Por Pablo Rodríguez
A diferencia
de la primera vuelta, las encuestas no tienen casi ningún rol. Todos los chilenos saben
que el ballottage entre el candidato de la Concertación oficialista, Ricardo Lagos, y el
derechista Joaquín Lavín será tan luchado que los pronósticos sobre diferencias de
uno, dos o tres puntos tienen poco sentido. Los propios comandos electorales de Lagos y
Lavín están disputando el terreno electoral en sectores que representan 10 o 30 mil
votos (menos del uno por ciento de los votos escrutados el 12 de diciembre). En el medio
de esta situación, el diario británico Sunday Times publicó ayer que los médicos que
examinaron la semana pasada al ex dictador chileno Augusto Pinochet, detenido hace más de
un año en Londres, concluyeron que su estado de salud se ha deteriorado mucho en los
últimos tiempos y que podría no sobrevivir a un juicio en España. Esto dejaría una
gran puerta abierta para su retorno a Chile.Según el informe que publicó ayer el Sunday
Times, los tres doctores británicos un neurólogo y dos gerontólogos que
examinaron a Pinochet en el hospital de Northwick Park descubrieron en su paciente una
infección viral, problemas del corazón y los efectos de dos ataques apopléticos leves.
Además, la diabetes ya le produjo una disminución de la sensibilidad en manos y pies y
existen probabilidades de que tenga que usar para siempre una silla de ruedas. El ex
dictador lleva desde hace tiempo un marcapasos, tuvo varios estados gripales desde que
está en Gran Bretaña y hay signos de que podría desarrollar una seria infección
respiratoria. El gobierno chileno, que había pedido originalmente estos análisis,
tendrá el informe completo en unos diez días.Para ese entonces, Chile ya tendrá un
nuevo presidente electo. Y en esta última semana de campaña, el fantasma del caso
Pinochet, ya muy diluido en la campaña de la primera vuelta, seguramente será
inexistente. Antes de los comicios del 12 de diciembre, casi todos los análisis de la
campaña resaltaban el hecho de que, con el ex dictador en Londres, se le había
facilitado a Lavín la posibilidad de despegarse de un régimen militar del que él mismo
participó. Ahora, hasta un hijo de Pinochet, Marco Antonio, reconoce que su padre
estaría contento de que ganara Lavín porque gran parte de la gente que está con
Lavín fueron cercanos a él, según un reportaje publicado ayer por el diario
chileno La Tercera. A pesar de expresar su simpatía por el candidato derechista, Marco
Antonio Pinochet reconoció que Lagos podría conseguir más que Lavín si presiona
a Gran Bretaña por el retorno de mi padre. En la primera vuelta, Lagos le había
ganado a Lavín por apenas el 0,5 por ciento de los votos. Como concentraron entre los dos
el 96 por ciento de los votos válidos, ese mismo 0,5 por ciento puede definir la
elección. El comando electoral de Lagos abrió, entonces, el frente argentino: los
600.000 chilenos, votantes seguros del candidato de la Concertación, que residen en este
país y de los cuales se espera que 10.000 puedan cruzar la cordillera. El diputado
derechista Arturo Longton había denunciado el viernes que la UCR estaba ayudando a unos
20 mil chilenos residentes en Argentina para que viajen a votar por Lagos. Esto fue
desmentido por la UCR en Buenos Aires y por el comando electoral de Lagos en Santiago.
Nadie en la derecha criticó el traslado de más de 2500 compatriotas residentes en
Argentina que logramos durante la primera vuelta electoral. Es sólo ahora, cuando saben
que nuestro aporte puede ser trascendental, que nos atacan, afirmó ayer a través
de un comunicado la Federación de Asociaciones Chilenas en Argentina (Fedach).Otro de los
nuevos frentes electorales es el religioso. Lavín, integrante del Opus Dei, parece tener
parte del voto católico asegurado y consiguió, en parte, poner como temas electorales el
aborto y el divorcio. El comando electoral de Lagos, sobre todo la Democracia Cristiana,
integrante de la Concertación, está lanzando una contraofensiva para mostrar que Lagos
es un hombre confiable para los valores católicos. Lacandidatura oficialista logró el
apoyo de líderes evangélicos. Y los equipos de Lavín y Lagos se están disputando los
12 mil votos que representa la comunidad judía en el país.
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