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La primera vez de Israel y Siriaentró en un fiasco sin fronteras

El diálogo de paz entre Israel y Siria en la ciudad norteamericana de Sheperdstown se enfrió. Es que según Damasco, Israel no quiere empezarpor discutir el trazado de las fronteras entre los dos países.

La secretaria de Estado Madeleine Albright y el canciller sirio Faruk al Shara en Sheperdstown.
Tenemos que ponernos manos a la obra, parece decirle la funcionaria norteamericana.

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t.gif (862 bytes)  Los “contactos” informales se mantienen y los negociadores siguen en la ciudad norteamericana de Shepherdstown. Pero lo cierto es que las conversaciones entre Siria e Israel están nuevamente a punto de volar por los aires. Después de haber acordado la formación de cuatro comisiones para discutir los espinosos temas del trazado de fronteras, seguridad, recursos hídricos y normalización de relaciones, ayer fueron suspendidos todos los encuentros formales entre los delegados de ambos países. La causa: Siria había amenazado con patear el tablero si Israel se niega a tratar primero la cuestión del trazado de límites ante la eventual retirada israelí de la meseta del Golán. Pero Israel reclama antes garantías de que Damasco mantendrá los niveles de seguridad necesarios para impedir ataques terroristas en Jerusalén. En medio de la crisis, el presidente Bill Clinton viajó a Shepherdstown por tercera vez en cuatro días. El miércoles, las comisiones de relaciones y recursos hídricos tuvieron su encuentro inaugural. Ayer era el turno de las comisiones más conflictivas, y el conflicto surgió: “No hubo ninguna reunión”, reconoció el vocero del Departamento de Estado norteamericano, James Rubin. Según fuentes diplomáticas citadas ayer por la televisión oficial siria, la delegación volvería hoy a su país si las conversaciones siguen congeladas. El enésimo bloqueo de las negociaciones fue reconocido al más alto nivel después de la reunión entre la secretaria de Estado, Madeleine Albright, y el canciller sirio Faruk al-Shara, en la que quedó claro que Damasco quiere centrar la atención de la “mini-cumbre” en la devolución de los Altos del Golán, ocupados por Israel en 1967 durante la Guerra de los Seis Días y anexados en 1981. La disputa fronteriza afecta además a otro de los temas estratégicos en disputa: una diferencia de pocos kilómetros definiría el acceso de ambos países al Lago Tiberíades, actualmente una de las principales fuentes hídricas de Israel. En Damasco, el diario oficial Al Baaz denunció ayer que “los negociadores israelíes siguen recurriendo a trucos y métodos engañosos para quedarse con la tierra y alcanzar la paz al mismo tiempo”. En Israel, la presión también avivó el fuego entre los delegados reunidos en Shepherdstown. El presidente del partido ultraortodoxo Shas envió una carta al premier israelí, Ehud Barak, advirtiéndole que las negociaciones “se están llevando de una manera que hace difícil pedir al pueblo su aprobación”. El dato no es menor si se tiene en cuenta que Shas –con 17 de los 68 diputados de la coalición gobernante liderada por el laborismo– amenazó semanas atrás con abandonar la alianza y hacerle perder la mayoría en el Parlamento. Pero Barak parece dispuesto a seguir adelante con su política de paz en todos los frentes: ayer reiteró que “muy pronto” cumplirá otra de sus promesas de campaña y someterá a votación popular el acuerdo al que llegue con Siria, si es que llega a alguno. Por lo pronto, el eventual acuerdo recibió un espaldarazo cuando un vocero del Pentágono, el contraalmirante Craig Quigley, aseguró ayer que el organismo está dispuesto a contraer “compromisos sustanciales” para garantizar la seguridad del país si se llega a un acuerdo de paz con Siria. Mientras las conversaciones a nivel formal parecen haberse congelado, la relación entre los periodistas sirios e israelíes apostados en Shepherdstown marcó el punto más caliente de la jornada de ayer. El centro de prensa armado en la sede de las negociaciones está claramente demarcado: igual cantidad de mesas para ambos grupos, separados por una “zona neutral” de periodistas de otros países. El incidente se produjo cuando la enviada del Jerusalem Post ocupó territorio sirio: un corresponsal del diario árabe Al Jaiat la denunció y reclamó su expulsión. Minutos después, la periodista israelí inició la retirada. La mediación, por supuesto, corrió a cargo de las autoridades norteamericanas.

 


 

LA VICTORIA FINAL SOBRE CHECHENIA SE COMPLICA
Nunca te prometí un jardín de rosas

t.gif (862 bytes) El ex presidente ruso Boris Yeltsin declaró ayer, en su visita a Tierra Santa para la Navidad ortodoxa, que la guerra continuará en Chechenia dos meses más y que luego habrá paz en la región. “La guerra durará unos dos meses, luego habrá paz allí y la bandera rusa ondeará sobre Chechenia, eso es lo que quieren los chechenos”, resumió Yeltsin en Jerusalén. El mismo día dijo que la guerra iba a durar un mes. Pero ayer trascendió por primera vez de fuentes militares rusas que los combates contra los independentistas de la república caucásica de Chechenia generan progresivamente más víctimas rusas. El Ministerio de Exteriores ruso afirmó que la lista oficial de pérdidas humanas incluye a 2 muertos y a 7 heridos en las últimas veinticuatro horas en todos los frentes de combate en Chechenia.De esta manera, las cifras reconocidas oficialmente hasta ahora ascienden a 546 muertos y 1500 heridos, desde el comienzo de los enfrentamientos en setiembre. Por otra parte, el Ministerio del Interior ruso, que tiene sus propias fuerzas especiales en Chechenia, contabilizó 39 muertos y 388 heridos. Pero los analistas coinciden en que el Kremlin está dando cifras menores para no perder el apoyo popular por la campaña en la república separatista. Los chechenos hablan de 1000 soldados rusos muertos al término de una semana. El ex KGB Vladimir Putin, nombrado en agosto pasado por Boris Yeltsin como premier a la cabeza del gobierno, se convirtió en el personaje preferido de los rusos gracias a su política de victoria total en la guerra de Chechenia. El partido pro-Kremlin Unidad, creado la víspera de las elecciones legislativas con el apoyo de Putin, se adjudicó una inesperada victoria el 19 de diciembre con el 23 por ciento de los votos, dejando lejos detrás de sí a La Patria-Toda Rusia de otro enérgico ex premier, Yevgueni Primakov, que sólo consiguió un 13 por ciento. La “traición” de los gobernadores rusos de regiones que decidieron aliarse al nuevo presidente interino Putin, amenaza la candidatura de Primakov para las elecciones presidenciales del 26 de marzo.

 

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