Por C. Z.
Las
lamparitas Philips ya no se fabricarán en la Argentina. Después de más de tres décadas
de operar en el país, anoche bajó sus persianas la fábrica que la compañía holandesa
posee en el barrio de Saavedra. Sólo 30 de las 160 personas que trabajaban en el lugar
fueron absorbidas por la empresa para que de aquí en más pasen a desempeñarse en las
otras dos plantas que Philips posee en la Argentina. El resto del personal quedó
desocupado y deberá conformarse con la indemnización. De esta manera, la multinacional
se suma a la lista de compañías que dejan de fabricar en el país porque les resulta
más rentable hacerlo en Brasil, y desde allí exportar los productos hacia el mercado
argentino. Precisamente, José Luis Machinea y su par brasileño, Pedro Malan, analizaron
ayer durante cinco horas la integración comercial de ambos países. Coincidimos en
que lo peor ya pasó, tanto en lo que se refiere a las crisis financieras internacionales
como a la caída que registró la producción, comentó Machinea al término del
encuentro. Si bien el anuncio de Philips no desmintió la percepción optimista del
ministro, por lo menos dejó expuesto una vez más uno de los grandes problemas que
enfrenta la economía argentina tras la devaluación del real. Durante el 99, unas
treinta compañías en su mayoría del sector autopartista se mudaron a Brasil
en busca de costos más bajos. Y como consecuencia de este fenómeno se perdieron 8000
puestos de trabajo. La nómina de quienes eligieron el éxodo está integrada, entre
otras, por Fate, Firestone, Pirelli y Goodyear (cubiertas), Radiadores Richard, la
autopartista Delphi Packard, MWM (motores), Grimoldi (calzados) y Varta
(baterías).Philips inició un plan de reestructuración a nivel mundial consistente
en centralizar la producción para maximizar la utilización de los recursos,
explicó a Página/12 el vocero de Philips Argentina, Alejandro Manzanares. Según el
directivo, la planta de Saavedra producía 80 millones de lamparitas por año. Para
que fuera rentable, sería necesario fabricar 300 millones de unidades. Si no tomábamos
la decisión ahora, en el mediano plazo esta planta iba a dar pérdidas e igual hubiera
cerrado, añadió. La compañía posee otras dos plantas en la Argentina, una de
artefactos eléctricos (también en Saavedra) y otra de aparatos electrónicos (en Río
Grande). Manzanares le dijo a este diario que ambos emprendimientos en donde están
empleadas otras 900 personas son rentables y súper competitivos, y
descartó que vayan a correr la misma suerte que la fábrica de lámparas. La decisión de
cerrar la planta se tomó en Holanda el último 28 de diciembre, y de ahora en más los
productos que se fabricaban en Saavedra provendrán en especial de Brasil, aunque también
de Colombia, México y los Estados Unidos. El hecho de que una gran multinacional
haya decidido dejar de producir en la Argentina es una pésima señal. Seguramente,
Philips evaluó que los problemas de competitividad de la Argentina no se solucionarán en
el corto plazo. Es una lástima que las asimetrías con Brasil no se hayan solucionado a
tiempo, se lamentó en diálogo con Página/12 José Ignacio De Mendiguren,
secretario de la Unión Industrial.Las ventajas que da Brasil no son pocas. A las
fábricas que deciden emigrar de la Argentina les ofrece una gama de atractivos:
exenciones impositivas, créditos subsidiados a la exportación y hasta la luz o el gas
gratuitos por el término de dos décadas.La incesante mudanza de empresas argentinas a
Brasil es una de las mayores preocupaciones de Machinea. La reunión de ayer con Malan le
sirvió como carta de presentación. Pero también como un repaso puntilloso de la agenda
de temas que ambos deberán enfrentar de aquí en más. Por ahora, ambos ministros se
mostraron confiados en superar los conflictos en base al diálogo y a la
negociación.
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