Por J. N. Cuando el equipo de José
Luis Machinea estaba concentrado en llevar a buen puerto la negociación con el FMI y en
asegurarse el lanzamiento -dentro de las próximas dos a tres semanas de un bono
global por entre 1000 y 1500 millones de dólares para alejar hasta abril cualquier
amenaza de default, Alpargatas y el éxodo industrial a Brasil coparon los medios y
alteraron la agenda oficial, en la que las urgencias de los sectores reales tuvieron muy
poca cabida en relación a las fiscales y financieras. Débora Giorgi, secretaria de
Industria y Comercio, debió romper su silencio y al menos esbozar algunas intenciones.
Pero en el paquete procompetitivo que intentará lanzar Economía no más
allá de comienzos de marzo trabajarán varios secretarios, además de Giorgi. La
pretensión central: lograr que las empresas que en los dos últimos años congelaron casi
todos sus proyectos de expansión desaten las carpetas y retomen los planes. Para eso,
Machinea debe lograr un golpe muy fuerte de rentabilidad: que vuelva a ser negocio
fabricar en la Argentina. Por el momento es difícil saber si lo conseguirá. Los
instrumentos precisos todavía no están, y mucho menos los números. En esto es tan
importante la aritmética como la lógica del paquete, porque hay que lograr la mayor
eficacia con la menor masa de recursos posible. Pero, además, el conjunto debe ser lo
suficientemente importante como para atraer la atención de quienes deciden en el mercado
de proyectos. Que al sumar el impacto combinado de las medidas que anuncie Economía las
cuentas les cierren.Por el momento, el equipo cuenta para iniciar la tarea con un conjunto
de ideas, y además con la decisión de evitar medidas inservibles. Por eso, antes de ser
lanzado, el paquete será intensamente discutido con técnicos e industriales. Como plata
no hay, el plan es una apuesta. Si funciona, generará recursos fiscales con la
reactivación y el crecimiento para autofinanciarse. Si no funciona... Para reducir los
peligros será preciso establecer estrictos mecanismos de contralor. No debe repetirse la
historia de estafas y desvirtuaciones de la promoción industrial.Estas son, por ahora,
las medidas que incluiría el paquete:u Diseñar un trámite más ágil para obtener la
financiación (en 48 cuotas) del IVA que debe pagar el importador de un bien de capital.
El mecanismo ya existe, pero no funciona.u Acelerar la recuperación del crédito fiscal
del IVA por las empresas en el caso de las inversiones.u Rehabilitar el régimen de
importación de plantas llave en mano con arancel cero, cuando la maquinaria no se
produzca en el país. A esos proyectos se les podrían reducir además los aportes
patronales sobre la mano de obra adicional.u Aumentar los reintegros a algunas
exportaciones destinadas a extrazona (Mercosur excluido), pero muy cautelosamente por el
costo fiscal. u Aprobar un régimen ágil de admisión temporaria (sin impuestos) para
ingresar insumos y partes a incluir en exportaciones a extrazona.u Habrá estímulos para
la ampliación de plantas, modo de expansión típico de las pyme, carentes de talla para
importar llave en mano.u Se instrumentarán mecanismos para poner en igualdad de
condiciones a los fabricantes locales de bienes de capital, ya que el arancel cero los
perjudica. Una idea es financiar el IVA también cuando la máquina adquirida sea de
fabricación local.u El paquetito pymes (subsidio a las tasas, etcétera) formará parte
del paquete mayor, y ayudará a hacer bulto.u Se intentará avanzar con Brasil en la
redacción de un protocolo de compras oficiales, para unificar procedimientos de los
gobiernos del Mercosur. Esto les permitiría a proveedores argentinos presentarse en
igualdad de condiciones en las licitaciones del sector público brasileño (y viceversa).
Hay un proyecto, pero está parado. Pese a las angustias fiscales, no se contempla elevar
la protección del mercado interno vía aranceles, aunque haya margen en bienes de
consumo. De hecho, una medida de esa naturaleza debería ser consensuada con Brasil, ya
que existe un arancel externo común. Pero los brasileños, tras haber devaluado, no
muestran ningún interés en tratar el tema.
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