El
ministro de Economía, José Luis Machinea, se reunió ayer en Nueva York con inversores
internacionales, en otro intento por explicar ante la comunidad de negocios que el
programa económico de Fernando de la Rúa será más austero y previsible que el de su
antecesor. Machinea da por descontado que, tras sus encuentros en Washington con la
cúpula del Fondo Monetario y del Tesoro norteamericano, tiene el camino despejado para
lograr un nuevo acuerdo con el FMI, que cubriría casi toda la gestión aliancista. Por
eso, hoy, apenas regrese al país, reunirá a su equipo para ultimar los detalles de la
agenda con la que encararán la negociación con la misión del organismo que llegará
mañana a Buenos Aires.
Frente a un pequeño grupo de economistas de bancos de inversión, en tono informal,
Machinea volvió a insistir en que, luego de las entrevistas mantenidas el domingo con
Stanley Fischer, número dos del FMI, y Larry Summers, secretario del Tesoro
norteamericano, está dadas las condiciones para que Argentina logre un nuevo acuerdo con
el Fondo por un plazo no menor a tres años. La idea de conseguir un nuevo acuerdo y dar
por concluido el vigente Acuerdo de Facilidades Ampliadas, que en los papeles debería
concluir recién el año próximo, tiene su explicación. Así, el Gobierno no tendría
que pedir un waiver (perdón) por no haber cumplido la meta fiscal fijada para
el año pasado en 5100 millones de dólares. Según los cálculos que manejan en
Economía, el año cerraría con un déficit del orden de los 7000 millones de pesos.
Aunque pueda parecer una formalidad, el empezar un nuevo programa sin tener que
pedir un waiver está también relacionado con el hecho de que los inversores aprecien que
en la Argentina ha comenzado una nueva etapa, argumentan en el equipo económico.
Justamente, Machinea se preocupó en el encuentro de ayer por diferenciarse de la gestión
económica de Roque Fernández que, por los desvíos en el déficit fiscal, incumplió las
dos últimas negociaciones con el FMI. El economista radical dijo que el paquete
tributario y el recorte de gasto público dispuesto para este año garantizaba una meta de
déficit fiscal de 4500 millones de pesos. Y que las expectativas de crecimiento de la
economía aumentarán cuando se conozcan en las próximas dos o tres semanas el nuevo
acuerdo con el Fondo Monetario, que prevé una red de financiamiento contingente para
Argentina de unos 5 mil millones de dólares. Esos recursos sólo serían desembolsados
por el organismo en caso de que el Gobierno los solicitara para enfrentar una crisis.En
base a la conversación que tuvo Machinea con Fischer, en Economía consideran que si se
lograra orientar el nuevo programa bajo la forma de una Línea de Crédito Contingente
(LCC), los fondos disponibles para el país según la cuota que aporta al FMI
podrían superar los 10 mil millones de dólares. Sin embargo, el principal obstáculo
para alcanzar ese objetivo es la resistencia de la burocracia del propio Fondo Monetario,
que ve con desconfianza dicho instrumento, creado formalmente el año pasado y todavía no
aplicado a ningún país. Por eso, si Machinea no consiguiera una LCC, estaría dispuesto
a firmar otro Acuerdo de Facilidades Ampliadas, pero que en los hechos actuaría como un
crédito contingente, es decir, sólo para ser utilizado en tiempos de crisis. Sea como
fuere, el FMI pedirá garantías adicionales sobre la meta de déficit fiscal de 4500
millones. Además de insistir con las reformas estructurales: más
flexibilización laboral y conversión del Banco Nación en sociedad anónima, entre
otras. Pero, por sobre todo, el Fondo pretende que el gobierno nacional acceda a incluir
como condicionalidad del acuerdo una meta de déficit para las provincias. Machinea ya
anticipó en Washington que algo así sería imposible de monitorear, dado el sistema
federal que impera en el país, pero Economía se comprometerá a negociar, provincia por
provincia, una reducción del déficit fiscal. Durante esta semana, el equipo económico
dividirá el trabajo para satisfacer a los mercados. Mientras el viceministro y secretario
deHacienda, Mario Vicens, se encargará de negociar la letra chica del nuevo acuerdo con
Teresa Ter Minassian, jefa de la misión del FMI que llega mañana, el secretario de
Finanzas, Daniel Marx, desde Nueva York, seguirá viaje a Francfort, Londres, París
y Milán, como parte de un road show para presentar el programa económico del
Gobierno.
DEFICIT COMERCIAL DE 1911 MILLONES
DE DOLARES
Las exportaciones dieron la nota
El déficit comercial durante los primeros once meses de 1999 fue de 1911
millones de dólares, frente a un rojo de 4715 millones en igual período del 98.
Según informó el INdEC, en noviembre, el déficit fue sólo de 301 millones. En el
Ministerio de Economía celebran que, por primera vez en el año, las exportaciones hayan
aumentado. Sin embargo, el balance de las
exportaciones durante esos once meses todavía es muy negativo, en buena medida por la
impresionante pérdida provocada por la caída de los precios internacionales.
Por otro lado, las importaciones siguieron contrayéndose en noviembre, lo que pone en
duda el vigor de la recuperación del nivel de actividad.Para el secretario de
Programación Económica, Miguel Bein, el incremento del 5 por ciento en el valor de las
exportaciones en noviembre fue una muy buena noticia. Dicho incremento se produjo gracias
a un aumento del 14 por ciento en volumen, ya que los precios cayeron un 7 por ciento.
La recuperación de las exportaciones en los últimos meses es uno de los factores
que permitirá dejar atrás el cuadro recesivo que caracterizó a la actividad industrial
durante buena parte de 1998 y 1999, afirmó Bein. Resulta encomiable el
comportamiento del sector exportador ya que (ese aumento) se produjo en un contexto de
precios inferiores a los de un año atrás. Se destacan en este sentido los aceites de
soja y girasol, con bajas en los precios cercanas al 30 por ciento, agregó. Sin
embargo, en los primeros once meses del 99, las exportaciones llevan acumuladas una
caída del 13 por ciento, con bajas importantes en las ventas al exterior de productos
primarios y manufacturas de origen industrial (-22 por ciento), y en menor medida de las
manufacturas de origen agropecuario. En cambio, las exportaciones de combustibles en el
período crecieron un 14 por ciento, como consecuencia del fuerte repunte de precios del
sector. Así, en el futuro todo dependerá de la marcha de las cotizaciones
internacionales de los productos básicos que exporta Argentina. Precisamente, el año
pasado, la baja en los precios internacionales impactó en una pérdida de valor de las
exportaciones argentinas de nada menos que 3196 millones de dólares (ver cuadro). Por el
lado de las importaciones, en noviembre hubo una contracción del 7 por ciento, bastante
inferior a la tasa de caídas de los meses anteriores. Sin embargo, dicha disminución
aún abre interrogantes sobre los alcances de la reactivación. |
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