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Aldo Rico estuvo en la costa, pero
lejos de los reporteros gráficos

El ministro de Seguridad había prometido su presencia en Pinamar para disculparse con los fotógrafos amenazados. Pero prefirió pasar el día en Villa Gesell junto a Ruckauf. “Nunca hubo una cita oficial” con los reporteros, justificó un vocero del ex militar.

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El ministro de Seguridad, Aldo Rico, en el momento que amenazó a los tres reporteros gráficos
Ayer prefirió escapar a los flashes y faltó a la cita fijada con los fotógrafos en Pinamar.

Por A.D. y A.H.M.

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Y el ex carapintada Aldo Rico faltó a la cita. Un sol profundo marcaba el mediodía sobre las playas de Pinamar. Entre las mesas de periodistas que cubren la temporada se repetía la pregunta por el ministro de Seguridad bonaerense que, después de amenazar a los reporteros gráficos, había prometido un acto de constricción público. Pero Rico no apareció. Ni siquiera hubo una cancelación formal. "Nunca se fijó este domingo como día para el encuentro. Nunca hubo una cita oficial", argumentaron los voceros de Rico.
El funcionario pasó todo el domingo en Villa Gesell con el gobernador Carlos Ruckauf, quien se encuentra de vacaciones. Rico recorrió las instalaciones policiales de esa ciudad balnearia y luego, junto con Ruckauf, concedieron un reportaje televisivo.
"Los voy a mandar perseguir con la policía", fue la sentencia pronunciada por Rico a tres reporteros gráficos de La Nación, Noticias y Clarín hace una semana en Pinamar. El ex carapintada soltó su formidable saludo, luego de terminar un encuentro con el intendente local, Blas Altieri, y las fuerzas policiales que preparaban los operativos de temporada. El grupo de periodistas hacía la cobertura.
Cuando intentaron tomarle las fotos, Rico quiso saber antes a qué medio pertenecían. Los periodistas se presentaron y el ministro rechazó las entrevistas advirtiéndoles que iba a perseguirlos con la policía:
--¿Cómo puede decir eso en Pinamar, donde mataron a Cabezas? --le reprochó Eugenia Cerrutti de Clarín. Rico, entonces, dejó de hablar y siguió camino al helicóptero.
Un día después, Ruckauf exigió que se disculpara en forma pública. El ex militar mandó una carta a los medios, pero nunca reconoció las amenazas: "Mi relación con los medios no es la más feliz, pero lejos está de mi ánimo amenazar a nadie ya que ése no es mi estilo". En Pinamar, en tanto, las disculpas oficiales se reforzaron a través del secretario de Prensa bonaerense, Julio Macchi. Por pedido del gobernador, Macchi se reunió con los periodistas para enterarse de los pormenores del episodio. Allí reconoció los dichos de Rico como "una barbaridad". En ese contexto funcionarios de la provincia aseguraron que Rico estaría en Pinamar para disculparse personalmente.
"Esto fue una confusión. Nunca Rico tuvo en su agenda venir a Pinamar", dijo Macchi a Página/12. Según el secretario, esa confusión partió de un rumor aceptado como cierto. "Un fotógrafo me comentó en el encuentro que le habían dicho que Rico volvería a disculparse. Yo le dije: "También lo escuché".
Pero Rico terminaba su día de descanso en Villa Gesell. En el intento espontáneo por rastrearlo colaboró incluso la gente de prensa del intendente de esa ciudad balnearia, Luis Baldo.
Máquina fotográfica en mano, uno de los funcionarios de su equipo se internó en el balneario de Mar de las Pampas --supuesto paradero de Rico-- como paparazzi aficionado. La operación se repitió fuera de la playa, entre las coquetas casas ocultas entre el bosque. Rico no apareció, aunque Macchi dijo a este diario que estuvo en Gesell y que hoy volará hacia La Plata.
Lo que no se dijo es que Rico estuvo en Pinamar. Fue un día antes y por la noche. Pasó de cena por un restaurante y rechazó la custodia ofrecida por la policía local con un motivo: no mover el avispero.

 

 

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