Desde Dolores
Sólo un
empate, nada más. Ese fue el resultado que obtuvieron ayer, en la decimotercera jornada
del juicio oral, los abogados defensores de los diez imputados por el crimen de José Luis
Cabezas. Los letrados intentaron descalificar el programa informático Excalibur, que
reveló la existencia de comunicaciones telefónicas entre los acusados. No lo
consiguieron. El comisario mayor José Luis Costa, responsable de la Unidad de
análisis de las comunicaciones de la policía bonaerense e integrante de la
Comisión Caso Cabezas bajo el mando de Víctor Fogelman, salvó la suerte del
Excalibur explicando que el porcentaje de error del programa es sólo 1 por ciento y que
la adulteración de sus informes es casi imposible, porque para ello deberían intervenir
dos empresas de telefonía. Así, le restó un punto a la defensa, que equilibró el día
con el resultado de la pericia psiquiátrica al testigo Narciso Godoy, el jardinero que
contradijo a Alicia Riera. Según el dictamen pericial que se conoció ayer, Godoy tiene
capacidad para testimoniar limitada y posee adecuado juicio crítico y
capacidad para diferenciar el bien del mal y lo lícito de lo ilícito. De esta
manera, se fortaleció el testimonio del jardinero, que había sido cuestionado por
insania mental. El 23 de diciembre pasado, Godoy declaró que Riera lo había obligado a
mentir para perjudicar a Silvia Belawsky y a Gustavo Prellezo. El comisario Costa no
ahorró cifras, porcentajes y explicaciones técnicas y respondió detalladamente a las
preguntas de los abogados defensores, que buscaban un resquicio para destruir el prestigio
de la espada informática que descubrió las comunicaciones entre los
imputados, hasta entonces negadas en forma sistemática. En su declaración, Costa puso el
acento en los llamados realizados por el ex oficial principal Gustavo Prellezo a través
de un teléfono celular comprado con la tarjeta de crédito de Sergio Camaratta, otro ex
oficial de la Policía Bonaerense imputado en la causa. Según el máximo responsable de
la implementación del Excalibur en la investigación del caso, la mitad de las
comunicaciones mantenidas por Prellezo entre diciembre de 1996 y febrero de 1997 se
realizó a la comisaría de Pinamar, al teléfono del policía Aníbal Luna y a la agencia
de seguridad Bridees, ligada al difunto Alfredo Yabrán. Prellezo, el presunto autor
material del crimen de Cabezas, prestaba servicios en la comisaría de Mar de Ajó. A
pesar de ello, las llamadas realizadas a esa repartición son muy pocas en relación a las
anteriores.Pese a que no pudieron sembrar dudas sobre la veracidad de la información
aportada por el Excalibur, los abogados de la defensa coincidían ayer en que la
existencia de las llamadas no prueba ninguna participación en el asesinato o en la
instigación. La defensa de Gregorio Ríos, por ejemplo, recalcó durante la audiencia que
los llamados de Prellezo a Bridees (13 por ciento del total según el Excalibur) fueron
sólo 7 u 8 en dos meses. Por la mañana, antes del debate sobre las comunicaciones
telefónicas, Jorge Sandro, defensor de Ríos, intentó interrumpir el trámite del juicio
y pidió el pase a otro tribunal, basándose en una interpretación de la ley 11.922 que
rige desde la reforma judicial los procesos penales en la provincia de Buenos Aires. Su
pedido fue desestimado por la Cámara, y la querella volvió a acusarlo de intentar
dilatar el juicio y no respetar la economía procesal.
Mouriño ataca
Carlos Coco Mouriño, amigo del difunto empresario postal Alfredo Yabrán,
viejo pesado de los sindicatos, llegó ayer a Dolores y prendió el
ventilador.
Escuchando la
acusación fiscal y la larga exposición del señor Héctor DAmico (ex director
periodístico de la revista Noticias) me pregunto si los fiscales arribaron a conclusiones
o les arrimaron las conclusiones, descerrajó Mouriño, impasible.
Tengo mis dudas
de que se haga justicia en este juzgado. Al rechazo del hábeas corpus de Ríos lo único
que le faltó fue ponerle los años de condena. Esta misma Cámara en el caso de los
nutrieros, cuando tuvo que fallar, reconoció que hubo grandes irregularidades. ¿Quién
era la jueza de instrucción? La señora (Susana Darling) Yaltone. El delincuente de
Vecchi está pidiendo 14 millones de dólares en juicio, a los Horneros no creo que les
puedan sacar nada, a Prellezo menos. Por eso siguen con el tachín tachín de Yabrán
Yabrán.
Ese perdedor
que vaya a ganar a Lomas de Zamora, ése tiene mucho que ver en toda esta historia,
ironizó Mouriño sobre el ex gobernador Duhalde. |
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