Entre sus
principales colaboradores, el interventor Ramón Mestre sólo nombró a un correntino, el
jefe de policía Julio Fernández, para evitar que los enfrentamientos locales empantanen
la gestión. Pero otros policías, obviamente correntinos, se encargaron de enturbiar
también ese nombramiento. Distribuyeron a los medios una condena que lo obliga a cumplir
tareas comunitarias por lesiones. Los periodistas, sin embargo, no pudieron contener una
sonrisa al enterarse de las características del delito. Fernández fue condenado por
agredir a golpes a un juez de línea cuando marcó una posición adelantada contra su
equipo.
Entre sus
principales colaboradores, el interventor Ramón Mestre sólo nombró a un correntino, el
jefe de policía Julio Fernández, para evitar que los enfrentamientos locales empantanen
la gestión. Pero otros policías, obviamente correntinos, se encargaron de enturbiar
también ese nombramiento. Distribuyeron a los medios una condena que lo obliga a cumplir
tareas comunitarias por lesiones. Los periodistas, sin embargo, no pudieron contener una
sonrisa al enterarse de las características del delito. Fernández fue condenado por
agredir a golpes a un juez de línea cuando marcó una posición adelantada contra su
equipo.