Por Mariana Carbajal Una foto de
Marilyn Monroe enfundada en un vestido rojo llama la atención en su despacho. Está
apoyada en una repisa, debajo de un retrato de San Martín y junto a una bendición de
Juan Pablo II para él y su familia. Es mi ídola, pero me parece que no queda muy
bien al lado del Papa, observa, entre risas, el nuevo presidente del Servicio
Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), y prefiere guardar el almanaque
con la diva norteamericana ante la presencia del fotógrafo. Es evidente que el médico
veterinario Oscar Bruni no perdió el buen humor, a pesar de que -revela encontró
una desorganización absoluta en el organismo encargado de la fiscalización
de la calidad de los alimentos, además de ñoquis, y multas no cobradas a productores,
frigoríficos y transportistas por un monto total de 8 millones de dólares (ver aparte).
El panorama que pintó no es alentador: calificó con un 4 el control alimentario del
país, en una escala de 1 a 10, y señaló a la provincia de Buenos Aires como una de las
jurisdicciones más deficientes en ese aspecto. Allí hay descontroles, falta de
cadena de frío en el transporte alimentario y fabricaciones clandestinas,
alertó.En realidad, Bruni vuelve al Senasa. Fue su titular entre 1986 y 1989, pero cuando
el organismo se ocupaba sólo de la sanidad animal. Desde 1996 abarca también la
fiscalización agroalimentaria. Este médico veterinario, con tres años de estudios de
Filosofía, viene de desempeñarse como subsecretario de Seguridad Alimentaria de la
ciudad de Buenos Aires. Entre los objetivos de su nueva gestión figura que los alimentos
de consumo interno alcancen la excelencia de los que se exportan y crear
programas de educación para los consumidores.En la ciudad de Buenos Aires
detectamos que el 56 por ciento de las intoxicaciones se produce en nuestros hogares, en
su gran mayoría, por falta de educación, por falta de higiene en las cocinas, por creer
que los productos en las heladeras o en los freezers no se vencen, por mitos. ¿Qué
tipo de mitos?Hay un viejo mito que dice que no hay que poner comida caliente en la
heladera porque puede afectar el funcionamiento de su motor. El 98 por ciento de la gente
incluida mi mujer, que es médica veterinaria deja enfriar los alimentos
afuera de la heladera. Si existe una bacteria, se reproduce a temperaturas intermedias.
Por esa razón, la comida debe pasar del calor al frío y del frío al calor. En muchas
hamburgueserías de Estados Unidos, cuando pedís una hamburguesa poco cocida, te hacen
firmar una declaración jurada, porque hay bacterias que te producen una leve
descompostura, y otras, como la Escherichia coli, que son mortales. ¿Dónde ocurre
el 44 por ciento restante de las intoxicaciones?Un 7 por ciento en restaurantes, 8
por ciento en entidades colectivas como clubes y colegios, y el porcentaje restante se
desgrana en cuestiones menores. En los últimos tres años decomisamos en la ciudad cerca
de 500 mil kilos de alimentos, de los cuales 200 mil kilos correspondieron a super e
hipermercados.¿Qué puntaje pondría al control alimentario del país, en una
escala de 1 a 10?A los productos de exportación les pongo un 10. El promedio del
país es 4. En la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, el atraso es muy grande, hay
descontroles, falta de cadena de frío, fabricaciones clandestinas. ¿Cuáles son
los agujeros negros?La faena en negro, que debe representar cerca del 8 por ciento
de la carne. Se comercializa fundamentalmente en carnicerías del conurbano, e inclusive
en la ciudad de Buenos Aires. A la DGI le preocupa la renta que no cobra. A los
sanitaristas, que esa carne no está controlada por nadie. Hay enfermedades, como la
brucelosis y la tuberculosis, que son zoonosis y se transmiten a los seres humanos.
¿Qué cantidad de intoxicaciones se produce en el país a causa de la ingestión de
alimentos en mal estado?No se sabe. En América, los únicos países que tienen
cifras exactas son Estados Unidos y Cuba. De acuerdo con la Organización Mundial de la
Salud (OMS), por cada caso que se detecta, hay 20 no detectables, porque la gente se
automedica. En EE.UU. tienen aproximadamente 9 millones de intoxicaciones leves al año y
entre 2.500 y 3.000 personas que mueren por intoxicaciones. Aquí estimo que es menor el
problema, porque creo que estamos inmunizados a distintas bacterias, mientras que tanto
los norteamericanos como los europeos son más vulnerables por estar habituados a ingerir
alimentos de mejor calidad.
Desorganización absoluta Oscar Bruni informó que ya ingresaron 12 auditores para monitorear
las cuentas y la estructura del organismo. Según precisó, encontró en el Senasa una
desorganización absoluta y un sistema jurídico, contable y administrativo
como mínimo obsoleto y poco transparente. Como ejemplo, señaló que la
gestión saliente dejó una deuda con el personal de 6 millones de pesos y
8 millones de pesos por multas no cobradas a productores, frigoríficos,
transportistas, sancionados por cuestiones sanitarias. Además, dijo que ya detectó
ñoquis y anunció que revisará los nombramientos de los 42 directores designados en el
organismo en los últimos meses del gobierno menemista con sueldos de 4500 pesos.
¿Por qué no se cobraron las multas a los infractores?
Se van a iniciar los sumarios correspondientes para determinarlo. Uno de los
roles del Senasa es la fiscalización, es decir, poner un límite, para aumentar la
calidad de los productos, ya sean alimentos, medicamentos o núcleos vitamínicos. Si la
tuerca final que es la multa no se aplica, el organismo no puede cumplir con su función. |
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