Por Patricia Chaina
 ”La
gente quiere saber sobre la vida de los famosos que ve en la televisión, porque los
registra como parte de su propia familia”, sostiene Guillermo Andino al reflexionar
sobre las líneas que siguen los dos programas que conduce y produce por Canal 13: el
chimentero “Telepasillo” y “Machetes”, un nuevo ciclo de
entretenimientos -hoy desde las 20.30– basado en las historias de colegio de personas
famosas. “El límite entre el asedio y la búsqueda de información lo pone el
personaje salvo en casos como Maradona que exceden al personaje”, supone. Alejado de
los sets de noticias que habitó por trece años en la televisión de aire, Andino vio el
momento propicio en la tendencia a tercerizar producción en los canales, y apostó a la
empresa propia. Universo TV nació con “Telepasillo”. Antes, Andino había
producido tímidamente un ciclo de Berugo Carámbula para América.Mientras conduce
“Machetes” –con derechos adquiridos del programa europeo “Curso
99”–, Andino intuye que lo suyo es la producción integral de TV. Y va por eso.
“Quería volver a empezar desde otro lugar”, dice sobre su adiós a los
noticieros. “Con los noticieros había llegado un punto que para mí era de
monotonía comparado con el horizonte de riesgo, y beneficios por supuesto, que implica
producir. Acá lo importante es el riesgo. Arriesgo la que gané, la que cobraba todos los
meses teniendo 2 puntos de rating o 20, para ponerme a producir. Y puedo dar laburo a
mucha gente.” – “Machetes” y “Telepasillo” giran sobre
famosos. ¿Hasta dónde cree que se puede llegar en investigar o en contar lo que se
descubre sobre la vida de otros? –Voy a dividir los dos programas. Con
“Machetes”, a los invitados hasta les causa beneplácito que los convoquemos y
se les pregunta primero si están dispuestos a participar de un programa donde se van a
recordar anécdotas del colegio. Pinti dijo que no, porque el colegio no fue una etapa
feliz para él. El mismo contó, creo que en un programa de Mirtha Legrand, que de chico
lo maltrataban por su gordura. Caso contrario al de Maradona que sí quería venir, y lo
íbamos hacer encontrar con sus compañeros de Cebollitas. Si Diego el día de mañana
llama y dice “voy”, ya lo tenemos producido. “Telepasillo” es distinto
porque cuenta cosas que a veces ni los involucrados saben que las conocemos. Pero el
límite lo marca el personaje. –¿Por qué cree que se genera esta voracidad por
saber más de las personas famosas?–La televisión hoy es un entretenimiento barato.
Ir al cine o al teatro cuesta un huevo. El universo de gente que ve televisión abierta es
masivo, popular y dentro de un target de clase media, media baja y baja. La clase alta ve
tele por cable y es más selectiva a la hora de buscar un programa. Pero hay gente que no
puede pagar el cable y ve sólo canales de aire. Esto genera un alto grado de familiaridad
entre el público y los personajes de TV. Además hoy el que trabaja en TV se muestra como
es. Cambió el vocabulario. Tinelli, Nico, Julián, hablan de manera tan directa y frontal
que hace que la gente crea que el que está hablando es casi un familiar. Uno lo ve cada
día, el tipo está en la casa, uno se ríe con él, compra una revista y sabe cómo es su
familia, dónde vive, termina incorporándolo a su grupo familiar. Esa es una respuesta a
por qué el público quiere saber sobre el famoso: a todos nos interesa saber cómo están
los integrantes de nuestra propia familia.
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