había inspirado en una cita de la escritora Teresa de Ávila (1515-1582) del Libro de la vida: “En tiempos recios son menester amigos fuertes de Dios para sustentar a los flacos”.
Vargas Llosa describió a Arbenz como “un presidente que quiso hacer reformas, que muchos creíamos indispensables”. “A él le montaron un golpe de Estado injusto –subrayó el escritor peruano–. A los tres años (Carlos Castillo Armas), el líder golpista que se convirtió en el siguiente gobernante de Guatemala, fue asesinado, y nadie supo cómo fue que lo mataron, quién lo asesinó. Hay muchas posibilidades de que estuviera Trujillo vinculado”. En Tiempos recios, que Alfaguara lanzará simultáneamente en todo el territorio de la lengua española, el premio Nobel de Literatura funde la realidad con dos ficciones: la del narrador que libremente recrea personajes y situaciones, y la diseñada por aquellos que quisieron controlar la política y la economía de un continente manipulando su historia. “Tiempos recios es una de las grandes novelas de Mario Vargas Llosa, y su publicación generará una profunda conversación en torno a los juegos de poder entre Estados Unidos y América latina”, declaró Pilar Reyes, directora de la División Literaria de Penguin Random House Grupo Editorial.
El escritor peruano precisó que “hubo una muralla de papel, unas informaciones que desnaturalizaban la realidad”. “Mucha gente llegó a creer que Guatemala estuvo a punto de convertirse en una cabecera de playa de la Unión Soviética. Y ni siquiera hubo un solo ruso en el país en época de Arbenz. En Guatemala funcionó la publicidad como un instrumento político, algo que en esa época no se podía ni sospechar –advirtió Vargas Llosa–. Fue la fabricación de una realidad política completamente falsa, completamente inventada, de una ficción política que se convirtió en realidad.”