Por Diego Schurman Está agazapado. Como aquel boxeador que espera un terremoto
de piñas. Desde que se convirtió en el principal candidato a jefe de la CGT, el
camionero Hugo Moyano busca preservarse. Estudia las respuestas. Se sumerge en profundos
silencios. Y ayuda a la memoria entrecerrando los ojos. Pero no siempre puede con su
genio. Es y se reconoce temperamental. Por eso, también como un púgil, puede sorprender.
Y largar de un momento a otro un cross directo a la mandíbula: "La solución para
este país es salir de la convertibilidad".
--¿Cómo?
--Simplemente aplico el sentido común. En la actividad nuestra, de cada 100 camiones que
transportan mercaderías 95 son brasileños. ¿Por qué se van las empresas? ¿Porque los
trabajadores argentinos no sirven? No. Porqué allá tienen muchas más posibilidades por
el tema cambiario. Lo sabe todo el mundo y nadie se anima a decirlo.
--Pero...
--Las pequeñas y medianas empresas dicen: "A nosotros por más que nos den créditos
blandos, por más que nos financien las deudas con la DGI, por más que nos den
flexibilidad laboral, si no vendemos el problema no se resuelve porque no hay mercado
interno"...
--... la campaña de De la Rúa era "un peso, un dolar".
--También dijo que no iba a aumentar los impuestos y fue lo primero que hizo. De la Rúa,
Graciela y Chacho dijeron que se iba a lograr la distribución equitativa de la riqueza,
bajar el desempleo...
--... ¿la reforma laboral no colabora para bajar el desempleo?
--No. No podemos decir que va a precarizar más el trabajo porque ya no se puede
precarizar más. Sí ayuda a debilitar a las organizaciones gremiales y a rebajar los
salarios.
--¿No hay ningún aspecto positivo en el proyecto?
--Es que no sirve para nada. Esto es el presagio de López Murphy antes de la elección.
El decía que para sostener la estabilidad o el sistema cambiario era necesario bajar los
salarios. Yo le agregaría lo siguiente: así los trabajadores tengan salarios asiáticos,
el problema del parate que hay en la economía del país no se resuelve bajando los
salarios. Es un tema de actualización del peso argentino.
--¿Usted sabe el revuelo que puede generar lo que dice?
--Mire, la realidad es que no le podemos vender ni un kilo de arroz a Brasil. Ni a Brasil
ni a nadie. Por más que trabajemos gratis, con el sistema cambiario actual, no se
resuelve nada. Lo sabe De la Rúa, López Murphy, los saben todos los economistas.
De Rosas a Jauretche
Moyano vuelve al estado de vigilia. Pide y convida café. Y se toma un
tiempo para describir los ornamentos de su despacho, en el tercer piso del sindicato
capital de los camioneros. Hay --no podían faltar-- retratos de Eva y Juan Domingo
Perón. Pero se preocupa en destacar un tercero, a su espalda, de Juan Manuel de Rosas, a
quien admira por ser un "símbolo de la soberanía". En cambio, prefiere ignorar
dos guitarras apoyadas en un rincón, que le regalaron durante sus viajes por el interior.
"Es que no tengo oído ni para tocar timbre" se ríe.
--Hablando de oído, ¿usted dijo que Flamarique y Alvarez tocan de oído?
--Yo le digo que Flamarique, con todo respeto, no sabe nada de leyes laborales. Y Chacho
que el otro día dijo que nosotros ya llevamos el período de prueba de tres a seis meses,
como ellos ahora proponen en el proyecto. Ellos no saben nada, y es como dije: tocan de
oído.
--¿Coinciden todos en la CGT en que hay que salir de la convertibilidad?
--Sí. En las reuniones con Flamarique nosotros le dijimos que así se va a profundizar
más la recesión. Cuando se habla de mejorar la calidad, la competitividad, no es serio.
Qué competitividad vamos a mejorar cuando tenemos, por ejemplo, un cambio de dos por uno
con Brasil.
--De acuerdo con su teoría, la reforma laboral busca bajar sueldos para producir una
devaluación indirecta
--Claro. Esta es una devaluación indirecta. Pero no es una solución porque aun
aplicándola seguiríamos sin estar en condiciones de competir. De toda la producción
argentina se exporta muy poco y además hay poco consumo interno. Entonces la economía no
se reactiva.
--Insisto: no debe ser fácil salir de la convertibilidad y devaluar. Usted sabe del
fantasma de la hiperinflación de Alfonsín.
--No debe ser fácil. Pero Brasil salió del uno por uno y no produjo una hecatombe. Por
otro lado, las inflaciones en el mundo están controladas. No es el '89. Lo que se logró
en los últimos años fue un mérito del último gobierno, pero también una tendencia en
el mundo.
--¿Y por qué cree que se busca una nueva reforma laboral?
--Sappia dijo que es una obligación que exige el Fondo Monetario. Igual nada está claro
en el proyecto. Ni ellos te lo saben explicar. Jauretche decía que cuando te explican
algo y no lo entendés tenés que preguntar otra vez. Si te vuelven a explicar y no lo
entendés, tenés que preguntar una vez más. Ahora, si a la tercera vez no lo entendés,
te quieren cagar. Y esto no lo entiende nadie. Hay otro tema que no lo explican bien.
--¿Cuál?
--Ellos están convocando a paritarias. Las paritarias son para pedir aumento de salario.
¿O ellos creen que algún gremio va a discutir paritarias para reducir salarios o
entregar conquistas del convenio?
--¿Pero le parece bien que en muchos sectores la actividad esté regulada por
convenios del año '75?
--Las empresas metalúrgicas que cerraron y se fueron no se fueron por los convenios
colectivos. Hoy sentarse a negociar es para pedir aumentos de salario. ¿Se está en
condiciones de aumentar los salarios? Es muy difícil, aunque el trabajador se lo merezca.
Unidos, pero no mezclados
Moyano lideró el Movimiento de Trabajadores Argentinos, una corriente
que durante el gobierno de Carlos Menem se escindió de la CGT por el marcado
"oficialismo" de su cúpula. Ahora el MTA no sólo volvió al redil sino que el
camionero se convirtió en principal candidato para ocupar la secretaría general de la
CGT.
--¿Cómo se ve junto a sindicalistas menemistas como el actual jefe cegetista, Rodolfo
Daer, quien comparó al Che Guevara con Menem?
--Usted sabe que no son comparables. Son dos épocas distintas.
--El dijo que son dos revolucionarios.
--Todos saben lo que pienso de Menem. No hizo lo que debía hacer.
--¿Y sobre el resto de la dirigencia sindical que apoyó al gestión de Menem?
--Los sindicalistas no tenemos la responsabilidad del endeudamiento, de la venta de las
empresas del Estado. ¿Somos responsables de esta crisis? Acá, para debilitar al
trabajador, primero degradan a la dirigencia gremial. A mí no me van a asustar con nada.
--Usted sabe que el modelo permitió paradojas como que haya sindicalistas que son
patrones de sus propios afiliados. Esto pasa en Luz y Fuerza, que es un holding
empresario, la Unión Ferroviaria...
--Si uno se comporta mal en su casa, lo juzga la familia. Acá lo van a juzgar los
afiliados.
--¿Por qué la CGT, que estuvo cercana a Menem, y el MTA, que lo criticó, se unen?
--Es una estrategia.
--No los une el amor, los une el espanto.
--Nos unen las necesidades. Quizás viene otro período que nos encuentra separado
nuevamente. ¿El Frepaso no hacía críticas muy duras al radicalismo y ahora están
unidos conduciendo el país junto? A pesar de las diferencias entre Duhalde y Menem, el
peronismo también se va a unir.
--¿Después de votar en el '95 la fórmula Bordón-Alvarez ahora es opositor a la
Alianza?
--Durante la campaña presidencial del '99 a los actos contra la flexibilización de Menem
venían Alicia Castro, Marcela Bordenave, Héctor Polino, Alfredo Allende. Sólo Castro
dice ahora que no va a votar una ley de flexibilización. Sappia, acá, en este
gremio, dijo que no era necesario modificar la ley laboral. Y miren ahora, nos quieren
hacer volver a la época de Patrón Costas.
--El interlocutor de la Alianza con la CGT es Enrique Nosiglia. ¿No hablaron de esto
con él?
--No hace mucho estuvimos reunidos con él. Es un político que está preocupado con
muchos otros argentinos. Pero no tiene cargo en el gobierno.
--No tiene cargo formal.
--Bbbueno... alguien tiene que organizar las reuniones. Pero no toma decisiones. Trata de
transmitir pensamientos, pero no toma decisiones.
--¿Usted cree que se puede llegar a un paro por este proyecto?
--No sé, no sé... Sí estoy seguro de que va a haber problemas para que pase por el
Congreso. Esto no se puede votar. Porque esta reforma, sin dudas, es para joder a la
gente.
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