El ex rector
de las universidades de Córdoba y Buenos Aires Francisco Delich es el candidato
excluyente a ser designado esta semana como nuevo director de la Biblioteca Nacional, en
reemplazo de Oscar Sbarra Mitre. El cordobés Delich podría ser acompañado en la
gestión por Josefina Delgado, responsable de la Dirección de Bibliotecas del gobierno de
la ciudad de Buenos Aires. La dirección de la Biblioteca Nacional está hoy virtualmente
vacante, a raíz de que el viernes venció al mandato de Sbarra Mitre. El secretario de
Cultura y Comunicación, Darío Lopérfido, concretó un pacto de caballeros con Sbarra
Mitre para no designar reemplazante hasta el final del mandato que le había sido
conferido. En virtud de ese acuerdo, hoy, o más tardar mañana, se darían a conocer los
nombres de los nuevos integrantes del equipo de conducción del organismo nacional.Delich
estuvo al frente de las dos universidades públicas más importantes de la Argentina: por
tres años, entre 1983 y 1986 fue rector, con carácter de interventor normalizador, de la
de Buenos Aires, y entre 1989 y 1995, rector de la de Córdoba, habiendo sido reelecto
tras su primer período. Abogado y sociólogo, que incursionó en el periodismo, Delich
creó el Ciclo Básico Común de ingreso a la UBA para intentar contener la avalancha de
inscriptos que generó el retorno democrático. En 1986 fue secretario de Educación,
cargo desde el que discrepó en varias oportunidades con su sucesor en la UBA, Oscar
Shuberoff, al que acusó de despilfarrar presupuesto. Las polémicas fueron su fuerte,
durante una etapa importante de su gestión pública, por su propensión a salir al cruce
de las críticas que recibía y a redoblar apuestas a la hora de los adjetivos. Estaba
fogueado en el terreno de las disputas teóricas: había sido en los 50 y tempranos 60
consejero estudiantil de Franja Morada, presidente del Centro de Estudiantes de Derecho y
de la Federación Universitaria de Córdoba.Más cercana a su vocación de sociólogo
parece una de sus varias obras publicadas, El desempleo de masas en la Argentina, que
apareció en 1997. A fines de los 80, mientras apoyaba la candidatura presidencial de
Eduardo Angeloz, Delich había originado más de una sonrisa de costado en el mundo
académico y político al convertirse en columnista del noticiero sensacionalista
Nuevediario. En su larga carrera en los cargos públicos vinculados a la
educación, sostuvo varias veces que el problema en el terreno no es la posible falta de
recursos sino la baja calidad de las gestiones. En Córdoba, durante su gestión, se
aranceló parcialmente la universidad, en medio de críticas tenues que no impidieron su
reelección posterior. En ese momento, sostuvo que el arancelamiento de la universidad no
era una traición al espíritu de la Reforma de 1918, ya que se decidió una cuota mínima
que sólo pagaban los que podían. No lo entendió así la FUBA, que repudió la
decisión.En los últimos años, Delich vino sosteniendo un perfil bajo, aunque en el
ámbito del radicalismo se lo considera un experto en gestión y un hacedor desde la
función pública. La gestión de Sbarra Mitre ha sido considerada buena por su pluralidad
y su tendencia a abrir el organismo tanto al público masivo como a las posibilidades de
la nueva tecnología. El hijo de Delich es una figura importante en el gobierno de
Fernando de la Rúa: oficia de virtual viceministro de Educación, desde el cargo de
secretario de Educación básica.
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