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Para no pisar el palitoal chatear por Internet

Una abogada norteamericana creó la primera agencia de detectives para investigar los antecedentes de personas que entablan una relación a través de la red.

Las investigaciones se limitan a los EE.UU., pero se reciben pedidos del exterior.
La página recibe unas 120 mil consultas por semana.

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Por Mónica Flores Correa
Desde Nueva York


t.gif (862 bytes)  Fue primero una sospecha y el desencanto que siguió a su confirmación lo que empujó a la abogada Linda Alexander a fundar “Quién es él?/Quién es ella?”, la primera oficina de investigación de antecedentes por Internet. “Yo había conocido a un hombre en la red que pareció interesado en entablar una relación sentimental conmigo. Pero no tenía forma de averiguar si lo que me decía era verdad o no. Por mi profesión asistí a una convención de abogados estatales y allí tuve oportunidad de consultar una base de datos y averiguar los antecedentes de esta persona. Descubrí que me había mentido. Entre otras cosas, me había dicho que era viudo y en realidad la esposa convivía con él.” Aunque no es tan habitual que una desilusión derive en un negocio lucrativo, Alexander supo encontrar el lado positivo al desengaño. “Pensé que lo que me había pasado podía ocurrirle a mucha gente que se conoce por Internet y que sería interesante ofrecer un servicio de investigaciones para evitar caer en trampas amorosas fatales.” La agencia ciberespacial de detectives que fundó funciona desde noviembre de 1997. “Nosotros ofrecemos la investigación de los antecedentes que están a disposición de los abogados, investigadores y policías, pero cuya búsqueda, en otras circunstancias, puede tardar varias semanas. La agencia, en cambio, suministra la información al interesado en veinticuatro horas”, cuenta Alexander, quien indica también que su equipo está capacitado para recorrer 40 millones de archivos “y de esta manera evitarle a muchos protagonizar historias de horror”, sostiene.Las “historias de horror” son prolíficas y de variado tenor. Recientemente, “Who is She?/Who is He?” –tal el nombre de la página– indagó en el pasado de una mujer a la que un cliente quería llevar al altar, ni más ni menos. “Resultó que la mujer había estado en prisión por provocar un accidente al conducir alcoholizada. Así, este hombre descubrió que la mujer estaba on line posando de soltera codiciable, pero que tenía un dossier delictivo”, narra la abogada.También están los que actúan de Romeos, pero que en realidad no quieren a una Julieta sino que están detrás de los dinerillos y patrimonios de una dama. “Supimos del caso de una mujer que conoció a un señor en un chat room. Hizo una cita con él, todo parecía muy bien hasta que en cierto momento de la relación, él le pidió prestados 25 mil dólares. Ella se los dio y él desapareció. Esta mujer fue la cuarta o quinta víctima de este hombre que hacía citas a través de la computadora y luego engatusaba a las damas para que le diesen dinero.”En las páginas policiales de los diarios aparecen de tanto en tanto historias aún más terribles. Mujeres violadas, adolescentes asesinados, jóvenes golpeadas por gente que conoció en la red. The New York Times publicó días atrás la historia de un sacerdote católico de Staten Island que hacía citas con jovencitos en Internet con propósitos sexuales. El FBI le tendió una celada y en la última cita el sacerdote se encontró no con el chico que esperaba sino con un agente del FBI que le puso las esposas y se lo llevó a la seccional de policía.“A diferencia del FBI, nosotros sólo investigamos, no tenemos poder para detener a nadie”, explica Alexander. Los honorarios de la agencia no son exorbitantes. Por unos razonables 39 dólares, la agencia realiza una investigación de antecedentes más o menos básica. Es decir, dirección, teléfono, profesión, trabajo, edad. La cifra sube a 75 dólares si se solicita un chequeo completo de antecedentes. Esto incluye información sobre records criminales y civiles, si los hay, bancarrotas, juicios, deudas al fisco. “La mentira más común de los hombres es acerca de su estado conyugal. Las mujeres, en cambio, mienten con mucha frecuencia sobre su edad.”Alexander reconoce que mentir los años suena a pecado muy venial comparado con otras falsedades habituales. “Pero alguien que miente sobre su edad, también es proclive a mentir sobre otras cosas –afirma la investigadora-, y en algunos casos esta mentira puede ser relevante. Si un hombre quiere tener una familia, hijos, y se encuentra con una mujer que declara tener 33 años, pero en realidad tiene 47, allí hay un problema complicado.”Para reducir la invitación al peligro que supone iniciar una relación pantalla de por medio, “Who is She?/Who is He?” ofrece una lista de recomendaciones como medidas de seguridad. Entre ellas, nunca aceptar salir con alguien que da sólo el número de teléfono del trabajo o el pager; informar previamente a un conocido o pariente en qué lugar se tendrá la primera cita; realizar siempre esta cita en un lugar público que uno conozca bien; manejar siempre el auto propio y no invitar a la persona recién conocida a la casa después del primer encuentro. La investigación de antecedentes que hace la agencia se limita a EE.UU. Recibe, sin embargo, pedidos de extranjeros que han conocido estadounidenses on line. Una prueba de lo habitual que se han vuelto los encuentros ciberespaciales de todo tipo es que el site de la agencia recibe unas 120 mil entradas por semana.

 

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