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DE LA RUA APROVECHO LA LLEGADA DEL 2000 PARA HABLAR AL PAIS
Mensaje austral de fin de milenio

Hizo un balance de gestión de sus pocos días de gobierno y exaltó el levantamiento de la Carpa Blanca y la aprobación del Presupuesto.


De la Rúa llegó con su familia a Ushuaia, desde donde, antes de la medianoche, habló al país.
Después, el Presidente cenó centolla y cordero y se acostó alrededor de las dos de la madrugada.

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t.gif (862 bytes)  Aprovechando los festejos universales por el fin del milenio –y el inmejorable escenario que la situación le ofrecía–, Fernando de la Rúa recibió el 2000 en Ushuauaia y desde allí envió su mensaje a todo el país, con el cual coronó una semana de balance positivo para su aún corta gestión: elogió la sanción de la Ley de Presupuesto y el levantamiento de la Carpa Blanca y prometió que “ahora debemos ir por más, mejorar la calidad de la educación y abrir las puertas al conocimiento, que es la llave del crecimiento y la riqueza”. Después se animó a apelar a la colaboración de todos los argentinos: “Quiero pedirles confianza en nuestras propias fuerzas, seamos capaces de creer y seamos capaces de crecer, que pongamos todo el esfuerzo en trabajar y en producir, fe para invertir y desarrollarnos, para ser el gran país que podemos construir entre todos”.
De la Rúa llegó el viernes 31 a las 15.50 al aeropuerto Malvinas Argentinas de Ushuauaia acompañado por su esposa, Inés Pertiné, sus hijos Antonio y Agustina, el yerno y sus dos nietos, Sol y Simón. La estadía en Tierra del Fuego le permitió al Presidente y su familia degustar comidas autóctonas, conocer al primer bebé fueguino nacido apenas 8 minutos después de la medianoche y visitar a la hija de la última aborigen ona. Por la tarde del mismo viernes, el Presidente ofreció una conferencia de prensa en el Hotel del Glaciar. Los puntos que se trataron fueron, en su mayoría, un anticipo de lo que se desarrollaría en el mensaje a los argentinos grabado apenas un rato después. El tema inédito fue la consulta de los periodistas sobre el pedido de captura internacional que dictó el juez español Baltasar Garzón para 48 militares argentinos, entre los que se encuentran Jorge Rafael Videla, Emilio Massera, Alfredo Astiz y Antonio Bussi (ver páginas 8, 9 y 10). De la Rúa declaró que “oficialmente en el Gobierno no hay nada” pero aclaró que la decisión será tomada por la Justicia. Del intercambio con los cronistas y el mensaje oficial, los conceptos más salientes fueron:
u Docentes: “La ley de Presupuesto ha permitido que se levante la Carpa Blanca y esto debe ser un símbolo de optimismo y confianza en el país y de la importancia y prioridad que daremos a la educación”.
u Empleo: “Lo fundamental es la creación de trabajo, que haya empleo para todos. Salimos de una crisis que debemos superar con el esfuerzo de todos.”
u Alderete: “Mi gobierno no emprende ninguna persecución, sólo deja que actúe la justicia como corresponde. No hay excluidos ni protegidos”.
u Recesión: “El plazo para terminar con la recesión es la confianza que pongamos los argentinos, la confianza que pongan los inversores y los mercados y la fuerza con la que nos pongamos a trabajar y producir”.
u Provincias: “Deben administrarse bien, con equilibrio para evitar que ocurra lo de Corrientes porque luego el déficit recae sobre los ciudadanos y la Nación no lo puede absorber. Las provincias deben armonizar sus gastos y vivir de acuerdo a la realidad de sus recursos”.
El mensaje presidencial despuntó con un augurio para el 2000: “Vamos a construir un gran país y vamos a salir de las dificultades de este momento. Entremos con fe en el nuevo milenio. Empecemos con seguridad el nuevo siglo, en unión y libertad, con confianza y trabajo”. Fue emitido a las 23:30 por cadena nacional y aprovechando la transmisión de canal 13, minutos antes de que Ushuauaia entrara en la cadena de festejos internacionales por el nuevo siglo y de que el famoso “Marley” retomara la pantalla y se adueñara del conteo de los últimos segundos de 1999.
Después de las doce, De la Rúa cenó con su familia centolla y cordero y recién se acostó pasadas las dos de la mañana. Había estado bailando el tema de los Fabulosos Cadillacs “Matador”, el mismo con el que El Tula solía piropear a Carlos Menem.

 

 

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