Por Horacio Bernades
y Carlos Polimeni
Un director
de perfil jurídico-administrativo, apto para ordenar el desquicio que dejó la
administración de Julio Mahárbiz, y un subdirector proveniente del medio
cinematográfico, que le dé nuevo impulso a la actividad. Esa fórmula conducirá desde
esta semana los destinos del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, según
acordaron ayerel secretario de Medios y Comunicación, Darío Lopérfido, y
representantesde los distintos sectores de la industria, al cabo de una reunión en que
todos se retiraron satisfechos. Entre dos o tres nombres en danza para el cargo de
director, se daba anoche como principal candidato al abogado José María Onaindia. Para
el segundo sigue mencionándose a la productora y directora Lita Stantic, que no fue a la
reunión. Lopérfido podría anunciar mañana el nombre del nuevo responsable máximo del
Instituto y el viernes, en un nuevo cónclave con las entidades, el de su segundo. A la
reunión de ayer, a primera hora de la tarde, en la sede del instituto, al que la
secretaría está sometiendo a una auditoría, concurrieron, entre otros, los directores
Fernando Pino Solanas, Bebe Kamin y Carlos Galletini y los productores Pablo
Rovito, Pablo Bossi, Claudio Pustelnik y Eddy Flehner, además de representantes de las
Asociación Argentina de Actores y el secretario del sindicato de técnicos, Roberto
Miller. Los rostros y las palabras satisfechos revelaron que el diálogo que se extendió
durante casi tres horas colmó las expectativas. Se habló de todo lo que había que
hablar sintetizó Solanas a Página/12-, y todo el mundo tuvo ocasión de decir lo
que pensaba. El diálogo fue franco y frontal, en un clima de
entendimiento, señaló a su vez Rovito. Miller subrayó que fue muy agradable
y sorpresivo encontrar un funcionario absolutamente al tanto de la situación.
Solanas ya había tenido una reunión solista con el funcionario.Lopérfido dijo horas
después a Página/12 que durante la reunión le mencionaron el tema de su información y
que eso lo dejó perplejo. Para mí es sorpresivo que se elogie a un funcionario que
sepa del tema de que habla y que se vea como un mérito que escuche a sus interlocutores,
cuando le pagan el sueldo por eso. Yo fui al instituto, hablé, escuché, anoté en una
libretita lo que me decían, di mis ideas, acepté las ajenas. Fue una reunión buena,
constructiva. Que se sorprendan con que un funcionario sabe oír y trata al mundo con
respeto más que un elogio personal es una definición sobre las gestiones de Mahárbiz y
Beatriz Gutiérrez Walker, puntualizó.En este marco fue que las entidades
entregaron al secretario de Cultura y Comunicación un documento en el que se reseña el
cuadro de situación y se elevan propuestas concretas de solución (ver recuadro).
Las coincidencias fueron totales, señalaron a la salida los representantes de
los distintos sectores. Lopérfido fue acompañado por Paula Mazzuco, a cargo de la
auditoría que la secretaría encaró en el Incaa, que en principio revela una situación
económico-financiera alarmante y graves irregularidades administrativas. Mazzuco precisó
que el rojo que dejó Mahárbiz es de más de 31 millones de dólares. De ese total,
alrededor de 25 corresponden a deudas contraídas con los productores cinematográficos,
en carácter de créditos y subsidios. Los números de la auditoría coinciden con los que
manejan las entidades, que han monitoreado una parte del proceso de conducción de
Mahárbiz.El tema de las arcas es acuciante. Sobre todo teniendo en cuenta que hay
actualmente más de una veintena de películas que, por falta de fondos, debieron
suspender su rodaje en distintas etapas del mismo. La auditoría realizada en el Incaa
revela además que los gastos operativos de la administración Mahárbiz se elevaron,
durante el año pasado, a una cifra cercana a los 19 millones de dólares. Ese porcentaje,
equivalente al tercio del presupuesto total con que cuenta el Incaa, fue
consideradoescandaloso por los asistentes. Lopérfido había anticipado la
semana pasada que la investigación sobre irregularidades en el Instituto llegará hasta
las últimas consecuencias, incluyendo el patrimonio personal de Mahárbiz. En esta
reunión puntualizó que su visión es que este año debe llevarse adelante un plan para
ir saneando el Instituto, mientras se atienden los compromisos con películas en rodaje o
con el rodaje terminado.Es muy fácil administrar el Instituto: basta con que
funcione democráticamente, señaló Lopérfido en un momento de la reunión.
Aludió así al no cumplimiento, por parte de Mahárbiz, de los mecanismos de regulación
previstos por la Ley de Cine. Entre ellos, es clave el rol del Consejo Asesor, que debe
estar integrado por representantes de los distintos sectores y que Mahárbiz desconoció
reiteradamente en el curso de su gestión. El respeto a rajatabla de la letra y espíritu
de la Ley de Cine fue otro de los puntos en los que se registró coincidencia. Así como
la necesidad de que el Estado fomente y regule la actividad, para que el cine vuelva a ser
no sólo una actividad del más alto valor cultural, sino también un generador de
trabajo. Una de las propuestas con que llegará la nueva conducción es que el Instituto
deje de otorgar créditos para los rodajes, y que éstos sean otorgados por un banco, a
baja tasa, licitación de por medio. En la reunión se habló también del polémico
Festival Internacional de Mar del Plata, que Mahárbiz se empeñó en organizar a costos
imposibles, para luego ceder a una empresa privada, que a su vez lo designó presidente.
Si los organizadores de ese festival quieren algún tipo de apoyo estatal, la
condición número uno es que Mahárbiz no tenga nada que ver con él, subrayó
Lopérfido. Queremos transparencia, agregó.
Las propuestas de las entidades La
urgente normalización del régimen de créditos y subsidios, actualmente en estado de
parálisis, es uno de los puntos centrales contemplados en el documento que las entidades
entregaron al secretario de Cultura y Comunicación, Darío Lopérfido. En ese documento,
se proponen medidas concretas para resolver la situación, entre ellas el establecimiento
de una compensación automática de créditos con subsidios (fórmula aplicada ya en
1998); la revisión de todos los reconocimientos de costos de 1999 (con el caso
Manuelita como máxima piedra de escándalo); la devolución, por parte del Tesoro
nacional al Incaa, del recorte presupuestario sancionado para el año 2000 y la asunción
del pago de los subsidios al 100 %. Más a largo plazo, las entidades firmantes sugieren
transparencia y equidad en las medidas de fomento; apoyo al cine de riesgo y calidad;
regulación de costos del mercado; coordinación entre la TV y el cine y una más
equitativa competencia comercial, además de la adopción de una política específica de
proyección internacional. |
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