Por Cecilia Sosa Sin hacer caso
del receso veraniego, la comunidad académica de la Facultad de Ciencias Sociales está en
pleno debate. Hace una semana Página/12 anunció que el Consejo Superior de la UBA le
otorgó a la unidad académica siete meses para presentar una propuesta para organizarse
en un modelo departamental. Desde entonces, la noticia sacudió a autoridades, profesores
y alumnos de sus recién iniciadas vacaciones. Para algunos, bajo la resolución se
esconde el fantasma del ajuste. Otros ven la oportunidad para rotar los bloques de poder
conformados en los once años de vida de Sociales, donde hoy estudian 20 mil alumnos y
enseñan 1850 docentes. Y todos anticipan que el plazo fijado para presentar el proyecto
de reforma que caduca el próximo 31 de julio no será cumplido.
Las puertas de la facultad están cerradas en enero, pero las discusiones a favor y en
contra de la departamentalización circulan vía Internet, llamadas telefónicas y
reuniones improvisadas. Todas se refieren a la decisión del Consejo Superior que pretende
que Sociales cumpla con una de las premisas que justificaron su creación en 1988: que sus
carreras (Sociología, Ciencia política, Ciencias de la comunicación, Trabajo social y
Relaciones del trabajo) se vinculen en un modelo matricial con diversos departamentos
temáticos. El consejo estableció que la facultad debe presentar un proyecto proponiendo
el número y las incumbencias de esos departamentos y su forma de gobierno. Sociales
debió elaborar el proyecto hace tiempo, pero nunca lo hizo. Durante la gestión del ex
decano Juan Carlos Portantiero hubo un firme intento de organizar un plan. Pero no
prosperó. Y, ahora, la UBA ajustó las riendas: la resolución dice que, a partir del 31
de julio de este año, el consejo no adoptará resoluciones que no sean congruentes con la
nueva estructura académica.
Las formas de encarar la departamentalización han sido tan desacertadas que la sola
mención de la palabra provoca reacciones negativas, comentó la profesora Alicia
Entel, actual consejera directiva. Y agregó: A los decanos anteriores, incapaces de
enfrentarse con la gente de la facultad, lo único que se les ocurrió fue contratar a
especialistas para que resolvieran todo mágicamente. Ahora, tomada a fines de diciembre,
la resolución suena a un apriete, deslizó. Desde la dirección de Ciencias de la
comunicación, Guillermo Mastrini se sumó: Me parece muy peligroso que intenten
corregir, con una especie de decreto de necesidad y urgencia, una tradición, buena o
mala, que tiene más de diez años dijo el secretario académico de la
carrera. En la facultad hay un absoluto desconocimiento acerca de qué se habla y se
quiere con los departamentos. Hay que ver qué proyecto de universidad viene
detrás.
Sin embargo, no todos son críticas. Al eliminar el modelo catedrático, se
pluralizarán los espacios de poder y la política científica se volverá más moderna y
eficiente, elogió Jorge Elbaum, consejero por la mayoría del claustro de
graduados. Y agregó: El ayudante docente dejará de ser propiedad del profesor
titular para estar enmarcado en el ámbito más plural de su área temática, donde se
agilizarán los intercambios. El modelo de las cátedras sólo pervive en las
universidades más conservadoras.
Para los detractores, uno de los grandes fantasmas es que, bajo la intimación a crear
departamentos, se oculte un proyecto de ajuste. La verdadera unidad de Sociales no
se obtendrá ahorrando fondos. Si se trata simplemente de agrupar materias a fin de
reducir costos, o el poder de las carreras, no veo ninguna ventaja académica opinó
Carlos Eroles, director de la carrera de Trabajo social. En cambio, si sirve para
que a partir de situaciones problemáticas, como el trabajo o la salud, se pueda hacer
confluir las tareas de docencia, extensión e investigación, entonces, tiene
sentido, analizó.
La oposición de la Asociación Gremial Docente es aún más dura: El tema ya se
discutió bajo la gestión de Portantiero y suponía más unaherramienta de
flexibilización laboral que una reforma con beneficios académicos. Pretendía que, con
la movilidad de auxiliares y docentes a través de los departamentos, se congelaran los
nombramientos, dijo Néstor Correa, profesor de Economía en la carrera de
Sociología.
Otro de los puntos del debate es que, con la creación de departamentos, surjan nuevos
centros de poder. Los sectores hegemónicos van a ser los que determinen a qué se
llama departamentos, advirtió Mastrini. Mientras que, desde el oficialismo de
Sociales, Elbaum retrucó: Muchos de los que se oponen lo hacen con criterios
corporativos, porque temen perder espacios de poder. Hasta hoy hubo cinco carreras que no
querían saber nada unas con otras y que durante 10 años crecieron a partir de
prebendas.
Sin embargo, lo que unificó las diversas posturas fue que la decisión fuera tomada por
el órgano máximo de la UBA en sus últimas sesiones del año y que imponga un plazo
perentorio. Rechazamos la forma intimidatoria y compulsiva de la resolución que se
tomó entre gallos y medianoche, y sin consultar a los interesados, se quejó
Correa. Y Elbaum apuntó: No se pueden fijar fechas de manera autoritaria. La
facultad tendrá que fijar sus plazos de acuerdo con sus necesidades dijo. Se
podría armar un proceso de discusión de todo un año, que involucre no sólo los
departamentos, sino también la actualización de currículas y programas.
Una cuestión optativa Las controversias que atraviesan a Sociales no terminan con la
departamentalización. A fin del año pasado, el Consejo Superior también decidió
someter a revisión todas las materias optativas que se dictan en la UBA (excepto las que
están a cargo de profesores eméritos, consultos o invitados). Y sólo en la carrera de
Sociología, por ejemplo, hay 64 optativas. Las materias optativas son el espacio de
los nuevos conocimientos y deberían ser rotativas. Pero en Sociales, lo único que rotan
son las fechas de los programas, dijo el consejero Elbaum. Desde Comunicación,
Mastrini retrucó: Es cierto que Sociales tiene muchas materias optativas, pero
también que no hay ninguna facultad que tenga prácticos de 300 alumnos y teóricos de
500. Las optativas son el único lugar donde, al haber grupos reducidos, se puede hacer un
trabajo diferenciado, defendió. |
Para el tiempo libre... (si queda) |
Fiesta. La
asociación afro-argentina Africa Vive realizará este sábado la primera fiesta
multicultural donde anuncian que no faltarán la buena música y todo el ritmo africano.
Desde las 23, en Casa Suiza, Rodríguez Peña 254.
Búsqueda. Hasta el 14 de enero, el BID realiza una búsqueda de jóvenes
profesionales menores de 31 años. Requisitos: título de maestría, un año de
experiencia laboral y dominio de inglés. Informes: Secretaría de
Relaciones Institucionales de la Facultad de Ciencias Económicas (UBA), 4370-6150 o
4374-4448 (interno 6495/6/7).
Violín. Clases de violín abiertas y gratuitas para todas las edades y
niveles, por Marcelo Singer. Informes: 4981-2833, de 10 a 20.
Inscripción. Durante este mes, la Universidad Argentina de la Empresa
(UADE) tiene abierta la inscripción para sus 36 carreras de grado. Informes: Lima 717,
4379-7642/8, de 9 a 18. |
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