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Por Claudio Scaletta Alpargatas, una firma emblemática de la industria argentina, cerrara sus plantas y concentrará sus actividades en Brasil donde, aprovechando su estructura existente, se dedicará a la actividad comercializadora y desde donde abastecerá al mercado local. En cuanto a la actividad productiva en Argentina se concentrará en unos pocos productos de nicho, como los jeans de marca, con lo que la producción quedará reducida al 20 por ciento de la actual. La primer planta que cerrará sus puertas será la de Florencio Varela, que hoy emplea al 10 por ciento de los 6000 empleados de la compañía. El plan es despedir a 300 trabajadores, vender el predio de 34 hectáreas donde se sitúa la fábrica y, con lo obtenido, financiar tanto las indemnizaciones a los trabajadores como el desarrollo de la nueva estrategia con base en Brasil. La secretaria de Industria, Débora Giorgi, declaró a Página/12 que se está trabajando en obtener nuevas salvaguardas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), pero limitadas al rubro calzado deportivo.La sangría industrial no se detiene. Y aunque el caso Alpargatas no sorprende a ningún analista del sector, su éxodo confirma una tendencia del último año y medio. Las asimetrías dentro del Mercosur resultan cada vez más insalvables en sectores competitivos, lo que a nivel industria significa prácticamente todos. El arancel cero que rige desde el 1º de enero en calzados, la principal producción de la firma (zapatillas de varias marcas, entre ellas Topper), y la pronta desaparición de las salvaguardas en textiles, fueron el golpe de gracia para la producción de la tradicional compañía. Si bien en textiles existen cuotas bajo el amparo del acuerdo de textiles y vestidos de la Organización Mundial de Comercio, el denim, la tela de los vaqueros; una producción significativa para la empresa, no estaba incluido.La decisión de cerrar plantas y concentrarse en Brasil habría sido tomada por la dirección de Alpargatas luego de una reunión mantenida con las autoridades de la Secretaría de Industria. Allí, según fuentes próximas a la negociación, se les habría contestado que amen la confirmación de operaciones de dumping desde Brasil y el sudeste asiático por valores de entre un 17 y 25 por ciento no se tomarían medidas que contrarresten el comercio desleal. El argumento esgrimido habría sido evitar nuevos frentes de conflicto con Brasil. Sin embargo, la secretaria Giorgi declaró a este diario que jamás se reunió con Alpargatas por la simple razón que nunca le fue requerida entrevista alguna, como sí sucedió con Gatic. La funcionaria se reunió también con representantes de la cámara del calzado, con quienes se acordó el pedido de nuevas salvaguardas a la OMC, pero exclusivamente para el calzado deportivo. No obstante, Giorgi consideró que se trata de una operación delicada puesto que el organismo internacional, en caso de otorgar las salvaguardas, exigirá a cambio compensaciones para los países afectados, concretamente bajas de aranceles en otros productos.En la cámara que agrupa a las empresas textiles destacaron que la reestructuración del sector opera desde que se conocen las pautas del Mercosur para la actividad: la reducción progresiva de los aranceles intrazona negociados por el ex ministro Domingo Cavallo que culminó con el arancel cero que rige desde el 1º de enero. La empresa Graffa, por ejemplo, ya trasladó todas sus líneas de tejidos livianos a Brasil.El gobernador bonaerense Carlos Ruckauf declaró que se reuniría con el presidente De la Rúa y con otros mandatarios provinciales para tratar medidas que frenen el éxodo de empresas. Es imprescindible un acuerdo para generar una política distinta respecto de Brasil, reclamó.Ayer, luego de una intensa jornada de negociaciones en la Secretaría de Trabajo bonaerense, los directivos de Alpargatas acordaron con los trabajadores de la planta de Florencio Varela, suspendidos desde el 24 de diciembre, el retiro voluntario del 50 por ciento del personal.
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