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¿Para cuándo el levantamiento?

Ayer se lanzó el “levantamiento” indígena en Ecuador. No se notó mucho, y los líderes pospusieron el Día D para el miércoles.

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Uno de los retenes militares ayer en las carreteras de Ecuador.El gobierno desplegó a 30.000 agentes de policía y soldados.

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El presidente Jamil Mahuad en su discurso ayer ante el Congreso.Dijo que la alternativa a dolarizar era la hiperinflación.


t.gif (862 bytes)  Un fiasco o una mera prórroga. Esas son las dos interpretaciones posibles que se pueden extraer de los escasos resultados ayer del comienzo del “levantamiento popular e indígena” convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE). El líder de esa agrupación, Antonio Vargas, aseguró que la movilización estaba en plena marcha, pero que sólo comenzaría a hacerse sentir el martes o miércoles. Sea como fuere, ésta es la segunda vez que se pospone de hecho el levantamiento, que anteriormente se proyectaba tendría inicio el jueves 13. Ayer el gobierno no se arriesgó en lo más mínimo y desplegó a 30.000 agentes de policía y soldados para asegurar el libre tránsito en las carreteras, el objetivo primordial del “levantamiento”. Las protestas contra el gobierno se habían debilitado visiblemente tras el anuncio por el gobierno, el domingo, de un plan de estabilización cuyo elemento central era la dolarización. Aprovechando esta situación favorable, el presidente Jamil Mahuad llamó ayer en un discurso ante el Congreso a que se apruebe en menos de un mes el paquete de leyes que implementaría el cambio al dólar. La dolarización “le dice al pueblo ‘tienes derecho a soñar’: soñar que la inflación en el año 2000 sea diez veces menor que en 1999, que el dólar se fije en 25.000 sucres y no suba un centavo más y a que las tasas de interés bajen”, recalcó Mahuad marcando sus palabras con el puño. Concluyó advirtiendo que la única alternativa al paquete era la hiperinflación. El paquete debería aprobarse sin problemas en el Congreso, dado que Mahuad tiene a 90 de los 120 congresistas detrás de su política económica. Todo esto pudo haber debilitado el “levantamiento”, al restaurarle un elemento de viabilidad al gobierno de Mahuad. Fue sólo después del anuncio de la dolarización –y de la baja de las tasas de interés del 150 al 20 por ciento– que comenzaron las deserciones del frente anti-Mahuad. La más importante fue la de los sindicatos de transporte pesado, que el miércoles anunciaron que no se plegarían al “levantamiento”. El apoyo de los camioneros era crucial para que la protesta pudiera paralizar el tráfico a nivel nacional, la mejor manera de desestabilizar al gobierno. Además, en esta semana se notaron menos personas en las protestas organizadas por el principal aliado de la CONAIE, el Frente Patriótico (FP, una agrupación de estudiantes y sindicatos), lo que también se interpretó como prueba de la pérdida de apoyo de los movimientos enfrentados con el gobierno. Ayer, al menos, el “levantamiento” de la CONAIE siguió ese patrón de escasos resultados. A primera hora, periodistas en Quito comenzaron a llamar frenéticamente a remotas estaciones de radio en las zonas andinas para preguntar si había señales de movilizaciones indígenas, cortes de ruta y columnas en marcha hacia la capital. En la mayoría de los casos la respuesta fue negativa. Solamente en la ciudad de Riobamba se pudieron ver algunos piquetes en las carreteras. El ministro de Gobierno Vladimiro Vargas destacó que “las fuerzas del orden impidieron que se cierren carreteras”. Ecuador vive desde hace más de una semana bajo la Ley de Emergencias, que permite el uso del ejército como refuerzo policial. Vargas subrayó que “la protesta no tiene la intensidad que se esperaba”. Pero el Vargas indígena enfatizó que todo marchaba acorde al plan: “La movilización va a ir despacio hasta parar el país. Hoy comenzaron a tomarse diferentes vías en el país, pero recién el martes o miércoles paralizaremos la nación. Luego de eso vamos a tratar de ocupar Quito para reunirnos en pos de la defensa de la soberanía de Ecuador”, anticipó.

 


 

HABLA ANTONIO VARGAS, LIDER DEL MOVIMIENTO INDIGENA
“Queremos instaurar un poder nuevo”

Página/12 en Ecuador
Por Oscar Guisoni Desde Quito

T.GIF (862 bytes) En la siguiente entrevista exclusiva con Página/12 Antonio Vargas, presidente de la poderosa CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador), una de las principales organizaciones opositoras ecuatorianas, explica las razones del descontento popular con el gobierno de Jamil Mahuad, cuál es el objetivo último de las protestas que comenzaron ayer y qué ocurriría en el país si los militares finalmente dan un golpe de Estado.
–¿Cuáles son los objetivos de la protesta convocada desde hoy (por ayer)?
–En Ecuador no estamos conformes con ninguno de los tres poderes del Estado, por eso planteamos la renuncia del presidente de la República y su gobierno, planteamos la disolución del Congreso nacional y la destitución de la Corte Suprema de Justicia. Porque en Ecuador reina la corrupción. El objetivo del levantamiento indígena que hemos convocado es paralizar el país, tomar las calles, tomar las vías férreas y las principales capitales de provincias.
–¿Qué alternativa proponen al gobierno de Mahuad?
—Nosotros queremos instaurar un poder nuevo. Por eso planteamos no a las elecciones anticipadas, sino la asunción de un gobierno de la Junta de Salvación Nacional que gobierne para todos. Porque aquí sólo unos cuatro pudientes han manejado el país y lo han hecho de acuerdo con sus intereses. Porque aquí los banqueros y los empresarios que toda la vida se han aprovechado del Ecuador son los que lo siguen manejando. Y la gente ya no aguanta más, porque está en la pobreza, en la miseria, en la hambruna. Por eso hemos convocado a los 12 millones de ecuatorianos para producir uncambio profundo en el nuevo milenio.
–¿Qué va a hacer la oposición si el presidente renuncia?
—Nosotros planteamos que asuma una junta de un militar, un religioso y un civil, en reemplazo del Poder Ejecutivo. Al actual Parlamento lo queremos cambiar por un Parlamento popular, donde estén representados todos los sectores sociales. Y a la Justicia la queremos reemplazar con la Justicia popular, que sea para todos, no sólo para nosotros los indios, sino también para los de corbata, porque todos deben ser sancionados con la misma vara. Porque aquí nadie ha castigado a los banqueros que han robado, a los empresarios que han destruido el país y nunca han pagado.
—¿Cree posible que haya un golpe de Estado?
—Todo puede pasar. Sólo que nosotros queremos un cambio participativo. Porque el ascenso de una dictadura, la caída de ese modo del presidente, no va a resolver nada.
–¿Cuál va a ser la actitud de la CONAIE y la oposición si hay un golpe militar?
—Nosotros vamos a seguir luchando. Los indígenas hace 500 años que lo venimos haciendo y no vamos a permitir más que los gobiernos gobiernen para un grupo pequeño, queremos un gobierno que gobierne para todos.
–¿Hasta qué día está previsto que dure la protesta?
—La duración es indefinida, hasta conseguir el objetivo. No nos vamos a detener ante nada.
—Hay rumores de que Estados Unidos apoyaría una salida autoritaria...
—Estados Unidos conoce la corrupción que existe en Ecuador y debería ser su obligación apoyar un proceso de cambio pero que beneficie a todos los sectores, que se legisle para todos y no para cuatro o cinco gruposeconómicos. Nosotros hemos hablado con la embajadora de EE.UU. aquí en Ecuador esta semana, hemos explicado el proceso y el programa que tenemos y hemos quedado en seguir dialogando.
–¿Cuál es la postura de la CONAIE ante la dolarización que ha planteado el presidente Mahuad?
—La dolarización sólo beneficia a los banqueros y a los empresarios. No es una alternativa económica para los pobres, no ayuda a la producción, a salir de la miseria. Por eso estamos disconformes con esta medida. Nosotros hemos planteado una serie de medidas diferentes, distribuir las regalías del petróleo entre las provincias, realizar una reforma agraria, que los indígenas trabajemos el campo que está desperdiciado (no sólo hay que prestarle atención a las ciudades), crear microempresas (que aquí casi no existen). Ecuador ha tenido en los últimos años apoyo del FMI, del BID, del Banco Mundial y todos esos recursos han ido a parar a un puñado de grupos y el pueblo indígena nunca ha visto un centavo.
–Si no se encuentra una salida a la crisis, ¿puede desembocar la situación en un enfrentamiento civil más grave?
—Nosotros hemos advertido que si no hay una solución puede haber una explosión social. Si los militares salen contra el pueblo y dan un golpe de Estado, puede haber una guerra civil. Y si continúan con medidas como la dolarización más aún, porque la economía está hecha pedazos y así como se va no hay salida. Así lo vemos.
—¿Hay posibilidad de que surjan grupos armados?
—No, aquí eso no existe. Nosotros trabajamos con la conciencia limpia, porque lo único que tenemos es la conciencia de unidad y de lucha en beneficio del país.

 

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