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The Guardian Por Ian Traynor Putin se enfrenta a tres enemigos que ya han declarado sus candidaturas en la carrera por el Kremlin: Yevgueny Primakov, como él ex KGB, ex primer ministro, y ex ministro de Relaciones Exteriores; Grigory Yavlinski, líder de los liberales; y el ultranacionalista Vladimir Zhirinovsky. Además se presume que el líder del Partido Comunista, Guennadi Ziuganov, también se presentará. Ziuganov ya perdió una vez la carrera presidencial: fue en 1996 y contra Yeltsin. Los tres candidatos oficializados habían proclamado sus candidaturas justo antes de las elecciones legislativas con el propósito de acrecentar así sus votos. Pero sólo los comunistas, todavía sin candidato presidencial, aumentaron los suyos. Aunque se quedaron con 35 escaños menos en la nueva Duma (Cámara baja del Parlamento), dominada ahora por centristas y derechistas. Y la nueva Duma promete ser un sustento para Putin, de aquel con el que Yeltsin jamás contó. En estas circunstancias, ¿quién puede pensar en detener a Putin? Como la ultraderecha de Zhirinovsky va a apoyar al Kremlin, y los liberales prácticamente no cuentan, la oposición menos inefectiva a Putin vendrá del centroizquierda, los comunistas y el movimiento Patria-Toda Rusia (OVR) de Primakov y el alcalde de Moscú Yuri Luzhkov. El ex líder soviético Mijail Gorbachov insistió ayer en que la respuesta a la renuncia de Yeltsin debía ser la unión de todas las fuerzas del centroizquierda detrás de un candidato único, Primakov, para maximizar el voto contra Putin. Los comunistaas son la máquina partidaria mejor organizada y más disciplinada de Rusia. Podrían garantizarle a Primakov un cuarto del electorado. Siempre y cuando Ziuganov dominara sus ambiciones presidenciales y aceptara hacerse a un lado. Pero a pesar de la candidatura declarada de Primakov, ahora no es claro si se va a presentar. Luzhkov, por su parte, declinó apoyar abiertamente la candidatura de Primakov, diciendo que debían hacerse "consultas". Para colmo, el número tres de OVR, Vladimir Yakovlev, alcalde de la segunda ciudad de Rusia, San Petersburgo, enfrenta elecciones para su reelección en mayo, y ya está flirteando con Putin y los suyos. Gennadi Seleznev, el presidente comunista de la Duma saliente, declaró con toda franqueza que Putin parece imbatible. El presidente interino devolvió el cumplido expresando su apoyo al comunista en su intento de salir elegido gobernador de la región del gran Moscú. En suma, mientras que la oposición se fractura ante el fenómeno Putin, el presidente interino y primer ministro está construyendo con éxito una base de poder más amplia, y políticos de todos los pelajes desean aprovechar la oportunidad. La propaganda por la televisión estatal fue muy útil para construir la imagen de Putin y asegurar la victoria de sus aliados en la Duma. Los próximos tres meses verán la intensificación de esa campaña. Y si Primakov, de 70 años, confirma su candidatura, será denostado por la televisión como un comunista ya anciano, inconmovido por los cambios. La pregunta es desesperada: no se trata de averiguar si Putin puede ser derrotado sino de ver si la oposición puede juntar fuerzas como para no entregarle una aplastante victoria el 26 de marzo.
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