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En el ‘99 hubo record de deflación por la recesión

El ministro de Economía, José Luis Machinea, trata de atenuar los costos del paquete impositivo.
La demora en la recuperación de la demanda, por la merma del poder adquisitivo, fija un techo a los precios.

Histórico: El ‘99 acumuló una caída de los precios minoristas con pocos precedentes históricos: 1,8%. Una deflación mayor sólo se produjo en la década del ‘30.

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t.gif (862 bytes)  En 1999, los precios al consumidor descendieron 1,8 por ciento, la marca más baja de los últimos 65 años. Semejante deflación, sólo superada en los tiempos de la depresión de los años ‘30, se explica por la profunda recesión del consumo interno ocurrida el año pasado, en un contexto de alto desempleo, lo que mantiene, a su vez, planchados los salarios. En enero, los aumentos de precios anunciados en diversos rubros, como respuesta a la suba impositiva, podría acabar con la racha deflacionista y reiniciar un sendero inflacionario (ver aparte). Sin embargo, la demora en la recuperación de la demanda, debido a la merma del poder adquisitivo, podría imponer un techo a un aumento del índice de precios al consumidor.
Ayer, el INdEC informó que en diciembre el IPC mostró una deflación del 0,1, pese que, por una cuestión estacional, aumentaron los precios de rubros tales como turismo (3,5 por ciento), esparcimiento (1,6 por ciento) y comunicaciones y transporte. La baja estuvo liderada por el rubro alimentos, con declinaciones notables en los casos del zapallito redondo (17,2 por ciento) y el tomate redondo (12,6 por ciento).
Así, el año acumuló una caída de los precios minoristas con pocos precedentes históricos: 1,8 por ciento. Para encontrar una deflación más importante hay que remontarse a 1934, cuando se registró un derrumbe de los precios del 11,3 por ciento. Entonces, con Agustín P. Justo de presidente y Federico Pinedo de ministro de Economía, el país soportaba las consecuencias de la mayor depresión económica de la era del capitalismo, conocida posteriormente como la crisis de los años ‘30, con niveles de caída del producto y aumento de la desocupación nunca vistos con posterioridad.
Durante el siglo XX, hubo catorce años de deflación en la Argentina, la mayoría durante aquella década. Así, la mayor deflación se produjo dos años después de ocurrir a nivel mundial el crac bursátil del ‘29 y fue nada menos que del 13,9 por ciento. Pero los coletazos de la deflación se extendieron, aunque atenuados, hasta 1938 y 1939, cuando la baja de precios fue del 0,7 y 0,4 por ciento, respectivamente.
La baja del 1,8 por ciento en el costo de vida durante el último año fue inducida por la caída de precios en los bienes comercializables internacionalmente (del 3,4 por ciento), mientras que en promedio el precio de los servicios se mantuvo estable. Dentro de los bienes, la mayores caídas se registraron en alimentos y bebidas (5,1 por ciento) e indumentaria (3,9 por ciento).
Si bien estas mediciones corresponden exclusivamente a los consumidores que residen en la Capital Federal y los partidos del Gran Buenos Aires, los datos suelen tomarse como representativos de todo el país. Según el INdEC, además, durante el año pasado los precios mayoristas aumentaron 1,1 por ciento, empujados por la suba en las cotizaciones del petróleo y de los productos pesqueros. En diciembre, el precio del crudo creció 3,2 por ciento y acumuló el 128,1 por ciento en todo el año pasado. En tanto, los productos pesqueros aumentaron el 10,4 por ciento el mes pasado y el 23,7 por ciento en el año. Este último aumento, sin embargo, fue compensado dentro del índice mayorista por la baja del 15,3 por ciento en los productos agropecuarios. Los productos manufacturados y la energía eléctrica se incrementaron el 0,5 por ciento.
Por su parte, el índice del costo de la construcción se redujo en 0,9 por ciento, como resultado de una caída del 0,7 por ciento en el rubro materiales y de 1,1 por ciento en el costo de la mano de obra.

 

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