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CONFLICTO DE INTERES EN LA AGN
Cuando Barra trabajaba para María Julia

El estudio jurídico del ex ministro de Justicia asesoraba legalmente y cobrando honorarios a la Secretaría de Medio Ambiente. El ahora auditor Rodolfo Barra debe decidir sobre un informe en contra de su ex cliente María Julia Alsogaray. Los denunciantes lo impugnan y piden que se inhiba.

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Por Raúl Dellatorre

t.gif (862 bytes)  María Julia Alsogaray podría perder su principal valla de contención para soportar la carga del informe de la Auditoría General de la Nación que reveló el pago de sobreprecios y contrataciones irregulares en trabajos para la refacción de edificios, realizados durante su paso por la Secretaría de Recursos Naturales. Rodolfo Barra, titular de la AGN, trató de minimizar ese estudio en un comunicado difundido en la última semana, al referirse al mismo como “un supuesto informe”. Pero su rol al frente del Colegio de Auditores Generales, que en febrero deberá dictaminar sobre dicho informe, podría quedar invalidado si prospera una denuncia de la diputada aliancista Alicia Castro sobre las relaciones contractuales del estudio de Barra con la ex secretaria. Dicha relación, que le adjudica el rol de “consultor externo” al Estudio Demaría, Fernández Cronenbold & Barra, fue admitido por María Julia en una nota dirigida a la Jefatura de Gabinete del 11 de junio de 1997 (ver foto).Alicia Castro le demandó a Rodolfo Barra que “se abstenga de intervenir y de votar” cuando el informe sobre la Secretaría de Recursos Naturales sea tratado en el Colegio de Auditores de la AGN”. En una nota que le dirigió el miércoles 5, la legisladora señala que “las pruebas que poseo permiten deducir que a mediados de 1997 usted era `asesor externo` rentado de la secretaria de Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable, María Julia Alsogaray (...). Por esa misma época, usted también asesoraba al presidente de la Nación sobre los métodos para llevar adelante el decreto de privatización de los aeropuertos”. Entre dichas pruebas, la diputada Castro aportó una nota dirigida por María Julia Alsogaray al ex jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, el 11 de junio de 1997. La misma responde a un requerimiento de la Defensoría del Pueblo de la Nación con respecto al trámite de renegociación del contrato de concesión con Aguas Argentinas SA. En su último punto, la nota firmada por la ex secretaria se refiere al “procedimiento a seguir frente a la hipotética existencia de una causal de rescisión del contrato de concesión”. La funcionaria rechaza allí “las potestades del ente regulador (Etoss) para iniciar por sí el procedimiento rescisorio” y “la incorporación del ente como parte de la negociación, o bien la iniciación del trámite de rescisión del contrato”. Para fundamentar esta postura con una opinión independiente y ecuánime, María Julia se remite al “dictamen emitido por el consultor externo Estudio Demaría, Fernández Cronenbold & Barra”. Este último es el mismo que ahora, al frente de la AGN, debería juzgar la actuación de María Julia en las contrataciones relativas al Programa Desarrollo Institucional Ambiental.El 23 de marzo de 1998, Barra asumió la presidencia del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna), puesto desde el cual concretó, seis semanas después –afirma Alicia Castro–, contrataciones “en forma directa” con el titular del Instituto Nacional del Agua y el Ambiente (INAA), Mario de Marco Naón, quien debió renunciar en octubre a raíz de un escándalo por contratar a empresas propias para prestar servicios a ese organismo. La investigación en torno a este último asunto determinó que De Marco Naón incrementó notablemente su patrimonio en los ocho años que ejerció como funcionario nacional. El Orsna había contratado al INAA para realizar los estudios de situación medioambiental, y este organismo a su vez subcontrató, también en forma directa, a las firmas BG, Environmental Research Management (ERM) y Montogmery Watson, por un monto global de cinco millones de pesos. El informe de los auditores, terminado en octubre último, reveló que la Secretaría de Recursos Naturales efectuó compras directas de materiales para el Prodia abonando precios superiores hasta en un 1000 por ciento a los corrientes de plaza. La ex secretaria se negó a formular observaciones al informe, pese a que fue puesto en su conocimiento 45 días antes del fin de su gestión. Su sucesor, Oscar Massei, recibió el mismo informe el 30 de diciembre y solicitó una prórroga a los diez días de plazo que se le otorgan para expedirse. El actual secretario reclamó los expedientes parasumar precisiones y determinar responsabilidades sobre las irregularidades cometidas. Tras la difusión del contenido del informe, que anticipó Página/12 en exclusiva el lunes 3, la AGN emitió un comunicado tratando de minimizar los alcances de la investigación. “El supuesto informe de auditoría –relativiza– es sólo un borrador (...). El Colegio de Auditores tratará el informe una vez analizada la respuesta de la Secretaría.” Difícilmente esta respuesta, que firmará Massei, sirva a los intereses buscados por los redactores del comunicado: desdibujar el duro informe de los auditores de campo. El documento firmado por Alicia Castro y dirigido a Rodolfo Barra concluye “su relación rentada con la ingeniera Alsogaray, los sospechados contratos con el ex presidente del INAA y su despótico proceder al frente del Orsna lo invalidan para presidir su tratamiento en el Colegio de Auditores y éticamente para desenvolverse en el cargo que detenta”. El colegio está compuesto por seis auditores generales –tres designados por el justicialismo y tres por la Alianza– más el presidente, Barra. La impugnación de este último dejaría al cuerpo en paridad de fuerzas.

 

La Oficina Anticorrupción

José Massoni*
“La corrupción es grande”
“Hemos abierto un expediente para investigar y ver lo que está sucediendo. No hemos podido hacer un análisis en profundidad del informe de la Auditoría. Este es un caso que se inscribe en la política general de la Oficina, que es la lucha contra la corrupción en donde aparezca. Hemos pedido a la Cámara Federal que nos dé una lista de todas las causas que involucran a la ex secretaria (María Julia Alsogaray) para hacer un examen. Yo entiendo que se pidan resultados muy rápidos, pero lo cierto es que estamos en feria judicial y entonces estamos un poco trabados por esta situación. La corrupción tiene una dimensión muy grande. La gente tiene necesidad acuciante de vivir con honestidad y, sobre todo, que impere la honestidad en la función pública. Es un aspecto fundamental de nuestra gestión, como lo es, en igual medida, la producción de políticas de transparencia, para que en el futuro tengamos una sociedad que se respete.”

Dos dictámenes sobre el informe

Alejandro Peyrou *
“La mezquina actitud”
“No es sólo un borrador ni un supuesto informe. La de Barra es una declaración de mal gusto. Juega con las palabras para desnaturalizar los hechos. Se expresa peyorativamente de un dignísimo informe que elaboró la gente que trabaja en el organismo que él preside ahora. Este informe fue aprobado por una comisión de supervisión, con participación de dos auditores generales, el justicialista Julio Casavelos y el radical Héctor Rodríguez. La investigación señala diversas irregularidades, pero lo que es definitivamente grave es que se hayan contratado obras por precios largamente superiores a los de mercado. A diferencia de la mezquina actitud de Barra, que busca desvalorizar el trabajo ajeno, debo decir que en este estudio buena parte de la colaboración más seria y sustancial la prestaron profesionales que están afiliados al justicialismo. Es muy importante que no se desmantelen esos valiosos equipos técnicos. Espero que no se convierta a la Auditoría en un organismo adicto a una facción política.” * Ex gerente de Control de Gestión Ambiental de la AGN.

Oscar Massei *
“Hubo un manejo impune”
“Estoy buscando todos los antecedentes para hacer un cotejo técnico con el informe de la Auditoría. Los expedientes son innumerables, pero por lo que estuve viendo, el informe se ajusta a determinadas pautas de las contrataciones en esta área, que como mínimo están fuera de lo que es un manejo normal y regular de la administración pública. Creo que esto es parte del manejo impune de los dineros del Estado en esa era menemista que creían que nunca se iba a terminar. Los funcionarios políticos de la secretaría renunciaron con la anterior administración y los contratos por el Programa Desarrollo Institucional Ambiental vencieron el 31 de diciembre, pero los funcionarios de carrera siguen en funciones: a algunos los estoy esperando que retornen de sus vacaciones, porque tengo varias preguntas para hacerles. Si estaban en áreas de control de estos contratos y no hicieron observaciones, corresponde que se abran sumarios administrativos.” * Secretario de Recursos Naturales.

 

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