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Rusia estrenó doctrina bomba

Rusia difundió ayer una nueva doctrina estratégica que prevé el uso de armasnucleares en casi cualquier crisis.

El presidente interino Vladimir Putin ayer en el Parlamento.
El decreto fue su primera iniciativa en política exterior.

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The Guardian de Gran Bretaña
De Ian Traynor Desde Moscú


t.gif (862 bytes)  Rusia ha modificado su doctrina de defensa nacional para hacer más fácil pulsar el botón nuclear durante una crisis internacional. En la misma doctrina, declara inequívocamente a Occidente como una fuerza hostil. La nueva estrategia de seguridad nacional, decretada el lunes por el presidente interino Vladimir Putin y publicada ayer, marca un cambio radical en la visión rusa del mundo. Introduce una política de “contención nuclear expandida”, a la vez que se compromete a resistir las supuestas tentativas occidentales de dominar al mundo. Este cambio estratégico reduce el nivel de riesgo en el que Rusia se permitirá utilizar armas atómicas, y representa la primera iniciativa de política exterior de Putin luego de que reemplazara a Boris Yelstin el 1º de enero. La doctrina estratégica de Yeltsin, decretada en diciembre de 1997, establecía que las armas nucleares sólo podían utilizarse “en caso de una amenaza a la existencia misma de la Federación Rusa como Estado soberano”. Pero el nuevo documento afirma que el uso de armas nucleares se permitirá para “repeler la agresión armada en caso de que todos los medios alternativos de resolver una situación de crisis se agoten o resulten ineficientes”. La nueva estrategia afloja sensiblemente las restricciones de Moscú para recurrir a la alternativa nuclear. El cambio fue parcialmente gatillado por el hecho de que, mientras las fuerzas convencionales rusas están mal preparadas, su arsenal nuclear sigue siendo enorme. “Son cambios muy sustanciales –recalcó el experto militar Serguei Sorkut– que aumentan el énfasis en las armas atómicas, que ahora pueden usarse en situaciones de crisis.” La estrategia de Putin adopta una posición de mucha mayor confrontación con Occidente. Constituye una actualización estratégica causada por la expansión de la OTAN en ex países del Pacto de Varsovia y por la guerra de Kosovo liderada por Estados Unidos. Mientras que la doctrina de 1997 hablaba de una “asociación” con Occidente y afirmaba que no existían amenazas de agresión militar contra Rusia, el nuevo documento dice que existen dos “tendencias mutuamente excluyentes” trenzadas en un combate global. Sostiene que el “mundo multipolar” promovido por Yelstin, quien quería sumar a India y China como aliados, está enfrentado a un “Occidente bajo el liderazgo de Estados Unidos” que busca explotar su poderío militar para dominar los acontecimientos mundiales. Además, el presidente interino aprobaría en febrero una nueva doctrina militar que complementaría en tono y estrategia con la nuclear, reveló Serguei Ivanov, un aliado de Putin y secretario en el influyente Consejo de Seguridad del Kremlin. “El término ‘asociación’ ha quedado en el pasado –consideró un analista–, el nuevo tono parece sellar un prolongado desencanto con Occidente.” Las nuevas doctrinas podrían ser afectadas por el duro conflicto que se libra actualmente entre el ministro de Defensa Igor Sergueyev y el jefe del Estado Mayor Anatoli Kvashin. Su pelea se debe al plan de Sergueyev de crear un nuevo mando consolidado para los mandos de las fuerzas nucleares: los misiles balísticos, submarinos nucleares y el mando aéreo estratégico. Kvashin se opone porque perdería su actual rol de coordinador de esos mandos. El condujo al ejército ruso a la derrota en la anterior guerra chechena de 1994-96, y es odiado por muchos oficiales que consideran que está perdiendo la actual. Sin embargo, es apoyado por la Armada y la Fuerza Aérea, que resisten el desvío de fondos al proyecto mascota de Sergueyev: los misiles balísticos Topol-M, probados con éxito en octubre. Traducción: Gabriel Alejandro Uriarte.

 

 

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