Por Raúl Kollmann La llamada pista policial
intentará hoy ser consagrada, aunque de forma limitada y caricaturesca: dos integrantes
de la banda de Los Hornos, José Luis Auge y Horacio Braga, supuestamente hablarán ante
el tribunal en algún momento de la jornada y dirán que el que diseñó, organizó y
concretó el operativo de secuestro y asesinato de Cabezas fue pura y exclusivamente el
policía Gustavo Prellezo. El candidato detrás del crimen no fue Yabrán sino
Prellezo, y los motivos del crimen fueron de ambición y competencia dentro de la
Bonaerense. Prellezo mató al fotógrafo para arruinar al comisario de Pinamar, Alberto
Gómez. Este sería, palabras más o menos, el guión que seguirían los horneros.
Nadie sabe si efectivamente los delincuentes marplatenses concretarán una declaración de
ese tipo. Pero la versión es otra más del mercado persa en el que, según parece, se
ofrecen declaraciones, se compran testimonios, se desiste de otros, hay defensas que
hunden a sus defendidos y letrados que nadie sabe quién les paga.
En los últimos días, en los pasillos del tribunal se conocieron negociaciones de
distinto tipo:
u Se dijo que ya estaba arreglada una nueva declaración de los horneros.
Dirían que mintieron, que no tuvieron nada que ver ni con el secuestro ni con el
asesinato, pero que contaron esa historia falsa a cambio de dinero ofrecido por el
gobierno bonaerense, que además les garantizaría una conmutación de pena.
Supuestamente, el nuevo cambio de versión sería pagado por los letrados de la familia
Yabrán, que así limpiarían la memoria del empresario.
u La siguiente versión indicaba que los horneros se mantendrían en sus dichos
originales. Que el acuerdo anterior no se concretó y que desde las filas policiales y de
la gobernación les seguían prometiendo la conmutación de pena y el dinero necesario
para que mantengan lo que dijeron. Para el Poder Ejecutivo bonaerense sería muy grave que
la investigación fracase.
u Apenas unos días después se habló de un nuevo acuerdo, esta vez para exculpar a
todos, tanto a los jefes policiales como a Yabrán. La versión ahora es que Prellezo
actuó solo y lo hizo porque es un personaje ambicioso. O sea la pista policial, pero sin
jefes. Esto explica el pacto de no agresión entre la familia Yabrán y Duhalde. El ex
gobernador no fue a Dolores a dar explicaciones gracias a que su testimonio fue desistido
por los letrados del cartero.
u En el comienzo de la semana se habló de que Silvia Belawsky exculparía a su ex marido
Prellezo y a Yabrán. Dirá que Prellezo nunca le dijo nada de que Papimafi estaba detrás
del crimen, retractándose de aquella declaración que disparó la orden de captura contra
Yabrán y su posterior suicidio.
u Ayer sus abogados negaban esta última versión. Ella no va a declarar,
aseguraban sus letrados. Esto igualmente beneficia a Gregorio Ríos y Yabrán. ¿Por qué
la mujer haría semejante gesto? Por un lado se dice que en su momento mintió porque le
aseguraron que si involucraba a Yabrán le concederían la libertad. Otros sostienen que
ahora hubo un acuerdo extrajudicial para que desincrimine al supercartero.
Como se ve, los alrededores del juicio están dominados por negociaciones, compras y
ventas, renuncios y todo tipo de maniobras. La verdad está ausente. Resulta llamativo,
por ejemplo, que prácticamente no se haya hablado en todo el juicio de uno de los
elementos claves de la investigación, el arma del crimen, que nadie explica cómo
apareció en Mar del Plata, en el domicilio de Luis Martínez Maidana, al que no le
encuentran vinculación alguna con el asesinato.
Tan sólo 48 horas después del crimen, el 27 de enero de 1997, Página/12 relató con
precisión extrema la historia de los policías y los horneros -detenidos recién un mes
más tarde que estaban detrás del crimen. Esallamada pista policial pretende ahora
ser reducida a una pequeña operación de un solo policía ambicioso que, supuestamente,
sin apoyo de sus jefes de la Bonaerense, secuestró al fotógrafo, se movió por Pinamar
sin problemas, le disparó dos o tres tiros en la nuca a la víctima, la esposó, quemó
el cadáver y lo dejó en un camino por el que minutos más tarde iba a pasar el
gobernador. O sea que un mensaje mafioso, perpetrado por una banda en la que actuaron no
menos de diez policías, pretende ser reducido a un incidente menor con un solo
protagonista principal .-Prellezo y cuatro ladrones que, de acuerdo con el plan,
serían perdonados dentro de poco tiempo.
DOS TESTIGOS DE LA DEFENSA COMPLICARON SU
SITUACION
Tarde negra para Prellezo
Desde Dolores
No fue una jornada
tranquila para Gustavo Prellezo, el principal imputado en el juicio oral por el crimen de
Cabezas. Ayer, sorpresivamente, dos testigos aportados por su defensa terminaron
perjudicando su situación procesal. Con testigos así no son necesarios los
fiscales, ironizó el defensor de otro imputado al terminar la audiencia de la
tarde. María García de Rampoldi y su marido, Jorge Rampoldi, que asistieron a la fiesta
que realizó el empresario Oscar Andreani la noche del asesinato de Cabezas, afirmaron que
el 25 de enero de 1997 a las 4 de la madrugada observaron un automóvil claro en los
alrededores de la casa de Andreani. Uno de sus ocupantes contaron ayer al
Tribunal tenía un parecido con el señor Prellezo. Con las
declaraciones de ayer, se insinuó por primera vez que el ex policía habría
estado acechando en la residencia del empresario en Pinamar.
Ayer la expectativa estaba concentrada en Horacio Braga, de la banda de Los Hornos. Pero,
después de quince días de juicio, Braga no declaró y la atención se la llevó el ex
oficial principal de la Policía Bonaerense Gustavo Prellezo. Con la esperanza de aliviar
su comprometida situación legal, declaraban los testigos pedidos por sus abogados, David
Lettieri y Jorge Freire. Todo se mantenía dentro de la previsible rutina, hasta que los
Rampoldi contaron lo que vieron la noche de la fiesta de Andreani. Cuando nos
retiramos, fuimos a buscar nuestro automóvil. Desde el lado del mar avanzó un vehículo
con las luces prendidas y se nos pegó a nuestras espaldas. Cuando se puso al lado
nuestro, sentí una mirada escrutante, muy atenta, desde la ventanilla delantera
derecha, relató Rampoldi. Esa persona tenía un parecido con el señor
Prellezo. Consultado por Página/12, Lettieri relativizó los dichos del matrimonio
Rampoldi. Antes habían declarado que la persona que vieron era parecida a (Sergio)
Camaratta, ahora dicen que a Prellezo. Yo creo que están al borde del falso
testimonio, acusó el defensor del ex policía.
Mientras el juicio avanza, con audiencias más cortas por la inasistencia de los testigos,
en los bares y cafés de Dolores crecen los rumores sobre pactos y
negociaciones. Algunos de los imputados parecen tener la suerte echada. Por eso, se
especula con que en los próximos días varios acusados hablarán. En el caso de José
Luis Auge, Héctor Retana, Sergio González y Horacio Braga, la intención de la defensa
es que se los considere como colaboradores del juicio, y así lograr la
conmutación de penas o un recorte de la condena. Braga, según su abogado Juan Martín
Cerolini, será el primero en declarar. Silvia Belawsky, en cambio, no va a hablar, según
informó ayer su defensor Ricardo Thompson, quien además negó que exista un pacto para
que su defendida no acuse a Alfredo Yabrán, como fue publicado ayer.
Informe: Martín Piqué.
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