Anticipándose
a la llegada del FMI, el ministro de Economía, José Luis Machinea, decidió enviar
gestos de buena voluntad a Washington, empezando con recortes de gasto público en casa
propia. Ayer, anunció que el Ministerio de Economía reducirá en un 25 por ciento el
gasto en personal contratado durante el primer trimestre del año. Los técnicos del FMI
creen que Argentina crecerá menos de lo que dice el equipo de Machinea, y que en
consecuencia sería necesario un ajuste del gasto mayor para achicar el déficit fiscal.
La nueva caída de la recaudación en diciembre ratifica que se redoblarán las presiones
por podar aún más el gasto. Sin embargo, el secretario de Financiamiento, Daniel Marx,
se mostró confiado en que las negociaciones, que se iniciarán a fin de esta semana,
van a salir muy bien.
El viernes próximo, aterrizará en Buenos Aires una misión del Fondo Monetario
encabezada por la italiana Teresa Ter Minassian, número dos del Departamento para el
Hemisferio Occidental del organismo, que deberá negociar con el equipo económico un
nuevo acuerdo. Según trascendió, lo más probable es que la negociación se oriente a
mantener el Crédito de Facilidades Ampliadas vigente, pero extendiendo la cuota de
financiamiento disponible para Argentina de 2800 a 5000 millones de dólares. Ese dinero
no sería desembolsado por el organismo, sino que funcionaría como contingente a ser
utilizado en caso de crisis. Dentro de esta negociación, entonces, el FMI exigiría que
se cumpla una meta de déficit fiscal para el año con un techo de 4500 millones de pesos.
Pero en Washington consideran que la economía argentina crecería algo menos que el 3,5
por ciento previsto en el Presupuesto, lo cual redundaría en menores ingresos. Y, en
línea con los pronósticos de los consultores de la city, creen que, además del
impuestazo, sería necesario un mayor ajuste del gasto para alcanzar aquella pauta de
déficit. En este contexto, los números tributarios de diciembre volvieron a encender
luces de alerta. El mes pasado, la recaudación cayó 9,2 por ciento en relación a igual
período del año anterior. Más aún, la caída en el IVA fue del 6,1 por ciento y la de
los impuestos del comercio exterior del 8 por ciento, lo cual confirmaría que la
reactivación económica todavía brilla por su ausencia. Para todo 1999, la recaudación
fue un 4,8 por ciento inferior a la del 98.Por eso, no es casual que desde Economía
hayan salido a hacer buena letra. El secretario de Programación Económica, Miguel Bein,
fue quien informó que el ministro Machinea dio instrucciones para que se recorte en
un 25 por ciento el monto que se destinará para el pago de personal contratado en
el Ministerio de Economía. El funcionario también dijo que la primera reunión del año
del gabinete económico se dedicó a hacer una autocrítica porque no se
transmitió correctamente el esfuerzo de reducción de gastos que habrá en el Presupuesto
2000. Según Bein, la reducción del gasto primario (después del pago de
intereses) será del 3 por ciento, en un país que viene aumentando el gasto en un 80 por
ciento en la década pasada. Por su parte, Daniel Marx, admitió que las
negociaciones (con el FMI) nunca son fáciles. Pero afirmó que se sentía confiado
en que esto va a salir muy bien.
Casi 100 mil inhabilitados
El año pasado el Banco Central inhabilitó 93.147 cuentas corrientes, un
27 por ciento más que en 1998 y el doble que en 1997. El dato refleja el impacto de la
crisis económica, así como que, del total de cierres, 66.972 fueron por la emisión de
cheques sin fondos. La Organización Veraz destacó que el librado de cheques sin fondos
creció un 19 por ciento respecto del 98 y un 61 por ciento en relación al
97. Las personas físicas fueron las que más sufrieron los cierres de cuentas
corrientes, con 85.021 casos, y entre las personas jurídicas empresas y
sociedades sumaron 8126. En tanto, Decidir.com puntualizó que en diciembre pasado
el Central inhabilitó 6863 cuentas, un 7,8 por ciento más que en igual mes del 98
y 7,5 por encima de noviembre último. |
|