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Entrevista al productor periodistico Eduardo Cura,
nuevo director de noticias de ATC
“Un informativo de tono oficialista no nos sirve”

Los noticieros del canal estatal fueron durante diez años un férreo bastión del menemismo. La nueva conducción intenta convertirlos en independientes.

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Por Patricia Chaina

t.gif (862 bytes)  La escenografía de la redacción del noticiero de ATC parece una prueba de abandono y desidia. El área está desde hace cuatro días bajo la dirección del productor periodístico Eduardo Cura y del escritor y periodista Eduardo Anguita, que heredan un panorama devastado. Pero son los únicos dos profesionales que la gestión aliancista envió a ese sector del canal para desmenuzar sus posibilidades operativas, y generar un nuevo producto que identifique a la emisora. “Es un buen indicio. No trajeron a su gente de entrada y en patota, como suele suceder”, comentó a este diario un representante del Sindicato Argentino de TV, que monitorea la transición en el canal.En una de las oficinas, provista de dos escritorios y de un televisor que es una verdadera antigüedad, funciona la dirección de noticias. Allí, Eduardo Cura, en la entrevista con Página/12, explica por qué “un informativo de tono oficialista no nos sirve” y anticipa los ejes la propuesta con que comienza su gestión, que involucra desde lo puramente informativo, como los noticiosos, hasta la producción de programas periodísticos. Desde esa pantalla de 14 pulgadas se ve “ATC Noticias - Segunda edición”, con imágenes desde Dolores, donde se concreta el juicio por el asesinato de José Luis Cabezas. Y una voz en off describe con detalles la situación. “Empezamos a forzar un poco el tema del relato”, dice Cura, y explica: “Eso que estamos viendo ayer hubiera ido al aire sólo con un copete que dijera: ‘Caso Cabezas. Declararon los imputados’”. –¿Cómo se desoficializa el noticiero?–Esa es una de las premisas básicas. El relato hay que llevarlo de la prensa –entendiendo eso como la difusión de actividades del partido gobernante– al periodismo. Porque se mantiene una cultura casi refleja de actuar sobre lo oficial, muy por encima del significado de lo que está pasando. Por eso lentamente hay que transmitirle a esta redacción su identidad de periodistas. Eso va a llevar un tiempo: el que deberá tomarse la gente para asumir esa nueva identidad y construirla, y que debe tomarse también el poder político para aceptarla por más que la esté apoyando. De hecho, yo no tengo trayectoria ni experiencia política, vengo de la industria. –Esto tendrá su prueba de fuego en las próximas elecciones a jefe del Gobierno porteño, para no volver sobre lo que funcionaba como “normal”, hasta hace una semana. –La identidad periodística permite no quedar pegado a ninguna de las posturas y asumirse como medio, como vínculo. En el noticiero hablan Cavallo, Ibarra o Beliz. Cada uno juega su lógica y el televidente identifica el lugar del relato, si el noticiero sostiene transparencia frente a la opinión pública. Si uno asume cualquier discurso como propio, ya no es transparente. Pero si yo soy el noticiero, sólo informo, no tomo posición. –¿Qué cambios están planificando en lo formal?–En principio, modificar físicamente esta redacción. Y hacerla más operativa a partir de sus recursos humanos. En la pantalla, desde este fin de semana ya no van a salir las ediciones del mediodía y de la noche. Quedarán dos flashes por hora entre las 14 y las 20, para ahorrar esfuerzos hasta poder recomponer la situación financiera de caja y permitirnos planificar el lanzamiento de marzo-abril. Estamos pensando en aumentar el número de salidas, que es de tres por día de lunes a viernes. –¿Es necesario contar con caras conocidas para que funcione bien?–En el mar de señales que tenemos hoy, sí. Porque una cosa era la televisión de cinco señales. Después de la conversión del blanco y negro al color, y del sistema abierto al cable, y su progresión de 16 señales a 65, los que la transitamos hacemos una lectura clasificatoria por nuestra vivencia, pero a mi hijo que tiene siete años le da lo mismo el aire que el cable. Esto significa que si Estados Unidos, a las 8 de la noche, horaargentina, bombardea Beirut, o activa alguna práctica de la OTAN, yo estoy compitiendo con la CNN. En tiempos reales. Y en ese mar indefinido de señales e información, las caras conocidas son confianza. De ahí que en este contexto, donde además cambia permanentemente la propiedad de los medios, las caras conocidas generan credibilidad. Por eso ponemos periodistas de renombre, con trayectoria garantizada, que hoy están en pantalla. Pero no voy a dar nombres. –¿Por qué una cara conocida genera esa reacción?–El televidente se reconoce en el conductor. “Yo lo conozco –dice–, es Biasatti. Lo escucho a la mañana, está en mi vida, forma parte de mi mundo. Comento lo que él dice. Y lo elegí porque cuenta cómo lo haría yo en caso de poder contar, si me dejaran. Le interesan las cosas que a mí me interesan. Puedo establecer un vínculo.” Como en el fútbol, si uno busca resultados rápido, compra a un tipo que ya probó que sabe, hasta la propia tribuna conoce al número nueve del otro equipo porque alguna vez lo preocupó. Si no, vas al semillero y decís “quiero resultados en seis años”. Pero en la Argentina eso significa diez países distintos. Una cara conocida es indispensable. Como también lo es devolverle un canal a la TV, como el 7, que hoy está perdido en el universo. El vínculo está roto hace años. –¿En qué estrategias piensan para federalizar la información?–Sin aportes genuinos ni una red nacional no hay federalización que valga. Porque al señor del Chaco no le interesan los baches de Buenos Aires sino la situación de la industria algodonera, que acá a nadie le importa. Por ahora pondremos el foco en noticias nacionales y vamos a generar programas periodísticos semanales.

 

¿Por aquípasó Atila?
Este es un resúmen del estado de la gerencia de noticias:u La redacción cuenta con cinco computadoras. Una sola conectada a Internet. No está computarizada la recepción de cables.u Hay 8 cámaras. Un solo micrófono inalámbrico. 38 baterías en uso, pero solo 4 “aceptables”.u Hay estudios a los que les falta el parque completo de luces.u No hay handies para la logística de producción, ni celulares. ATC pagaba los celulares como un particular, no tenía canje. u El canal no tiene enlace de fibra óptica con dependencias gubernamentales. Esto impide salidas en vivo desde lugares clave.u El móvil, con enlace por microondas, no puede operar desde zonas donde hay edificios más altos que el del Ministerio de Obras Públicas, donde se encuentra la antena receptor.u Los monitores del control central están fuera de registro, y no se puede evaluar qué calidad tiene la señal que se está transmitiendo.

 

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