Ayer, un
día después de haberse reunido con su par brasileño, el canciller argentino, Adalberto
Rodríguez Giavarini, convocó a los gobernadores Carlos Ruckauf, Carlos Reutemann, José
Manuel de la Sota, Adolfo Rodríguez Saá y Oscar Castillo para discutir y acordar la
propuesta para el régimen automotor que llevará la delegación argentina hoy a San
Pablo. El objetivo central del encuentro fue que Argentina presente a Brasil una propuesta
consensuada y unificada.Al final del cónclave el gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf,
sostuvo que la presencia de los gobernadores de la oposición a la reunión respondía a
la necesidad de que Argentina vaya a esta discusión con una sola posición. Todos
defendiendo la mano de obra y las empresas argentinas, que queremos que sigan siendo
argentinas. Nuestro país debe defender su industria, aseguró.Acerca del encuentro,
del que también participaron el vicecanciller Horacio Chighizola y la secretaria de
Comercio, Industria y Minería, Débora Giorgi, el santafesino Carlos Reutemann declaró
que el 99 por ciento se dedicó a tratar la cuestión automotriz. Es un momento muy
especial de la producción, de precios no rentables, de una recesión fenomenal, entonces
desde el Estado tendremos que hacer todo lo posible para cuidar lo que tenemos,
afirmó el gobernador. Que las empresas se vayan no es solamente un problema de las
provincias, sino nacional, agregó.A su turno el vicecanciller Chighizola declaró
escuetamente que el Ministerio de Relaciones Exteriores había informado a los
gobernadores los detalles de la segunda etapa de las negociaciones que se iniciarán
a partir de mañana dentro del esquema transitorio del acuerdo
automotriz, y destacó la intención del Gobierno de lograr, en el marco del
Mercosur, un acuerdo con Uruguay y Paraguay.A pesar de la evidente preocupación de los
funcionarios por los problemas que atraviesan distintos sectores productivos, en
particular del éxodo de empresas en los más afectados automotor y textil, Rodríguez
Giavarini quiso evitar que las discusiones bilaterales se centren sólo en lo económico
para remitirse a las cuestiones de política internacional. Frente a las consultas sobre
la reunión de cinco horas que mantuvo anteayer con su par brasileño, Luiz Felipe
Lampreia prefirió referirse a asuntos de defensa, de coordinación con organismos
internacionales y hasta viales. Rodríguez Giavarini dijo que con Lampreia hubo
discusión, pero más que nada acuerdos. Sin embargo, destacó que la negociación
fue firme, como todas las que incluyen la defensa de intereses genuinos. En cuanto a
las sensibilidades locales, la imparable sangría industrial hacia Brasil que se aceleró
desde los últimos meses del año pasado, el canciller destacó que más que un
éxodo, se trata de un planteo claro de que estas empresas necesitan condiciones de
competencia. Y para graficar dividió en dos el problema. Por un lado la
devaluación en Brasil, sobre la que se limitó a reclamar la necesidad de
establecer nuevas reglas de juego, sin especificar cuáles serían esas nuevas
reglas, por otro; la situación interna. Argentina recibió la peor de las
herencias: un déficit fiscal de tal potencia que nos saca de competencia, de la
posibilidad de producir correctamente. Pero, si recorremos el camino que
representa sacrificios, tendremos una luz muy clara en el fondo.
PROPUESTA DEL SECTOR AUTOMOTOR
Transición de siete años
Un día
antes de que se retomen las negociaciones con Brasil por el próximo régimen automotor
común a ambos países, los empresarios y sindicalistas del sector le alcanzaron una
propuesta de consenso a Fernando de la Rúa con la esperanza de que el
Gobierno la tenga en cuenta en la pulseada con el país vecino. En el documento,
empresarios y sindicalistas reclamaron un período de transición de siete años hasta que
comience a regir el libre comercio.Durante el encuentro de una 1 hora y 40 minutos en el
despacho de De la Rúa, tanto los representantes de las terminales y autopartistas como
los gremialistas pusieron al sector automotor como ejemplo en materia de reforma laboral.
Gracias a esos adelantos, que nos permiten pactar acuerdos por fábricas, se logró
la especialización del sector, comentó Luis Ureta Sáenz Peña, titular de Adefa,
la cámara que agrupa a los fabricantes. De la reunión participaron, además, José Luis
Machinea, la secretaria de Industria, Débora Giorgi, y los diputados Rafael Pascual y
Juan Pablo Baylac. Giorgi será la encargada de abrir hoy las negociaciones en Brasilia
con el funcionario brasileño José Botafogo Gonçalves.Los principales puntos de la
propuesta que le presentaron al Gobierno son los siguientes:u Plazo del régimen de
transición: 7 años.u Régimen de intercambio: se establece un sistema de compensación
para cada segmento de la industria, con un margen de flexibilidad del 15%. El excedente
debería tributar un arancel externo común de entre 31% y 35%.u Cuota de importación
desde extrazona: no debe exceder el 10% de la producción anual de cada país.u Norma de
origen: el contenido importado de los vehículos no debe ser mayor al 40%. El contenido
local de autopartes debe ser de un 30% como mínimo, para el año 2000. Progresivamente,
debe alcanzar al 60%.Para el Gobierno, las tratativas con Brasil adquirieron una
importancia vital debido a la ola de empresas autopartistas que se van de la Argentina
para instalarse en Brasil.
|