Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


DICTARIAN LA PREVENTIVA A LOS SUBOFICIALES POR EL ROBO DE BEBES
Otros seis marinos al calabozo

Los ex militares revistaban en la Base Naval de Mar del Plata, donde funcionó un campo clandestino de detención. La jueza Servini de Cubría estimaría que hay pruebas suficientes para dictarles prisión preventiva por apropiación de bebés durante la dictadura.

La jueza federal María Servini de Cubría, a cargo de la causa.
El denunciante Pedro Muñoz también quedaría con preventiva.

na07fo01.jpg (9811 bytes)

Por Victoria Ginzberg

t.gif (862 bytes)  La jueza María Servini de Cubría dictaría hoy las prisiones preventivas de los seis marinos que fueron arrestados la semana pasada por apropiación de menores y que revistaron en la Base Naval de Mar del Plata. La magistrada apunta a desentrañar cómo funcionaba la estructura montada por las Fuerzas Armadas para quedarse con los hijos de los desaparecidos. Y consideraría que todos los suboficiales apresados en Mar del Plata fueron eslabones en esta práctica sistemática.
Servini de Cubría tomaría la decisión de dejar en prisión a los imputados luego de que el fiscal Luis Comparatore resuelva el pedido de excarcelación presentado por el marino Pedro Muñoz, quien formuló la solicitud mediante un escrito que firmó él mismo. La calificación del delito por el que está acusado Muñoz –sustracción y ocultamiento de menor, supresión de estado civil y falsificación de documentos públicos– y la existencia de testimonios que lo involucran como partícipe del plan del robo de bebés durante la dictadura impedirían que el fiscal lo dejara salir en libertad.
Muñoz es el suboficial que señaló a sus ex compañeros como miembros de los grupos de tareas que actuaron en el centro clandestino de la Base Naval de Mar del Plata y fue careado el miércoles con Astí y Romero. Astí está acusado de ser entregador de los bebés de apropiados y Romero fue reconocido como uno de los enfermeros que ponía inyecciones a los detenidos cuando eran subidos a los aviones para ser arrojados al mar. Pero varios testigos también mencionan a Muñoz como integrante de esos grupos de tareas.
Luego de que la fiscalía se expida sobre la situación de Muñoz, la jueza firmaría las prisiones preventivas para ese marino y Alfredo Vera, Jorge Olima, Amadeo Romero, Alberto Astí y Eduardo Alberto Bustos. La medida -que equivale a un procesamiento en el código nuevo– implica que la magistrada considera que existen suficientes pruebas de que los seis suboficiales de la Armada son responsables de los delitos por los que están acusados.
Los análisis de ADN que se realizaron el miércoles y ayer en el Banco Nacional de Datos Genéticos podrían demostrar definitivamente si los marinos se apropiaron de sus supuestos hijos. Pero miembros de la investigación aseguraron que el hecho de que los análisis no arrojen compatibilidad con las muestras de familiares de desaparecidos no implicaría que no hayan estado involucrados en la apropiaciones de menores. De hecho, uno de los imputados ya reconoció que la joven que anotó como su hija es adoptada, aunque negó que sus verdaderos padres fueran desaparecidos. Por otro lado, existen muchos casos de mujeres que dieron a luz en centros clandestinos cuyos embarazos no fueron denunciados, ya sea porque no tuvieran familia o porque sus familiares no estuvieran al tanto de que estaba esperando un hijo.
Los investigadores aseguran que las circunstancias de tiempo, lugar y modo inculpan a los militares que están arrestados. Es decir, que revistaban en un centro clandestino de detención durante la dictadura y que sus hijos tienen partidas de nacimiento dudosas. Además, varios testigos aseguraron que los acusados se apropiaron de bebés y que formaron parte de grupos de tareas.
Según datos recabados por las Abuelas de Plaza de Mayo, el centro que funcionó en el área de Buzos Tácticos de la Base Naval de Mar del Plata estaba en conexión con la Escuela de Mecánica de la Armada donde funcionaba la sala de partos para las detenidas desaparecidas. Existen varios casos de mujeres que estuvieron detenidas en Mar del Plata y fueron llevadas a parir a la ESMA.
“Con que se encuentre a un solo nieto la misión está cumplida. Si ninguno de los chicos que se están analizando es nuestro, lo lamentamos. Pero sería responsabilidad de las Fuerzas Armadas, que podrían haberevitado esto aclarando la situación de los acusados”, aseguró Estela Carlotto, presidenta de Abuelas.

 


 

UNA CAUSA POR LA NULIDAD DE LAS “LEYES DE PERDON”
Nacidas en “estado de rebelión”

t.gif (862 bytes) “Repugnantes.” Así son las leyes de Obediencia Debida y Punto Final a entender de Federico Gómez Miranda, hijo del desaparecido Conrado Gómez, y de su abogado Eduardo Barcesat, según describen en una presentación judicial en la que reclaman la nulidad e inconstitucionalidad de esas normas. El escrito fue presentado como parte de un expediente en el que está involucrado Alfredo Astiz a pedido de la Sala II de la Cámara Federal que, previo dictamen de un fiscal, analizará la validez de ambas leyes.
La causa que cuestiona las leyes de perdón fue iniciada a raíz de las declaraciones formuladas por el ex marino Astiz en enero de 1998 a la revista trespuntos (ver aparte). Por aquellas expresiones, a Astiz le llovió una catarata de denuncias por apología del delito y amenazas, al margen de que le dieron de baja en la Armada.
Gómez Miranda también acusó a Astiz por la desaparición de su padre y pidió que el proceso fuera caratulado “genocidio”. Conrado Gómez fue detenido el 10 de enero de 1977 en Buenos Aires y después fue visto en el centro clandestino de detención que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Era abogado y miembro de una sociedad cuyas tierras y bienes fueron robados por el dictador Emilio Massera y su familia.
El mes pasado Barcesat hizo, en nombre de Gómez Miranda, una exposición oral ante los camaristas Horacio Cattani, Eduardo Luraschi y Martín Irurzun. Ayer elevó por escrito las razones de la inconstitucionalidad. Recordó que las leyes de Obediencia Debida y Punto Final fueron descalificadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y por la de Seguimiento del Pacto de Derechos Civiles y Políticos de la ONU.
El texto dice que el “momento de la adopción de estas leyes” era “tiempo de presiones, de conatos golpistas, de ‘operativos dignidad’ alentados por los ex represores, por los autores responsables del denominado ‘plan criminal’...”. Plantea también que “el momento de consumación del delito de rebelión no puede ser el momento de nacimiento de una ley de la Nación”. Y señala que no basta con que las leyes cuestionadas hayan sido derogadas. “Derogar un producto nulo e inconstitucional es conferirle ‘in extremis’ la validez que nunca tuvo. Es insuflarle vida a un muerto institucional (...); todos los legisladores peroraron en torno a la inmundicia de estas leyes y de los crímenes que ampararon.” Si la Cámara admite el planteo los represores podrían ser juzgados.

 

La nota del Angel Rubio

En enero de 1998 la revista trespuntos publicó declaraciones en las que el represor Alfredo Astiz decía ser “el hombre mejor preparado para matar políticos y periodistas” y que “todos los días vienen camaradas a pedirme que encabece una sublevación”. A raíz de estas expresiones “El Angel Rubio” fue acusado de apología del delito, que merece desde un mes hasta un año de prisión, y procesado por el juez Claudio Bonadío. Desde el 25 de febrero tendrá que enfrentar un juicio oral cuyo cronograma se conoció ayer. Además de Astiz, está previsto que en la primera jornada declaren
como testigos las periodistas Gabriela Cerruti y Claudia Acuña, el ex marino Aurelio Martínez y Héctor Timerman, editor del semanario. Para el segundo día se citará a una decena de testigos propuestos por la defensa oficial, a cargo de Perla Martínez de Buck. En la tercera jornada se completará la ronda de testimoniales y presentarán sus alegatos el fiscal Gerardo Di Masi y Martínez Buck, defensora de Astiz. El ex marino podrá efectuar su defensa y, probablemente en marzo se conocerá la sentencia.

 

PRINCIPAL