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LAGOS IMPULSA UNA REFORMA LABORAL Y CAMBIOS EN LA CONSTITUCION
Cómo abrir las “leyes cerrojo”

El socialista Ricardo Lagos podría llegar a acuerdos con la derecha para eliminar a los senadores designados por la Constitución de Pinochet. También quiere poder nombrar o revocar a los mandos militares.

Eduardo Frei y Ricardo Lagos saludan a simpatizantes desde el Palacio de la Moneda que Pinochet bombardeó en 1973.

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Página/12 en Chile
Por Pablo Rodríguez Desde Santiago

t.gif (862 bytes)  Anteayer fue el día del protocolo: las entrevistas, las visitas de la ocasión y los saludos de los mandatarios extranjeros. Pero ayer el presidente electo de Chile, Ricardo Lagos Escobar, comenzó a delinear, anunciar y palpar las líneas futuras de su gobierno. En la mañana, se reunió con los presidentes de los partidos integrantes de la Concertación oficialista. Y luego se reunió durante una hora con el presidente Eduardo Frei en el Palacio de la Moneda. Algunas de las 300 personas que se aglomeraron frente al edificio, al grito de “A la Moneda otra vez”, pudieron entrar en el Palacio cuando los carabineros abrieron el vallado, y asistieron a un exclusivo mensaje de Frei y Lagos en el patio central del palacio. En medio de las dos actividades, Lagos dio una extensa conferencia de prensa, mostrando el traje que le sienta más cómodo: el de estadista, detrás de un púlpito, explicando. El presidente electo de Chile habló de todos los temas: desde el caso Pinochet hasta la perspectiva de integración del país en Latinoamérica, y desde su pasado en el gobierno de Salvador Allende a este escenario nuevo donde él mismo anuncia que “hay que llegar a acuerdos con la derecha”. El lugar de la conferencia de prensa fue el Instituto Nacional, donde Lagos cursó sus estudios secundarios. “Los he convocado aquí porque esta institución es un símbolo de lo que es la educación pública”, anunció. Volvió a agradecer el gesto del candidato de la derechista Alianza por Chile, Joaquín Lavín, de ir a saludarlo muy temprano en la tarde del domingo e iniciar así lo que parece ser una nueva relación entre la derecha, que hasta hace poco representaba la defensa irrestricta de la dictadura, y la Concertación, que había nacido para derrotar al régimen de Pinochet. Lagos le ganó a Lavín con más de 2,5 puntos de diferencia, pero la derecha creció más de 10 puntos respecto de las elecciones presidenciales de 1989 y 1993. Ahora los comicios presidenciales dejaron al país electoralmente partido en dos, con dos propuestas de gobierno que terminaron pareciéndose mucho. “Creo que la derecha y nosotros tenemos una visión distinta de la sociedad, pero en la solución de determinados temas concretos podemos llegar a algunos acuerdos”, reconoció ayer el presidente electo. En la lista de urgencias de Lagos, lo primero es la reforma laboral, que en la campaña para la primera vuelta había generado una fuerte controversia entre la derecha y la Concertación. “No podemos tener flexibilidad laboral sin tener al mismo tiempo un seguro de desempleo”, sentenció.El presidente electo también se refirió a otros temas de la próxima agenda que son un poco más delicados: reformas a la Constitución vigente, sancionada por Pinochet en 1980, y la posibilidad de juzgar al ex dictador. “Hay reformas constitucionales sobre las cuales creo que es posible llegar a un consenso. El presidente de la UDI (Unión Demócrata Independiente, el partido de Lavín), Pablo Longueira, dijo que estaba dispuesto a avanzar en reformas constitucionales. Ojalá sea así”, declaró. Y hasta se animó a sugerir que debe reformarse el artículo constitucional que establece que el presidente no puede remover a los jefes de las Fuerzas Armadas. Lagos reiteró que el juicio a Pinochet en Chile es “una cuestión judicial”, y advirtió que “razones humanitarias hay para todos, y sobre todo para aquellos que esperaron 26 años para saber dónde están los que hoy no pudieron votar”.En cuanto al inédito entendimiento entre la derecha y la Concertación, la Cámara de Diputados se reunió ayer, en su sede de Valparaíso, en mediode abrazos y saludos. El diputado de la derechista Renovación Nacional (RN), Víctor Pérez, reconoció que ya comenzaron a discutir puntos sobre reformas laborales y las agendas futuras para educación y salud. Y el propio Lavín se acercó ayer a Valparaíso para “acomodar a la tropa” respecto de este incipiente acercamiento. Entretanto, el diputado de RN Maximiliano Errázuriz y el diputado del oficialista Partido por la Democracia, Nelson Avila, le dieron forma simpática al acercamiento. Avila y Errázuriz habían hecho una apuesta antes de las elecciones y ayer el legislador oficialista se la cobró. En la peatonal céntrica de Paseo Ahumada, Errázuriz le lustró los zapatos a Avila, quien le tiró 100 pesos de propina (20 centavos de dólar).La Constitución del ‘80 contiene un conjunto de normas derivadas del proyecto de Pinochet de instituir “una democracia protegida”. Entre ellas figuran un sistema electoral binominal, que favorece a la segunda minoría (en este caso, la derecha), varias prerrogativas de las Fuerzas Armadas y la institución de nueve senadores designados, más senadores vitalicios (ex presidentes). El punto que UDI y RN podrían capitalizar políticamente es la anulación de estos senadores, ya que de todos modos, si Pinochet abandona el Senado y Frei asume como senador vitalicio, la derecha pierde la mayoría que estos senadores no electos le garantizaba.En todo caso, la situación es bastante paradojal. El primer presidente socialista de Chile desde Salvador Allende parece dispuesto a acordar una agenda común de gobierno con la derecha que apoyó a Pinochet. Lagos mismo respondió a la paradoja. “Soy consciente de lo que significa ser elegido presidente de la República habiendo colaborado con el gobierno de Salvador Allende. Y a mucha honra que lo hice. Pero son momentos históricos muy distintos el de 1970 que el del 2000. Y estoy seguro de que, si todos aquellos que formamos el gobierno de Allende estuvieran vivos, estarían aquí colaborando con nosotros”.

 

Y cómo entrar al Mercosur

En la conferencia de prensa ofrecida ayer en el Instituto Nacional, el presidente electo Ricardo Lagos, dedicó una parte a explicar su posición frente al Mercosur. “En el pasado, nuestro país ha hecho su política exterior sin atender a su inserción en América latina, explicó. “Aspiro a que, en mi gobierno, Chile se convierta en un miembro pleno del Mercosur, y que el Mercosur adquiera un status político. Y esto implica también que el Mercosur establezca un mecanismo para resolver sus diferencias internas. No es posible que cuando un país tiene que devaluar, el tema se resuelva a través de llamadas telefónicas”, completó.


 

La victoria electoral en clave politológica

Por P.R.

t.gif (862 bytes) Por primera vez desde el fin de la dictadura en 1989, Chile se dividió en dos mitades casi iguales en elecciones presidenciales. Para la Concertación, fue el llamado de alerta hacia una renovación, pero también será el inicio de disputas internas. Para la derecha, es la consagración de Joaquín Lavín pero también la incógnita de un futuro donde los partidos parecen menos fuertes que su candidato. En este nuevo escenario, además, la Concertación y la derecha acercaron como nunca sus discursos. De estos y otros temas, Página/12 dialogó con el sociólogo Tomás Moulián y con Alfredo Joignant, investigador del Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad de Chile.
ron2.gif (93 bytes) ¿Qué votos captó Lagos para desempatar el resultado de la primera vuelta? Para ambos analistas, es difícil llegar a una conclusión. Moulián asegura que “Lagos obtuvo gran parte del tres por ciento del Partido Comunista y con eso sacó la diferencia sustancial”. Para Joignant, “sólo una parte del voto comunista fue a Lagos. El resto puede estar en varios lugares: votos que sacó a Lavín, los que se agregaron a la primera vuelta, etc.”.
ron2.gif (93 bytes) ¿En qué medida se están acercando las posiciones, antes irreconciliables, entre la derecha y la Concertación? “Lagos reconoció a su igual en la derecha, Lavín, como si se tratara de un acto de la política norteamericana”, dice Moulián. “Pero a partir de ahora comenzará a regir la lógica de los partidos. Y allí los discursos quizás vuelvan a diferenciarse. Pero el acercamiento es indudable”, completa. “El fenómeno Lavín respondió a una crisis económica muy profunda, el desgaste de la Concertación y el estilo tecnocrático impuesto por Eduardo Frei”, interpreta Joignant. “Esto generó una reubicación del discurso de Lagos, pero no es seguro que la derecha y la Concertación se acerquen mucho más”.
ron2.gif (93 bytes) ¿Es posible que ese acercamiento derive en una reforma de la Constitución? Moulián y Joignant coinciden en que la derecha aceptará reformar la Constitución, pero “sólo en cuanto a los senadores designados”, afirma Moulián. “No van a proponer ninguna reforma al sistema electoral binominal, porque por ahora los favorece. A la larga, igual, tendrán que aceptar esa reforma. Se puede decir que empezó la hora de la democratización de la Constitución”, anuncia Joignant.
ron2.gif (93 bytes) ¿Cuál es el futuro de la derecha? “Si Lagos cambia el estilo de gobernar, si da un giro republicano, más a la francesa, se socavan las bases de sustentación de Lavín. No desaparecen, pero va a ser muy difícil que pueda repetir esta elección”, opina Joignant. “Por otra parte, la UDI (Unión Demócrata Independiente) y RN (Renovación Nacional) no pueden sacar en elecciones municipales y legislativas el casi 49 por ciento que sacó Lavín”, asegura. Para Moulián, “Lavín dirigirá la campaña para concejales, será alcalde de una comuna popular, quizás La Florida, y va a intentar formar un partido populista conservador”. Pero si hace eso, según Joignant, “RN va a dar pelea”.
ron2.gif (93 bytes) ¿Cuál es el futuro de la Concertación? “La Concertación va a iniciar un proceso de disputas internas, no por puestos de poder, sino por definir su proyecto general. Hay un sector del Partido Socialista que cree que la Concertación decreció y la derecha creció por no haber hecho los cambios necesarios en el modelo, tanto en materia económica como política”, pronostica Moulián. En cambio, para Joignant, la tensión se dará entre los que en Chile llaman, estrambóticamente, “autoflagelantes” y “autocomplacientes”. Para los primeros, luego del mal resultado de las elecciones legislativas de 1997,hay que revisar los acuerdos básicos de la Concertación. Los segundos piensan que no debe haber ningún cambio. “La situación es terrible. El sector de los autocomplacientes, liderados por Eugenio Tironi, quedó como ganador de la elección. Y si no se da ya un debate de alto nivel sobre las líneas generales de la Concertación, entonces la coalición se va a hundir”, resume Joignant. “Los dirigentes de la Concertación se dieron cuenta de que deben conectarse con las organizaciones de base, hacer trabajo local, mantener partidos articulados en todo Chile y hacer política no sólo en época de elecciones. Si no lo hacen ya, la Concertación desaparece”, sentencia Moulián.

 

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