|
Por Alejandra Dandan Desde Villa Gesell y Pinamar El dato suena ocurrente: "En Pinamar andan muy bien, pero muy bien los supermercados y las casas de comidas". La definición del secretario de Turismo de esta localidad, Juan José Rodríguez, da el pulso de una temporada en la que los comerciantes cuentan una caída de entre el 20 y 30 por ciento del consumo. El indicador vuelve a repetirse en Mar del Plata entre los gastronómicos quienes a igual cantidad de cubiertos han registrado la caída del gasto por persona. Bajo este mandato de menor consumo se inició una temporada que mantiene primero en el ranking al clásico del fin de semana largo. De jueves a domingo ciudades como Pinamar, Gesell y Mar del Plata terminan con una sobrepoblación que desaparece el lunes, aun en esta quincena considerada, en el mundo del turismo, la "alta/alta". Sólo en Mar del Plata la ocupación inmobiliaria está entre un 20 y 30 por ciento por debajo de la temporada pasada. "Si tuviésemos que hacer una puntuación de uno a diez, podríamos decir que en los primeros quince días del mes, la ocupación fue de seis y la quincena que comienza está entre el ocho y nueve". Con estos datos el secretario de Turismo en Pinamar da cuenta de una mejora en la ocupación a partir de este último fin de semana aunque, admite, estamos "entre un 10 y un 20 más abajo del '99". Este perfil mejoró sobre un comienzo de enero boicoteado por el fatídico Y2K, la crisis recesiva y los anuncios económicos. Estos tres ejes toma Rodríguez para cifrar en 20 por ciento la caída en la ocupación: durante primeros quince días del año, los hoteles funcionaron a un 50 por ciento mientras que las inmobiliarias lo hicieron a 60 por ciento. Estos números empiezan a generar una corrida entre la gente que tradicionalmente llegaba al balneario. "La característica fundamental --dice Rodríguez-- fue la caída del consumo. Se ha visto a la gente consumiendo mucho menos en paradores y balnearios y más en los supermercados". Algo extrañado, Rodríguez mira de refilón la costa de sus playas y se sorprende: "Se empieza a ver gente con heladeras en la playa o quienes vuelven a sus casas para el almuerzo y después regresan. Situación que aquí no se veía". Ese mismo pulso del veraneante aparece entre los datos relevados por la Cámara de Hoteleros y Gastronómicos de Mar del Plata. "En los restaurantes --indica un vocero--, a igual cantidad de cubiertos que años anteriores, el consumo individual cayó un punto". Ese turismo ocupa primero hoteles de cinco, cuatro y tres estrellas. Por eso Carlos Piglia, vicepresidente del Entur, dice que "es en esta franja donde se observa la menor ocupación como resultado de los últimos dieciocho meses de recesión". De todos modos lejos de aventurar lecturas pesimistas, Piglia se ufana: "Aunque estamos hablando de la quincena alta/alta, aquí se va a confirmar la tendencia de la primera. Pero si Mar del Plata es mirada desde los parámetros generales de la temporada, debemos decir que estamos sorteando la situación de modo más o menos aceptable". A esta altura, según Miguel Donsini del Colegio de Martilleros, del año pasado ya estaban alquiladas el 90 por ciento de las casas, pero hasta hoy sólo han ocupado un 75. "Sigue entrando gente, pero lo hace muy lentamente --dice Donsini--: va a haber menos gente que la temporada pasada, menos durante el fin de semana que Mar del Plata se completa". Los cálculos del colegio dan como saldo de primera quincena otra caída: 20 por ciento menos que el '99. En este marco, Gesell es la única que brilla. Al menos así lo dice el secretario de Turismo, Jorge Ziampris: "Estamos realmente bien, nos estamos moviendo con indicadores idénticos a la temporada anterior en que la ocupación fue del 85 por ciento". Y para el clásico fin de semana, el funcionario aventura: "Habrá sobreocupación cada fin de semana".
|