Por Raúl Kollmann
Aníbal
Ibarra aparece como claro favorito, pero tiene dificultades para vencer en la primera
vuelta: ganaría la jefatura de gobierno porteño recién en el ballottage. Domingo
Cavallo está nítidamente segundo, Gustavo Beliz se ubica tercero, con buena imagen, y el
eventual candidato menemista, Antonio Cafiero, queda cuarto cómodo y con una baja
performance. Este es el mapa político trazado por las
primeras encuestas realizadas a fin de año y procesadas en las primeras horas del 2000.
Con estos datos en la mano, en los comandos de las distintas fuerzas trazan las
estrategias de lo que será la elección más importante del año.La primera de las dos
encuestas a las que accedió Página/12 fue realizada por la conocida consultora Hugo
Haime y Asociados que entrevistó a 400 personas de todo el distrito porteño, respetando
las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social. El segundo trabajo fue
realizado por la consultora Louzán-Palacios, sobre la base de 585 casos y también con
respeto de las cuotas de sexo, edad y nivel económico.En principio, ambas encuestas
reflejan fenómenos bastante parecidos. Por un lado, la nítida ventaja de Ibarra, que
oscila entre los 16 y los 20 puntos si se distribuyen proporcionalmente los indecisos. No
obstante, en la Capital Federal existe el ballottage en todo el sentido de la palabra, es
decir que se requiere el 50 por ciento, más un voto, para ganar la jefatura de gobierno.
Si ese porcentaje no se consigue en la primera vuelta, hay una segunda en la que sólo
participan los dos candidatos más votados.En los dos trabajos, Ibarra no alcanza el
triunfo en la primera votación y por lo tanto se necesitaría el ballottage, donde
de acuerdo al trabajo de Louzán-Palacios se impondría Ibarra.La encuesta de
Haime muestra algunos datos cualitativos de la elección. Como es lógico, la gran
mayoría, el 58,4 por ciento, no sabe cuándo son los comicios, es decir si corresponde
hacer la convocatoria para el 2000 o para el 2001. Y lo propio ocurre con los candidatos:
algo más de la mitad de los porteños no sabe quiénes se postulan para la jefatura de
gobierno. Incluso hay algunos que mencionan a políticos como Graciela Fernández Meijide,
Erman González, Federico Storani, que seguramente no van a ser candidatos. Desde el punto
de vista de las imágenes, el trabajo de Haime muestra que Ibarra es el candidato mejor
evaluado como posible jefe de gobierno, seguido por Beliz y después por Cavallo. Muy mal
ubicados están Raúl Granillo Ocampo y Antonio Cafiero a los que apenas el 4 y el 7 por
ciento de los porteños consideran que pueden ser buenos jefes de gobierno.En este marco,
el gran interrogante está en las posibilidades de triunfo de la Alianza en la primera
vuelta. A priori debe decirse que cuando se acerque la elección habrá que tener en
cuenta el efecto De la Rúa, es decir la opinión que la gente tenga en ese momento del
gobierno nacional y el clima que viva el electorado. También será importante ver quién
acompañará a Ibarra en la fórmula. Desde el punto de vista de la oposición porteña,
también jugará un papel quién se mantiene como candidato y quién se baja.
MENEM NO QUIERE LA ALIANZA CON
CAVALLO
Todos unidos, pero contra Duhalde
Por Adrián H. Mouján
En su reunión con Carlos Corach en Punta del Este el ex presidente Carlos
Menem le ordenó que comience a trabajar para la interna partidaria que se realizaría en
julio y con la consigna, bien clara, de no realizar un acuerdo electoral con Domingo
Cavallo con vistas a las elecciones porteñas. El encuentro se gestó el domingo por la
tarde en Punta del Este, donde Menem está veraneando. Allí el riojano volvió a reclamar
la unidad de los peronistas capitalinos, y puso nuevamente en duda la candidatura de Raúl
Granillo Ocampo, según confiaron a Página/12, colaboradores del ex ministro del
Interior.Tienen que terminar las conversaciones con Cavallo. No se puede gestar una
alianza de esa magnitud, en la que el peronismo tiene un papel decorativo, hay que
insistir con la unidad del partido, fue la frase que Menem pronunció en el
departamento que ocupa en la ciudad balnearia uruguaya. ¿Pero Carlos, vamos con
Cafiero o seguimos con Granillo?, fue la pregunta de Corach. Antonio todavía
no dio el sí, hay que seguir con Raúl que ganó la interna, pero tienen que trabajar
todos juntos, respondió el riojano.En este encuentro también se resolvió la
realización de internas partidarias, ya que Menem quiere enfrentar a Duhalde por el
liderazgo en el PJ. Corach propuso la fecha de julio y el riojano aceptó, y resolvió
que, al regreso de sus vacaciones, recorrerá el país y conversará con los gobernadores
peronistas a fin de auscultar los ánimos en las filas justicialistas. Después de
fijar una fecha de elecciones, Menem le va a proponer a toda la mesa de conducción del
Consejo presentar la renuncia, lo que facilitaría la realización de elecciones, con la
caída de los mandatos. De esa forma la convocatoria sería automática y Duhalde no
tendría injerencia, explicaron desde Punta del Este.Uno de los temas que enfrenta a
Menem con Duhalde es la situación del PJ Capital, al que ambos, en los últimos días,
amenazaron con intervenir. Aunque según los colaboradores de Corach, en Punta del Este,
Menem desaconsejó la intervención porque sería facilitarle un escenario de
confrontación a Duhalde, ya que la decisión debe ser revisada por el Congreso, y
en ese organismo es donde el bonaerense tiene mayor poder. Con estas directivas, Corach
charló con su coequiper Miguel Angel Toma y allí acordaron ofrecerle a Daniel Scioli la
candidatura a vicejefe de gobierno, acompañando a Granillo. Pero consultado por este
diario, el motonauta negó la posibilidad de secundar al riojano. Para limar asperezas, el
candidato a legislador Hernán Corach está organizando una reunión de agrupaciones, que
podría realizarse hoy, y a la que asistirían representantes de todos los sectores. |
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