Por Claudio Zlotnik La decisión de
Telefónica de España de obtener el control absoluto de sus filiales en la Argentina,
Brasil y Perú impactó ayer de manera excepcional en las respectivas bolsas de la
región, y también en el recinto ibérico y en Wall Street. La acción de Telefónica de
Argentina trepó el espectacular 26,3 por ciento, la máxima trepada desde que salió a la
oferta pública en 1991. Semejante repunte contagió al resto de los papeles, y el índice
de acciones líderes MerVal subió el 8 por ciento. Según anunció en Madrid el
presidente de la compañía multinacional, Julio Villalonga, el costo para quedarse con el
ciento por ciento de sus filiales se eleva a los 21.500 millones de dólares. La nueva
compañía se constituirá en la segunda telefónica europea, detrás de Deutsche
Telekom.Telefónica es dueña del 51 por ciento de Telefónica Argentina. El resto del
paquete está repartido entre pequeños inversores locales, fondos de pensión y
financistas internacionales. Según Villalonga, el proceso de rescate de acciones, que se
dará a través de un mecanismo de canje por papeles de la nueva compañía
(Telefónica SA), podría estar concluido recién dentro de cuatro meses. Para seducir a
los inversores dueños de acciones de Telefónica, se calcula que son un total de 1,5
millones de personas, la compañía ofreció pagar un premio del 40 por ciento al promedio
de cierre de cotización de los últimos cinco días. En la Argentina, esa media trepa a
los 4,04 pesos por acción. Por tal motivo, el papel, que el martes había cerrado a 2,93
pesos, ayer subió hasta 3,70.La estrategia de Telefónica de aglutinar en una sola
compañía sus operaciones en todo el mundo no se diferencia demasiado de la que tienen
las empresas que deciden fusionarse entre sí: disminuir costos para hacerse más
competitivas y ganar territorio en un mercado globalizado y cada vez más competitivo. De
hecho, en la Argentina ya rige la desregulación del sector. El objetivo de la compañía
es hacerse de 10 millones de nuevos clientes en todo el mundo, hasta los 35 millones.De
alguna forma, además, la ola de privatizaciones que se dio en América latina en los
últimos años tuvo a Telefónica como protagonista, y el anuncio de anteayer no hace más
que reordenar sus operaciones en una sola cabecera. La operación debería reforzar
la fuerte posición del operador en Latinoamérica además de darle mayor control sobre el
flujo de caja generado por sus subsidiarias, señaló la agencia de calificación
estadounidense Moodys, al elevar de estable a positiva sus
perspectivas sobre la compañía.Telefónica apuesta decididamente por el desarrollo
y rápida recuperación de la economía argentina, transmitiendo una señal inequívoca a
todos los inversores de la región, expresó la empresa a través de un comunicado.
En ese sentido, la fórmula elegida por la compañía para aglutinar sus negocios fue bien
recibida entre los especialistas del sector de las telecomunicaciones. Para los expertos,
la concentración de las operaciones en una única entidad madre le abrirá
las puertas a una fuerte capitalización de la compañía. De hecho, Villalonga calculó
que una vez concretada la operación Telefónica SA tendrá un valor de 96.000 millones de
dólares, lo que a su vez dará lugar a una serie de ventajas, como por ejemplo el acceso
a un financiamiento más barato. Al mismo tiempo, Villalonga no descartó que el
reordenamiento dé pie a próximas fusiones a nivel mundial.En la city, la propuesta
también cayó bien entre los financistas. La estrategia permite que el pequeño
ahorrista que hasta ahora apostaba por el mercado de la telefonía fija, de aquí en más
se beneficie además con los nuevos emprendimientos de Telefónica, como el negocio de la
Internet y de la transmisión de datos, señaló en diálogo con este diario Jorge
Heili, analista de Patagon.com.En paralelo a la fusión de las compañías regionales en
un solo conglomerado, Telefónica SA desarrollará además dos nuevos negocios:Telefónica
Móviles y Telefónica Data Corporation. En la primera agrupará a sus 14 millones de
clientes de telefonía celular en América latina y Europa, convirtiéndose en el sexto
operador a nivel mundial. En la Argentina, la operadora de telefonía celular de la
empresa es Unifón. A su vez, en Data Corporation se aglutinarán los negocios de
comunicaciones de datos y soluciones empresariales.Por ahora, Chile quedó afuera del
acuerdo que deberá refrendar el Directorio de Telefónica el próximo 4 de febrero. En el
país vecino, la empresa es poseedora del 43,3 por ciento de Telefónica de Chile, pero
las leyes locales prohíben las operaciones de canje de acciones.
El impacto entre los inversores El volumen de negocios pactado ayer en el recinto de Buenos Aires, de 83,1
millones de pesos, no se registraba desde el 10 de mayo pasado. En esa jornada, los
operadores estaban enfervorizados con el anuncio de compra de YPF por parte de Repsol.
Debieron aguardar ocho meses para volver a festejar, y también por otra jugada
española.Sin embargo, y si bien en un primer momento noticias como la compra de YPF por
Repsol o la oferta de canje de Telefónica desatan la algarabía entre los financistas, lo
cierto es que una y otra no significan otra cosa que un empujón más para el hundimiento
del mercado bursátil local. En concreto, la oferta de Telefónica es otorgar 15 acciones
de la nueva compañía por cada 90 de Telefónica de Argentina, incluyendo un
premio del 40 por ciento sobre el promedio de cierre de las últimas cinco sesiones antes
del anuncio. Pero una vez concluida la operación, en la pizarra de la Bolsa figurará ya
no la filial argentina sino Telefónica SA, el mismo papel que será ofrecido en los
principales recintos del mundo. De esta manera, los inversores internacionales perderán
uno de los principales atractivos del salón de 25 de Mayo y Sarmiento. ¿Para qué
comprar Telefónica en Buenos Aires si puedo hacerlo en Nueva York o Madrid?, se
preguntarán los inversores estadounidenses o españoles.No obstante, hasta ayer, tanto en
la Bolsa porteña como en la brasileña y la peruana prefirieron unirse a la fiesta. El
MerVal subió 8 por ciento; en Brasil el alza llegó al 4,1 por ciento, lo mismo que en
Lima. |
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