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Mario Fadel, auditor general de la Nación, confirmó las irregularidades detectadas en las contrataciones de la Secretaría de Recursos Naturales durante la gestión de María Julia Alsogaray anticipadas por Página/12 en su edición de ayer, y aseguró que hubo casos en los que se pagaron valores que superan en 10 veces los vigentes en plaza. El informe se terminó en octubre (antes de las elecciones presidenciales) y en febrero será puesto a consideración del Colegio de Auditores, presidido por Rodolfo Barra. Con mayoría justicialista, dicho cuerpo deberá pronunciarse en torno del dictamen que abriría las puertas a una investigación judicial sobre la actuación de la ex funcionaria y podría dar elementos para su enjuiciamiento por dolo o negligencia en perjuicio del patrimonio del Estado. Además de la conducta de María Julia, el caso pone a prueba al titular de la AGN, Barra, que por primera vez deberá pronunciarse sobre irregularidades cometidas por ex funcionarios del menemismo. Por el receso prácticamente total de la Auditoría durante enero, ayer no se registraron repercusiones desde el sector justicialista que actualmente es mayoría en el organismo (por mandato constitucional, la oposición controla ese cuerpo). El informe lapidario sobre las contrataciones a dedo y los enormes sobreprecios abonados ya había sido puesto a consideración de María Julia para que realizara su descargo en octubre. Pero la funcionaria abandonó su cargo el 9 de diciembre pasado sin responderlo. Ahora fue nuevamente elevado a su sucesor, Oscar Massei, quien podría presentarse de oficio ante la Justicia para denunciar los manejos de esa repartición en perjuicio del Estado.Los auditores examinaron con particular dedicación las obras contratadas para el Programa Desarrollo Institucional Ambiental (Prodia), en el cual se pudieron verificar diversas y graves irregularidades. Entre ellas, el desvío de fondos entre distintos componentes del programa para bajar los montos globales por rubro, de forma de eludir la obligación de contratar mediante licitación pública. Así, por ejemplo, se realizaron trece contrataciones directas con empresas proveedoras de mano de obra para tareas de mantenimiento y refacción de un mismo edificio, por valores apenas inferiores a los 100 mil pesos cada uno, límite establecido por la Ley de Contabilidad para poder contratar sin licitación. Los auditores pusieron, además, en tela de juicio a las empresas adjudicatarias, sin antecedentes ni trayectoria comercial que justificara que se las hubiera convocado a cotizar. Tampoco figuran en los pliegos de convocatoria las cantidades sobre las que debían presentarse las ofertas, lo cual impide cualquier tipo de comparación de precios.El precio que se abonó en diversos contratos del mismo programa (Prodia) por los materiales también se abre a sospechas. Por ejemplo, por un revestimiento cuyo precio en plaza es de 5,80 pesos el metro cuadrado, Recursos Naturales pagó 49 pesos. El monto global que se abonó por el contrato para la ejecución de mampostería y revoques para las oficinas del Prodia (expediente 1221/96) ascendió a 71.771,76 pesos, pero según la AGN su valuación a precios de mercado sólo alcanzaba a 37.373,71 pesos. La mano de obra para la construcción de los sanitarios, los vidrios traslúcidos y el contrapiso, por ejemplo, se habría abonado entre 4 y 5 veces su valor real de plaza. En declaraciones a una radio porteña, Mario Fadel confirmó la existencia del informe con las observaciones aludidas. Primero, la presunción del desdoblamiento (de las contrataciones), a efectos de evitar licitaciones y de esa manera realizar contrataciones directas. Según los auditores que hicieron el trabajo de campo, las argumentaciones de María Julia para fundamentar ese desdoblamiento no son válidas, señaló. Por otra parte -agregó, se presume y se visualiza a simple vista una gran cantidad de sobrefacturaciones en las compras. Mencionó que hay casos en que llegan hasta el 1000 por ciento: hay valores que están superando 10 veces el valor de plaza. Fadel refirió que esta actitud impune tiene que ver con la idea de que el poder es eterno, y que no debe rendirse cuentas a nadie; este informe realmente tiene una contundencia que es la que se le dio hoy en los medios, apuntó en relación a la nota de tapa de Página/12 de ayer. Finalmente, con respecto a la actitud que puede asumir Barra al evaluar el informe, señaló: Yo creo que debe firmarlo; más allá de toda otra consideración, es una auditoría realizada muy profesionalmente, lo que podrá hacer es alguna observación respecto al dictamen en sí. Barra deberá responder en febrero a dicho desafío.
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