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![]() Al margen del jolgorio, los expertos del CSIC trabajan con la seriedad necesaria para dar mañana una primera respuesta oficial. Uno de los científicos consultados fue Fernando López, de la cátedra de Hidrología de la Universidad Autónoma de Madrid, quien admitió que el equipo trabaja sobre todas las hipótesis posibles, aunque anticipó que lo menos probable es que los objetos tengan un origen cósmico o extraterrestre, dado que "el hielo se ha formado en la atmósfera". En la primera etapa de labor, los especialistas han extraído las impurezas de las muestras, sometidas ahora a análisis tanto químicos como isotópicos. López dijo que el estudio es complejo, porque por tratarse de hielo las muestras presentan una mineralización muy pequeña. "Son muy irregulares, ya que presentan tamaños y formas muy diversas, y para cada tipo de análisis químico e isotópico siempre se requiere una nueva muestra", lo que significa una dificultad dada la escasez del material sólido disponible. La primera bola de hielo cayó el 8 de enero pasado en Sevilla, en el sur de España, dañando el techo de un automóvil, mientras que en Valencia, en el norte del país, otro cubito gigantesco atravesó la estructura de chapa de un taller mecánico. También se denunciaron casos similares en la franja central, en Zaragoza, Soria y Albacete. Las piedras congeladas, según la confusa información reunida, tendrían tamaños y pesos extraordinarios, lo que estaría desechando un modesto granizo. Se denunció el hallazgo de un trozo de hielo de más de siete kilos. Los expertos han puesto en duda la posibilidad de un fenómeno natural, dado que en muchos de los lugares ni siquiera estaba nublado. Y otros aseguran que una nube nunca podría retener semejante carga. El catedrático Fernando López descartó la posibilidad de que se trate de un objeto cósmico, pero otro experto del CSIC, Jesús Martínez Frías, estimó posible que el origen haya sido la desintegración de un cometa. La otra hipótesis es que se trate de hielo condensado en las alas de los aviones o el congelamiento de los desperdicios que arrojan los baños de las aeronaves. Sin embargo, algunos casos ocurrieron en lugares como Cádiz o Soria, muy alejados de las rutas aéreas. El misterio científico le ha cedido paso a la broma. El diario El Mundo, de Madrid, publicó su receta sobre cómo lograr "el maná congelado". El consejero bíblico fue Juan Abenojar, dueño de una fábrica de hielo. El diario propuso también cómo dejar el anonimato: "Con un poco de nieve y un buen arcón, usted también puede convertirse en el propietario orgulloso de algo sospechosamente parecido a esos bloques de hielo que calientan las noticias". El diario El País, por su parte, convoca a saber distinguir la línea que separa la presunta realidad de la supuesta ficción. O dicho en otras palabras, separar "el grano sideral de la paja hispánica". Mientras se espera el veredicto final del CSIC, muchos españoles están pensando en convocar a Batman y Robin, por las dudas se trate de una nueva y helada aparición del malvado Capitán Frío.
Acusación por un viejo asesinato
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