Por Felipe Yapur
Alberto
Pierri salió ayer, poco después del mediodía, de la Casa Rosada tras reunirse con el
presidente Fernando De la Rúa. Intentó mostrarse no como el otrora poderoso titular de
la Cámara baja sino como un diputado más de la oposición, pero no pudo. Oficialmente
dijo que con el Presidente conversó sobre cuestiones generales del Gobierno.
Coincidencias o no, fue el mismo argumento que a fines de diciembre utilizó el ex
ministro menemista, José Luis Manzano, luego de reunirse con el viceministro del
Interior, Carlos Becerra. Sin embargo, y a pesar de los dichos del diputado, Página/12
pudo establecer que la reunión se centró en un tema que a Pierri le preocupa: la
suspensión ordenada por la Alianza de casi 400 frecuencias de radios FM. Muchas de
ellas le pertenecen, comentaron miembros de su propio entorno y, por consiguiente,
se sintió perjudicado. Business, querido, business. Esa es la mayor preocupación
de Pierri por estos días y por ahí giró la charla con De la Rúa, graficó un
infidente allegado del legislador. El diputado había llegado desde lejos, no de su
Matanza natal sino más bien de la Patagonia, más precisamente de Bariloche. El
legislador abandonó el apacible paisaje de bosques y lagos de aguas frías y azules que
observa día a día desde la casa que está construyendo a orillas del lago Nahuel Huapi.
Pero existen temas que el diputado-empresario debe tratar personalmente. Al menos así
dicen sus conocidos.Cuando llegó a la Rosada para reunirse con un viejo
amigo, como definieron algunos de sus colaboradores al presidente De la Rúa,
no lo hizo sólo para hablar de leyes. La frase de sus hombres termina por
confirmar que la preocupación del ex titular de la Cámara de Diputados se centra en la
política sobre medios de comunicación de la Alianza. De todas formas, al final del
encuentro el diputado intentó justificar su presencia en la Rosada. Aseguró que habló
de temas muy puntuales, como la ley de Emergencia Fiscal que impulsa el Gobierno.
Hay voluntad de tratarla y, una vez que el proyecto llegue a Diputados, comenzará
el análisis para ver las coincidencias y dónde propondremos alternativas. Pero sus
palabras sonaron huecas, sobre todo ahora que en el Parlamento ya no cuenta con el poder
ni con el acompañamiento de otros legisladores, y como dicen en el bloque del PJ,
Pierri es un diputado más (ver aparte).Lo que pasó, según diputados de la
Alianza, fue que Pierri se benefició con una de las últimas acciones del gobierno de
Carlos Menem. El entonces presidente otorgó, a través de quien fuera su interventor en
el Comfer, José Aiello, más de 400 frecuencias FM en todo el país. Muchas le
pertenecen a Pierri, confió un legislador radical, quien además destacó que
es muy difícil saber cuáles exactamente son de su propiedad porque utilizan
nombres de fantasía. Pero que son de Pierri, no hay dudas.El 22 de diciembre
pasado, la Alianza, a través del secretario de Cultura y Comunicación, Darío
Lopérfido, anunció la suspensión por 180 días de la adjudicación de las licencias de
las FM que otorgó el Comfer cuando estaba en manos del menemismo. La decisión impulsada
por el nuevo interventor del organismo regulador, Gustavo López, resultó un golpe
directo a los intereses de Pierri. Esa fue la razón de su reaccion. Pero la presencia de
Pierri en el despacho del Presidente coincide bastante con lo que también ocurrió el 28
de diciembre en la Casa Rosada. En esa oportunidad causó revuelo la visita al despacho
del viceministro del Interior, Carlos Becerra, de otro de los personajes paradigmáticos
de la década menemista: el ex ministro Manzano. En esa oportunidad, Manzano se presentó
como socio del grupo Vila y se reunió con el funcionario aliancista para defender el
decreto 1520 que Menem firmó poco antes de abandonar el gobierno y que cancelaba las
deudas fiscales pendientes de los medios audiovisuales y gráficos a cambio de segundos de
publicidad. El decreto fue derogado por Lopérfido y Manzano llegó a la Rosada para
quejarse. Hasta el momento, nada trascendió de lo que habría acordado o noel diputado
justicialista con el presidente De la Rúa. Pero es posible vislumbrar que a Pierri le
preocupan más sus radios FM que su futuro político en la Cámara que alguna vez supo
conducir.
Pierri, desde el llano Alberto Muñeco
Pierri basó su poderío político manejando a su gusto y paladar el poderoso distrito de
La Matanza. Esto le sirvió de trampolín para llegar a diputado de la Nación y
transformarse por diez períodos consecutivos en el presidente de la Cámara
baja. Todo un récord. Pero el final de la era menemista parece empecinarse en arrastrarlo
cuesta abajo.Todo comenzó cuando la campaña presidencial cobró fuerza. Pierri optó por
apoyar la re-reelección del entonces presidente Menem y, obviamente, se distanció de uno
de sus más fuertes aliados: Eduardo Duhalde. Más tarde, cuando el candidato presidencial
quiso elegir su sucesor en la provincia, Pierri se alió con el senador Antonio Cafiero.
En esa elección interna la derrota fue doble para el diputado. En su distrito, Pierri
jugó en contra de Alberto Balestrini, quien a su vez derrotó en los comicios de
octubre al crédito de la Alianza, la conductora Lidia Pinky
Satragno.Con la llegada del nuevo gobierno, Pierri no tuvo más remedio que abandonar la
cómoda poltrona de la Presidencia de la Cámara de Diputados. Aseguró que no fue un paso
traumático, pero en el Parlamento todos afirman que, aunque hubiera triunfado el
justicialismo, nunca hubiera podido continuar detentando ese cargo. Hoy, como sostienen en
el bloque del PJ, Pierri es un diputado más y está en el llano. Es por ello
que la reunión con De la Rúa no causó sorpresa y menos conmoción: El puede decir
lo que quiera, pero el bloque lo conducen (Humberto) Roggero, (Miguel Angel) Pichetto y
(Marcelo) López Arias, aseguran en el bloque justicialista.7 de enero de 2000
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