Por Fernando Almirón
Los
senadores duhaldistas representados por el presidente de la bancada, Augusto Alasino, y
los menemistas enrolados detrás de Eduardo Menem no se dan tregua en la batalla en la que
se disputa la representación de la oposición en los próximos cuatro años de gobierno
aliancista. Ambos bandos saben que el gobierno nacional deberá acordar con el PJ
que controla el Senado la aprobación de las leyes que Fernando de la Rúa
necesita para asegurar su gobernabilidad. Por lo tanto, el sector que se quede con la
presidencia del bloque del PJ se convertirá necesariamente en el interlocutor con el que
deberá negociar el oficialismo.
El bloque del PJ en la Cámara alta espera la llegada de los primeros días de febrero
para definir quién se queda con el control del Senado, si menemistas o duhaldistas. O si
habrá ruptura y cada uno tendrá su bloque.El recalentamiento de la atmósfera en la
bancada opositora comenzó a notarse cuando Alasino les aseguró a los radicales que les
cedería la vicepresidencia provisional del Senado, la cual estaba a cargo de Menem. El
anuncio de los duhaldistas obligó al riojano a resignar el cargo, al que en rigor de
verdad ya estaba dispuesto a renunciar. Ocurre que esperaba negociar personalmente con la
Alianza los términos del renunciamiento para obtener, a cambio, el control de algunas de
las comisiones más importantes y abrochar otros acuerdos políticos convenientes para el
menemismo.La jugada anticipada de Alasino le arrebató al hermano Eduardo la posibilidad
de convertirse en el interlocutor del PJ en el Senado. Y de paso logró poner a parte de
su gente en puestos claves sin resignar espacios propios. Eduardo Menem acusó recibo y
negoció por separado con José Genoud, jefe de la bancada radical, el trámite del
paquete de leyes económicas que se aprobaron en diciembre. Cuando Alasino se enteró le
gritó canalla en la cara. Menem anunció formalmente que ya no asistirá a
las reuniones del bloque. Este espacio donde fui agraviado, dijo.Alasino
protagonizó a los pocos días un nuevo y violento enfrentamiento con Jorge Yoma, otro de
sus pares. Yoma le reprochó a viva voz las modificaciones introducidas por el jefe de la
bancada al proyecto de ley de lavado de dinero, parecen redactadas por la viuda de
Escobar Gaviria, le dijo antes de abandonar la reunión de bloque con un sonoro
portazo. El bloque del PJ está fragmentado en tres corrientes, dos de ellas enfrentadas
con virulencia. La liderada por Alasino, quien tiene como espaderos a Carlos Verna,
Ricardo Branda, Remo Costanzo y a Osvaldo Sala. Y la de Menem, que integran Eduardo
Bauzá, Ramón Ortega, Carlos Corach, Héctor Maya, René Oudín y Enrique Martínez
Almudévar, entre otros. El tercer grupo, con Yoma a la cabeza, ya comenzó a mostrar con
quién jugará. Yo creo que la gestión de Alasino está agotada, y no dudo de que
él intentará romper el bloque porque es la única posibilidad que le queda para no tener
que volverse a su provincia donde no tiene peso político propio, sentenció Yoma
consultado por Página/12. El senador riojano fue más allá en su embestida: La
actual conducción del bloque da la sensación de que con unos pesos todo lo arregla, si
pagás peaje tenés la ley que necesitás, dijo. Y agregó: En tiempos de
oposición necesitamos una conducción preparada para disputar espacios de poder
importantes, que pueda trazar una estrategia política y parlamentaria que esté fuera de
toda sospecha, la que podría encabezar con toda solvencia Antonio Cafiero. En la
Alianza ya buscan cómo azuzar el fuego de la interna para debilitar el control que el PJ
tiene sobre el Senado, el talón de Aquiles del nuevo gobierno.
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