Por Fabián Lebenglik
La muestra
Arte de Brasil -.que se compone de más de 100 obras de medio centenar de
artistas-. forma parte de la Colección Gilberto Chateaubriand, una de las mejores y más
importantes de arte moderno y contemporáneo de ese país. En 1993, las más de 4000 obras
de esta colección pasaron a formar parte del Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro.
Gilberto Chateaubriand comenzó a armar la suya, según su gusto personal, a principios de
la década del cincuenta, cuando el pintor José Pancetti le regaló un cuadro. Desde
entonces le ha llevado cinco décadas configurar este impresionante conjunto y su
importancia se constata cada vez que se organiza por el mundo una retrospectiva de arte
brasileño: siempre es necesario recurrir a las obras de la colección Chateaubriand. Como
casi todas las buenas colecciones ésta se construyó a partir del gusto personal, con una
estética que podría pensarse como caprichosa. Pero su punto de partida se inscribe
dentro del cambio estructural de la sociedad, la política y la cultura brasileña en la
década del cincuenta. Fue un período de profundas reformas políticas -.durante los
gobiernos de Getúlio Vargas y Juscelino Kubitschek-. en cuyo contexto la poderosa
burguesía nacional generó un proyecto de fomento, promoción y difusión cultural. Se
crea la Bienal de San Pablo en 1951, aparecen nuevos grupos artísticos y un mercado de
arte; crece la abstracción geométrica y, a fines de la década, se publica el Manifiesto
Neoconcreto.Arte de Brasil se abre con Tarsila do Amaral, Anita Malfatti,
Vicente Rego Monteiro y Emiliano Di Cavalcanti, todos formados en Europa con figuras
claves del arte moderno. Malfatti, por ejemplo, estudió en Alemania con el impresionista
Lovis Corinth -.a su vez devoto del impresionismo francés-. y luego, durante su
formación en Estados Unidos, conoció a Duchamp. Los maestros cubistas de Tarsila fueron
André Lothe y Fernand Léger. Di Cavalcanti, cuando viajó a París en la década del
veinte, conoció a Picasso, Léger, Braque, Matisse, los fauvistas, y también a Blaise
Cendrars, Jean Cocteau, Erik Satie y Elie Faure. Este núcleo fundador de la modernidad
brasileña combinó la renovación formal de las nuevas corrientes europeas, con la
iconografía y el regionalimo brasileños.El núcleo que condensa e irradia la modernidad
y la vanguardia en Brasil, en todos los campos artísticos, es La Semana de Arte Moderno,
inaugurada a comienzos de 1922 en el Teatro Municipal de San Pablo para presentar
espectáculos de danza, conciertos, recitales de poesía y exposiciones. En ella
participaron escritores como Mario de Andrade, Oswald de Andrade y Manuel Bandeira,
músicos como Heitor Villa Lobos, aristas plásticos -.bien representados en esta
exposición del Museo de Bellas Artes-. como Anita Malfatti, Tarsila do Amaral y
Brecheret. También, como puente estético y vía de legitimación de la novedad que
escandalizaba a los espectadores de la época, participaron algunos artistas académicos.
Oswald de Andrade y la pintora Tarsila do Amaral proponen, él con su Manifiesto
antropofágico y ella con su célebre cuadro Abaporu (que significa
hombre que come, en lengua tupí) la síntesis del funcionamiento de la
cultura brasileña (y latinoamericana) modernista: apropiación,
deglución/enfrentamiento, asimilación, transformación, no sólo de las culturas de los
países centrales sino también de los grandes hitos de la cultura propia.El recorrido
cronológico sigue por la obra de Portinari que, hasta sus años en París, donde vivió
entre 1928 y 1931, hacía una pintura académica. A su vuelta Portinari cambia por una
obra a gran escala, en la que combina el muralismo mexicano con el cubismo y el
expresionismo. Más tarde, en la década del cuarenta se vuelca al surrealismo. La obra de
Alfredo Volpi funciona como una transición estética entre cierta modernidad tardía y el
concretismo de la década del cincuenta. Volpi parte del paisajismo postimpresionista
hasta llegar a la abstracción geométrica de sus banderines.Los artistas
concretos liberan la pintura de sus temas y se vuelven autorreferenciales,
postulando que las transformaciones se deben hacer en cada campo a través de sus
herramientas específicas. Junto con los artisas constructivos, los concretos generaron un
sentido del arte como una práctica tan rigurosa como abierta y experimental (Oiticica,
Clark).En este panorama, con sus discusiones, contradicciones y estrategias de
comunicación, el concretismo, que estableció desde el campo estético una relación
estrecha con el proceso de fuerte industrialización del país, opacó otras tendencias,
como el informalismo.En los años sesenta, por una parte los artistas se transforman en
militantes sociales y políticos y por la otra el arte pop entra fuertemente como cita o
reelaboración (Gerchman, Tozzi, Pimentel). El arte popular, de un modo programático,
pasa a ser materia prima del arte alto. Durante la última dictadura, el arte
resiste la censura a través de obras, imágenes y situaciones más oblicuas, subrepticias
y, eventualmente, esotéricas, como la obra de Tunga, que comienza a exhibir sus trabajos
a mediados de la década del setenta. A partir de los 80 surgen los lenguajes múltiples,
las utopías privadas, el arte crítico, posconceptual y posmoderno de toda una camada de
artistas, representada en esta muestra por Daniel Senise, Frida Baranek, Jorge Barrao,
Alex Fleming, Leda Catunda, Edgar de Souza y Jack Leirner, entre otros. (En el Museo
Nacional de Bellas Artes, Avenida del Libertador 1473, hasta el 7 de febrero.)
Quiénes son de la partida
Algunos de los 52 artistas incluidos en la muestra -.con 115 obras que van de 1912 hasta
la actualidad-. son: Anita Malfatti, Vicente do Rego Monteiro, Tarsila do Amaral, Emiliano
Di Cavalcanti, Cándido Portinari, Ismael Nery, Alfredo Volpi, Lygia Clark, Hélio
Oiticica, Antonio Dias, Claudio Tozzi, Anna Bella Geiger, Wanda Pimentel, Cildo Meireles,
Waltercio Caldas, Glauco Rodrigues, Tunga, Daniel Senise, Frida Baranek, José Resende,
José Damasceno, Ivens Machado, Valeska Soares, Eliane Prolik, Jac Leirner, José Roberto
Aguilar, Milton Machado, Miguel Rio Branco, Leda Catunda, Fernanda Gomes, Alex Fleming,
Lia Menna Barreto, Ernesto Neto, Vik Muniz y Carin Wiedle. |
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