Por V.G Los organismos de derechos humanos están
preocupados porque la subsecretaria de Derechos Humanos, Diana Conti, anunció la
creación de una Comisión de la Verdad que tendría el objetivo de sistematizar la
información sobre los crímenes perpetrados por la última dictadura. A primera vista el
proyecto no plantea problemas, pero la propuesta incluye para lograr que los
militares aporten información que los represores estén autorizados a declarar bajo
identidad reservada, lo que a los miembros de las agrupaciones humanitarias les parece
discutible. En realidad, su mayor inquietud es que esta comisión sea producto de una
intención de frenar los juicios por la verdad que se están desarrollando en todo el
país.
El mismo día de su asunción, en un reportaje publicado por Página/12, Conti aseguró
que existe un conflicto de intereses entre la obtención de la verdad y la
represión y el castigo. La subsecretaria afirmó que uno de los principales
objetivos de su gestión sería garantizar el derecho a la verdad y aclaró que su meta no
tenía relación con los juicios que están llevando adelante las Cámaras Federales de
Capital, La Plata, Bahía Blanca y la causa que tiene un tribunal de primera instancia en
Córdoba. Pocos días después, la funcionaria anunció la creación de la comisión. Y
ayer, el diario de Río Negro publicó que ese organismo estaría formado por un grupo de
notables y que los responsables de los crímenes podrían presentarse bajo identidad
reservada. El mismo periódico aseguró que la verdadera intención del Gobierno sería
frenar las citaciones a los militares (salvo en casos vinculados con el robo de bebés).
Esto provocó la alarma de los miembros de organismos de derechos humanos.
Noemí Labrune, de la APDH de Neuquén organismo que impulsa el juicio por la Verdad
en Bahía Blanca se comunicó con este diario para expresar su preocupación.
Me recuerda el verano en que los radicales largaron la ley de Punto Final. No
queremos testimonios de gente encapuchada sin posibilidad de ser confrontada con las
víctimas; queremos que se respete lo que están haciendo las cámaras y los jueces
federales, aseguró.
La intranquilidad de los dirigentes de derechos humanos se asienta también en
declaraciones del ministro de Defensa, Ricardo López Murphy, quien en diciembre aseguró
que la Corte Suprema debe resolver sobre las citaciones a militares porque
hay una contradicción en la existencia de causas en el fuero penal sin pretensión
punitiva.
María José Guembe, abogada del CELS, recordó que el gobierno argentino se comprometió
mediante un acuerdo firmado con la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos a que la búsqueda de la verdad sea competencia de las cámaras federales.
El convenio, suscripto a fines de la gestión menemista, incluye el deber de asegurar la
creación de una comisión especial de fiscales para investigar los crímenes de la
dictadura. Sergio Di Gioioia, secretario jurídico de la APDH, afirmó que si la
comisión estaría destinada a ofrecer un paraguas de impunidad a los militares, nosotros
estaríamos en desacuerdo ya que existe una jurisprudencia nueva sobre el carácter
permanente de los crímenes de lesa humanidad que abren puerta para iniciar
procesos. Entre los organismos también hubo cierto malestar por no haber sido
consultados sobre el proyecto, pero colaboradores de la subsecretaria aseguraron que la
funcionaria iniciará la semana que viene una ronda de audiencias.
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