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SIN ACUERDO ENTRE FLAMARIQUE Y LOS SINDICALISTAS
Diálogo de sordos (Parte II)

El ministro de Trabajo y la CGT volvieron a reunirse para tratar la reforma laboral. Pero el encuentro no arrojó ningún resultado y el proyecto será enviado entre hoy y el lunes al Congreso

Alberto Flamarique entrando hace menos de un mes a la sede de la Confederación General del Trabajo.
Ayer volvió a jugar de visitante, al concurrir por segundo día consecutivo al sindicato de Comercio.

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t.gif (862 bytes)  El Gobierno y la CGT fracasaron nuevamente ayer en su intento de alcanzar un acuerdo en materia laboral. Alberto Flamarique y los principales líderes sindicales mantuvieron un encuentro reservado para consensuar aspectos de la reforma impulsada por la Alianza. Pero no hubo coincidencias y el ministro de Trabajo prometió que la iniciativa ingresará al Congreso entre esta noche y el lunes. La reunión fue convocada con la mayor de las discreciones. A tal punto que algunos dirigentes negaron su existencia. “No, no estuvimos con nadie”, llegó a decir a Página/12 el titular de la CGT, Rodolfo Daer, uno de los partícipes del encuentro. Al igual que el día anterior, la reunión se hizo en el Sindicato de Empleados de Comercio. Junto a Daer, estuvieron el dueño de casa, Armando Cavalieri, el lucifuercista Oscar Lescano, el estatal Andrés Rodríguez y el camionero Hugo Moyano, entre otros.Antes y después de esa cumbre, que se desarrolló entre las 14.30 y las 16.30, Flamarique se encontró con el presidente Fernando de la Rúa, a quien le acercó las inquietudes de los dirigentes gremiales. Si bien a lo largo de la jornada persistió la imposibilidad de alcanzar un acuerdo, el ministro de Trabajo hizo un giro en sus declaraciones a la hora de evaluar la actitud de los sindicalistas. Si empezó la semana acusándolos de cómplices de las flexibilizaciones impulsadas durante la gestión de Carlos Menem, ayer se sumergió en la diplomacia, rescató el desempeño de la CGT y negó que algunos de sus integrantes estén presentando trabas en las negociaciones.No obstante, luego de hablar con De la Rúa, el ministro de Trabajo aseguró que el proyecto no sufrirá modificaciones de fondo y que sus dos ejes se mantendrán inamovibles:u Extiende el período de prueba, que actualmente es de un mes, a seis meses por ley y otros seis meses por convenio colectivo.u Obliga a sindicatos y empresas a renovar los convenios de 1975 en un plazo no mayor a los dos años. De no haber acuerdo, las partes están facultadas para elegir un árbitro. Pero de no consensuarlo, este papel lo cumplirá una Oficina de Mediación y Arbitraje que se creará por ley y que estará integrada por “notables”.Al justificar la demora en el envío del proyecto al Congreso –un trámite que estaba previsto para ayer–, Flamarique dijo que aún faltaban “retoques” de algunos “términos jurídicos” y que después hacía falta la firma del Presidente, que hoy estará gran parte del día recorriendo las zonas inundadas del sur de Córdoba y Santa Fe. Los sindicalistas tienen pensado realizar una respuesta formal al proyecto el lunes, durante un encuentro que se desarrollará en el Hotel Hermitage de Mar del Plata. Se prevé allí la presencia de Daer, Moyano, quien sigue sonando fuerte para acceder a la titularidad de la CGT en abril, los diputados Graciela Caamaño y Alfredo Antanasof, y el laboralista Héctor Recalde.De todas formas, los discursos que los dirigentes gremiales realizaron a lo largo del día en distintas radios fueron suficientemente claros. “Esta reforma no sirve absolutamente para nada. Lo único que hace es precarizar el empleo”, atizó Moyano.–El Gobierno sostiene que ustedes en realidad defienden los intereses de los sindicalistas más que los de los trabajadores –le preguntaron.–Nosotros defendemos el interés de los trabajadores. Pero el Gobierno defiende el interés del Fondo Monetario Internacional, que los obliga a hacer esta ley.Sobre el tema, que hace rato aparece en boca de los sindicalistas, también quiso opinar el secretario de Trabajo, Jorge Sappia. “Yo tengo la sensación de que hay traductores nacionales de pedidos que no se conocen, que lo traducen equivocadamente. Hay que poner blanco sobre negro en todo eso. Acá hay toda una intencionalidad en esto, porque acá no llegó ningún documento del FMI pidiendo nada.”

 


 

UPCN CRITICA LA REFORMA ESTATAL
“Es una barbaridad”

t.gif (862 bytes) El secretario general de la Unión de Personal Civil de la Nación, Andrés Rodríguez, criticó duramente ayer el capítulo del proyecto de emergencia fiscal que propone una profunda racionalización de la administración pública, eliminando los nombramientos realizados por la anterior gestión a lo largo de 1999 y aquellas designaciones de entre 1991 y 1998 que aún no hayan sido confirmadas por concurso. “Es una barbaridad absoluta, no le encuentro sustento a la iniciativa”, señaló. Rodríguez dijo que el proyecto es ambiguo. “Los directores no son funcionarios políticos, los directores son gente de carrera. Yo le puedo asegurar que en la administración pública los concursos se hicieron como corresponde, y esa era la forma de transparentar una carrera administrativa.” Según el sindicalista de UPCN, “siempre los directores fueron tomados como un botín de guerra político. Los gobiernos los colocaban de acuerdo a su amistad. Y por lo menos la carrera de este entonces, de estos últimos tiempos, se eliminó ese criterio”.“Yo les puede asegurar –agregó–, porque conozco la idiosincrasia del estatal, que se hiciera un censo electoral la mayoría de esa gente el 24 de octubre votó por la Alianza. No tiene nada que ver con un problema de partido político.”Rodríguez señaló, además, que “la ley marco que regula al empleado público no fue aprobada exclusivamente por el justicialismo” sino que “fue aprobada por unanimidad por ambas cámaras. Por lo tanto ahora se la intenta vulnerar con otro proyecto de ley. Es una barbaridad en todo sentido”, dijo en un reportaje a Radio América.

 

Sorpresas te da la vida

El diputado de la Alianza Darío Alessandro sorprendió ayer al reconocer públicamente que la reforma laboral presentada por el Gobierno contiene algunos puntos que aún no fueron consensuados dentro del propio bloque oficialista.Alessandro se refirió concretamente a la extensión del período de prueba de uno a seis meses –con opción a otros seis más– que propone el proyecto redactado por el ministro de Trabajo, Alberto Flamarique. “A mí me parece que seis meses es un período excesivamente largo, sobre todo para trabajos de poca complejidad. Creo que 90 días, que por otro lado fue usual en la tradición laboral argentina hasta la última reforma que implementó el gobierno de Carlos Menem, a la mayoría de los diputados nos parece el período prudente”, dijo el jefe del bloque de la Alianza.“El Ejecutivo –concluyó– en este caso tiene una diferencia con nosotros ya que plantea los 6 meses. Nosotros lo vamos a seguir hablando con nuestro Gobierno.” Alessandro no sorprendió por el contenido de las declaraciones –son muchos en la Alianza los que coinciden con sus observaciones– sino por haberlas hecho públicas un día después de ir junto a Flamarique a defender el proyecto ante la cúpula de la CGT.

 

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