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Página/12 Por Darío Pignotti --¿Habrá que esperar a Oliver Stone para que lo resuelva en 30 años? --le preguntó Página/12 durante una entrevista exclusiva. --Reconozco que puede pasar eso. Espero que no. Pueden pasar muchos años hasta que se demuestre que Oviedo es el asesino. --El oviedismo dice que el argañismo controla el proceso judicial. El diario ABC denunció que Gumersindo Aguilar, uno de los primeros testigos clave, era empleado del gobierno argañista y esa pista cayó. --Todo el mundo sabe que el ABC está a favor de Oviedo, así que no se puede tomar todo lo que dicen como cierto. --¿Acepta que el proceso ha perdido credibilidad? --Claro que lo acepto. Es normal. --¿Normal? --Es normal porque el asesinato contó con la protección del gobierno. Entre el asesinato y la caída de ese gobierno ellos tuvieron cinco días para borrar huellas, preparar la fuga, la protección, etc. Si el crimen hubiera sido durante un gobierno imparcial, la investigación sería más clara. Hubo que seguir muchas pistas hasta ir acercándonos a algo más seguro. --¿Pedirán la colaboración de servicios de inteligencia extranjeros? --Confiamos en el ministro del Interior, creemos que está manejando bien la policía. Pero si quieren venir que vengan. No creo que nadie en mi familia tenga algún problema. --Confían en la policía pero ofrecen cien mil dólares por Oviedo. --¿Sabés por qué? Porque tenemos nuestro equipo de investigación privado que está haciendo su trabajo. Nosotros perdimos un ser demasiado querido, y cuando pasa un mes, dos meses, vos te preguntás si estás haciendo todo lo posible para saber qué pasó. Y entonces decidís investigar por tu lado y ofrecer una recompensa al que vea a Oviedo dentro y fuera del Paraguay. --Oviedo denuncia que aquí no tiene garantías. --Te voy a refutar lo que decís. Se investigó a mucha gente. Muchos de los sospechosos que no pudieron ser probados, como es el caso de un mayor del ejército, Vladimiro Woronieczky, o del primer presunto asesino, que era un guardaespaldas de Oviedo muy parecido a Vera Esteche, fueron dejados en libertad. --Una pista para hallar al culpable es saber quién se benefició. Y Oviedo debió fugarse. --Yo te voy a decir que a él le salió el tiro por la culata. El iba a ser el beneficiado, lo que pasó fue que subestimó a la ciudadanía paraguaya y la forma en que podía reaccionar. Te doy datos: 15 minutos después del asesinato de mi padre, sale una convocatoria a elecciones a vicepresidente por parte del tribunal electoral, que era de Oviedo. Es llamativo que sea todo tan coordinado. Ahí, Oviedo ganaba la vicepresidencia. --Lo cierto es que usted está en la carrera por la vicepresidencia. --Soy el precandidato a vice dentro del Partido Colorado y Oviedo va a largar mucha plata para el candidato que compita conmigo en la interna. --¿Quién le facilita las cosas a Oviedo en la clandestinidad? --Yo me voy por el camino de la lógica. En Uruguay hay una especie de aceptación hacia los oviedistas porque el hermano de Galeano Perrone era diplomático allá, y además el brigadier Andrés Antonietti hizo lobby para Oviedo en Uruguay. --¿Ese lobby llega hasta Sanguinetti? --Ese lobby llegó hasta el presidente, claro. A mí me dijeron que Oviedo había aportado para la campaña de Sanguinetti. Y la lógica me hace pensar que eso es cierto aunque no tengo pruebas. Y es igual a lo que pasó con Menem, porque Menem se jugó a tal punto por Oviedo que no le importó ganarse con eso la antipatía de los propios argentinos. Tiene que haber algo más que amistad.
Horas después del asesinato de Luis María Argaña, el 23 de marzo, este diario tomó contacto con la residencia del ex dictador paraguayo Alfredo Stroessner en Brasilia. Sus voceros recordaban las visitas de Argaña al general exiliado. "Creo que la última vez que mi padre vio a Stroessner fue en el '94", explica Félix Argaña. --Muchos llamaron stronista a su padre. --Entiendo que puedan haberle colocado ese mote. El no era antistronista y yo tampoco soy antistronista. Stroessner hizo cosas malas y cosas buenas. --¿Los dictadores hacen cosas buenas? --El doctor (Gaspar Rodríguez de) Francia (líder paraguayo del siglo XIX) fue un dictador e hizo muchas cosas buenas. --¿Pinochet hizo cosas buenas? --Pinochet también, hizo malas y buenas. --¿Usted es una suerte de Joaquín Lavín a la paraguaya? --¿Lavín? --El candidato derechista a la presidencia de Chile. --Claro, yo sería así. Yo no puedo ser antistronista porque estaría negando parte de la vida de mi padre. Con Stroessner, el dólar estuvo estable durante 26 años, se construyó Itaipú y una gran cantidad de obras públicas. Reconozco que fracasó en los derechos humanos, una asignatura muy importante. Pero también vivió en una época muy difícil. Acá, por ejemplo, no hubo tupamaros ni montoneros gracias a que teníamos un gobierno fuerte. --No hubo tupamaros, pero hubo un Plan Cóndor. --Sí, es cierto, probablemente se hicieron muchas injusticias. Pero los guerrilleros colgaban a los soldaditos en el monte de los testículos. Los colgaban con alambre de púa. ¿Y cómo le ibas a responder a esa gente armada?
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