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PARA CUSTODIAR “AREAS PUBLICAS”
La milicia de Pilar

Admirador confeso de Patti y Rico, Sergio Bivort, intendente de Pilar, tuvo una idea: armar policías retirados y darles la custodia privada del lugar.

Bivort en su despacho: “No soy policía, sólo un intendente que quiere que los vecinos vivan tranquilos”.
¿Por qué cree que será peligroso? Sólo estarán para controlar disturbios y así la policía puede encargarse de temas más importantes.

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Por Felipe Yapur

t.gif (862 bytes)  Pilar no es un municipio cualquiera. En la plaza 12 de octubre, la principal de la ciudad, puede verse pasear a rubias señoras que lucen tostados de piscina de country, mientras empujan casi distraídamente los cochecitos de sus bebés. También rubitos y tostaditos. Como contrapartida, están también aquellas señoras que buscan una sombra para comer el sandwich antes de volver al trabajo. Viven en el mismo municipio, pero son mujeres de mundos dispares. Y sin embargo tienen un reclamo común, “la urgente necesidad de que Pilar sea como Escobar: segura y limpia”. Atento y veloz, el intendente local, Sergio Bivort, ideó la puesta en marcha de un cuerpo de seguridad compuesto por policías retirados pero armados, que tendrán a su cargo la custodia de algunos lugares públicos. Este grupo de tareas será monitoreado por Bivort, un político que surgió del riñón del ex comisario e intendente de Escobar, Luis Patti.Bivort, frente a Página/12, no negó la especie, pero intentó bajarle el perfil. Primero aseguró que “los vigiladores armados sólo custodiarán el cementerio, el polideportivo y la plaza principal”. Después dijo que todavía era un proyecto, que no estaba escrito ni se había presentado nada al Concejo Deliberante. Finalmente sostuvo que “en caso de ponerse en práctica, no serán más de diez los vigiladores y todos tienen que ser policías retirados con permiso de portación de armas. Y el sueldo saldrá de la Municipalidad”. Lo que se olvidó de agregar el intendente es que los vigiladores nocturnos, además de portar armas, tendrán a modo de compañía y como otra arma, un perro adiestrado como guardián.–Su propuesta es muy similar a lo que en su momento Patti quiso imponer en Escobar.–No. No tiene nada que ver. Además le aclaro una cosa, yo no soy policía. No soy policía, soy sólo un intendente que quiere que los vecinos vivan tranquilos.Más allá de la excusa, el proyecto del intendente no es original. La primigenia idea surgió a mediados de 1999, cuando el intendente de Escobar anunció la formación de piquetes armados ante los problemas de inseguridad que, según él, vivía su municipio. “Convocaremos a policías retirados, empleados municipales y a vecinos para hacer un control de la seguridad del distrito”, decía Patti a manera de presagio de lo que hoy propone Bivort. Quien no oculta la admiración que siente por el ex subcomisario: “Nunca Pilar tuvo un policía como Patti. Vivíamos seguros”, recuerda el intendente y sus ojos brillan.Fue en 1990 que Bivort conoció a Patti, cuando éste estaba detenido acusado de torturar dos detenidos. “Fui a darle mi solidaridad como un vecino más. Pero después se olvidó de mí”, dice Bivort con cierta resignación. Pero agrega: “Tuve que hacerle acordar cuando hablamos de mi candidatura”. Ahora Patti recuerda su apellido, sobre todo luego del triunfo por 45 por ciento de los votos.Hoy el responsable de Seguridad en la provincia es el ex carapintada Aldo Rico, por quien Bivort también reconoce cierta admiración: “La política de Rico es mucho mejor que la de (León) Arslanian”. Pero al parecer el embetunado ministro no puede proveerle los efectivos policiales y las patrullas que Pilar necesitaría. Entonces surgió la idea de esta especie de grupo de tareas rentados por el municipio. “La policía no puede estar en todo lados, entonces pensamos en convocar a policías retirados”, dice para justificar su propuesta este hombre de 34 años, casado, con dos hijos, y que en su temprana juventud creyó que su vocación estaba en Dios y durante tres años estudió para sacerdote en un seminario católico. Luego, y sin abandonar sus creencias, ingresó a la Universidad Católica Argentina donde egresó como abogado. “Todos tenemos algo de santo y de diablo en el cuerpo”, dice Bivort de estas dos profesiones que él considera disímiles. El intendente no está solo en su cruzada contra la violencia. “Si mejora la seguridad de Pilar, y logra que la ciudad se parezca cada vez más a Escobar, juro que hasta pago los impuestos”, sostiene María, quien se autodefine como peluquera, “independiente” desde que la despidieron del salón de belleza de la terminal de colectivos. “Por eso lo voté, estoy harta del despiole que era el gobierno de los peronistas”, insiste María sin imaginarse que coincide con Lourdes, una treinteañera rubia, tostada, dos hijos, marido empresario, que vive en uno de los tantos countries que pueblan la geografía pilarense. “En el country como en los hipermercados se puede andar tranquila, porque hay seguridad privada. Pero en las calles no. Este señor (por Bivort) dice que mejorará la seguridad. Espero que sea así; mi marido y yo lo votamos”, dice y sigue andando por los caminitos de la plaza mientras le pide a Blanca –su empleada– que cuide a los chicos “mientras busco la camioneta”.Cuando Bivort se entera de lo que dice la calle, ríe. Ríe y se recuesta en la poltrona de su despacho de intendente donde luce dos grandes fotos de Juan y Eva Perón y hasta una bandera justicialista: “Siempre fui peronista. Nunca lo oculté. Pero quiero aclarar una cosa, cuando me postulé para intendente no prometí nada. Pero si apoyan mi gestión y mis ideas, en buena hora. Yo lo que pretendo es que el vecino, tanto de un country como de un barrio cualquiera, viva tranquilo y nadie los moleste”.
–Usted habla de vivir tranquilo. Pero, ¿no cree que es peligroso poner gente armada a controlar una plaza que tiene que ser custodiada por la policía?
–¿Pero por qué cree que será peligroso? Ellos sólo estarán para controlar que no haya disturbios y así la policía puede encargarse de temas más importantes.
–Si a uno de los vigiladores se le escapa un tiro, ¿adónde hay que quejarse?
–(Piensa unos segundos.) Bueno, ésa es una de las razones por la que todavía no se presentó el proyecto. Estamos estudiando si legalmente es posible poner en marcha esta idea.Sorprendentemente, para el concejal del Frepaso Fabio Gómez este tema no es preocupante, porque “todavía no hay nada concreto presentado en el Concejo Deliberante. Aquí lo que debe preocupar es el desmantelamiento de la sindicatura que tenía a su cargo el control de los gastos del municipio”. Sin embargo, Diego Schejtman, periodista de El Diario de Pilar, el medio desde donde se destapó el proyecto parapolicial, sostiene que “la idea de Bivort existe y es peligrosa, sobre todo en una ciudad conservadora como ésta. El problema es que lo implementarán, todos estarán contentos, pero cuando se escape el primer tiro, no sé quién saldrá a dar la cara”.

 

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