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Por Victoria Ginzberg Las Abuelas de Plaza de Mayo demandaron la reconstrucción de todas las maternidades clandestinas que existieron en el país durante la dictadura. La agrupación considera que éste es un trabajo pendiente que ayudaría a descubrir casos inéditos de mujeres que dieron a luz estando secuestradas. La solicitud se hizo en una reunión que mantuvieron ayer las Abuelas con la subsecretaria de Derechos Humanos, Diana Conti. La entrevista entre Conti y las Abuelas de Plaza de Mayo en la que estuvo presente casi la totalidad de la comisión directiva de la agrupación fue la segunda de la ronda que la subsecretaría planeó con los organismos de derechos humanos. La agenda estuvo ligada a la problemática de los hijos de desaparecidos que fueron apropiados. En este caso, el controvertido tema de la formación de una Comisión de la Verdad no fue tratado en profundidad. Las Abuelas hicieron tres pedidos puntuales: la jerarquización de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), la creación de un centro de atención psicológica para los jóvenes apropiados y la reconstrucción de las maternidades clandestinas. La Conadi fue formada en 1992 y es la encargada de recibir a los jóvenes que tienen dudas acerca de sus orígenes. Sus funciones no se limitan a los casos de chicos que fueron apropiados por los militares sino que tiene competencia para intervenir en cualquier hecho en el que esté implicada la identidad de un menor, por ejemplo, en tráfico de bebés. El organismo está integrado por las Abuelas, la Procuraduría Nacional y asesores de menores. Antes de terminar su mandato, el ex presidente Carlos Menem se había comprometido a convertir a la Conadi en un organismo autónomo, pero la promesa no fue cumplida. Ahora, las Abuelas pidieron su jerarquización, es decir, que se le dé mayor impulso y presupuesto. Rosa Roisinblit, vicepresidenta de las Abuelas, afirmó a Página/12 que la solicitud para reconstruir las maternidades clandestinas apunta a localizar nuevos casos de embarazadas detenidas durante la dictadura. Sabemos que hay muchos, sobre todo en el interior del país, manifestó.Las Abuelas tienen 260 denuncias de niños secuestrados o nacidos en cautiverio 64 fueron restituidos, pero calculan que hay cerca de 500 chicos desaparecidos. Saben que en 24 centros clandestinos pasaron mujeres embarazadas. Cinco de esos lugares funcionaron en Capital Federal, trece en la provincia de Buenos Aires, uno en Tucumán, dos en Rosario y tres en Córdoba. Pero sospechan que existen numerosos casos y sitios no denunciados y que la búsqueda y reconstrucción de las maternidades podría ayudar a dilucidarlos.La Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y el Hospital Militar de Campo de Mayo son los lugares en donde se comprobó que existieron las dos mayores maternidades clandestinas. En la ESMA, las detenidas esperaban el momento del parto en el sector del campo denominado capucha o en una habitación del altillo especialmente habilitada para ese fin, a la que se llamaba la piecita de las embarazadas. Los alumbramientos se producían en esa pieza o en el subsuelo del edificio. En Campo de Mayo, la maternidad funcionaba en la sección de Ginecología y Obstetricia y en el pabellón de Epidemiología del Hospital Militar. Allí, las mujeres permanecían con los ojos vendados o con anteojos totalmente negros y tanto ellas como los bebés que parían eran identificados como NN. Aparentemente sus datos no eran registrados. Roisinblit aseguró que vio a Conti con buena predisposición y que la funcionaria quien hoy se entrevistará con el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH) dijo que iba a hacer lo posible para responder sus demandas.
POLEMICA POR LEY DEL ARREPENTIDO La ley del arrepentido, desde el principio, fue una norma controvertida. Pero una nueva polémica se desató ayer después de que el Gobierno enviara el proyecto de ley al Congreso. Mientras que el justicialismo avaló el texto enviado por el Ejecutivo, los diputados oficialistas discutieron posibles modificaciones: la eximición de prisión podría ser reemplazada por una reducción importante de la pena y se acotarían los beneficios de los imputados. Los alineamientos a favor y en contra también dividieron aguas entre Memoria Activa y Familiares y Amigos de las Víctimas de la Masacre de la AMIA. Los ocho diputados de la Alianza que integran la comisión de Legislación Penal estuvieron discutiendo el beneficio de eximición de las penas para encontrar una solución intermedia. Por su parte, la radical Elisa Carrió y el socialista Alfredo Bravo mantienen una postura contraria e irreconciliable con la figura penal del arrepentido, tal como lo manifestaron con el proyecto del gobierno anterior. Por ahora, el bloque justicialista es el único que no presentó objeciones al contenido original.A su vez, Memoria Activa volvió a pronunciarse en oposición a la iniciativa oficial, mientras que Familiares ratificó su apoyo y calificó de mente chica a los que se oponen por internas y contradicciones que se hacen públicas. Desde Memoria Activa prefirieron no responder a las acusaciones de petardismo, difamación de las negociaciones y politización de los muertos, aunque sí definieron la medida como el manotazo de ahogado para terminar con la causa, más cercano a una verdad construida y armada para las circunstancias que a una verdad consecuente con una investigación coherente.
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