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EL FESTIVAL DE PUNTA DEL ESTE TOMA COLOR, PERO TODAVIA NO APARECIERON GRANDES TITULOS
Cómo llegar a Europa cruzando el charco

Hasta ahora, lo más destacable fue "Goya en Burdeos", nuevo film de Carlos Saura que obligó a agregar funciones en sala del Cantegril. El espectáculo pasa por los invitados: Robert Duvall volvió a bailar el tango; Maribel Verdú habló de sexo y el actor clase B Lando Buzzanca se ensañó con Nanni Moretti y Maradona


Por Martín Pérez
 Desde Punta del Este

t.gif (862 bytes) Sucedió el miércoles por la noche en el cine del Cantegril, cuando Carlos Morelli le entregaba el premio a la trayectoria al español Carmelo Romero. Entre el público que desbordaba la sala, con sillas en los pasillos y gente en el hall pugnando por entrar, hubo quienes se rebelaron a viva voz. A tal punto llegó el escándalo, que Morelli y Romero dejaron el micrófono a Ricardo Dutra, presidente de la comisión organizadora de "Europa, un cine de Punta 3". Luego de confesar que la convocatoria los había sorprendido, Dutra anunció que se agregaría otra función de Goya en Burdeos, el último film de Carlos Saura, para quienes se habían quedado sin entradas, y los ánimos se calmaron lo suficiente como para comenzar la proyección del que hasta ahora es el film más convocante del festival.

  Más allá del mal rato, causado por una excesiva venta de entradas (que nadie controló ya que la capacidad del cine, 600 localidades, nunca se había visto colmada), el lleno total les permite a los organizadores festejar su triunfo. Luego de un primer año en el que ocupó una sala en un multicine, y una segunda edición que recuperó la histórica sala del Cantegril, pero lo alejó del centro, esta tercera edición tal vez sea recordada como la que confirmó que el festival se hizo un lugar en la oferta cultural de Punta del Este. Al menos como para que cierto público esteño opte, a la hora de ir al cine, por concurrir a ver un festival de cine europeo antes que el mejor cine estadounidense --ya se están viendo aquí American Beauty, The Insider y la última de Scorsese, por ejemplo-- que las distribuidoras suelen destinar a la temporada de Punta del Este.

  "Mi orgullo es que el martes exhibimos un film como Jaime, y tuvimos una buena afluencia de público", le dijo Morelli a Página/12. "Más allá de sus virtudes estéticas, el asunto es que en otros años, si a uno se le ocurría presentar un film de Portugal y Luxemburgo, sin estrellas, corría el riesgo de que la sala estuviese vacía. Algo que esta vez no sucedió". El orgullo de Morelli es justificado, pero el ejemplo de Jaime tal vez no sea el más indicado. En particular porque, aunque venía precedido por el premio especial del jurado de San Sebastián, el film del portugués Antonio Pedro Vasconcelos es una muestra del cine más manipulador que se puede hacer al contar la historia de un niño que intenta salir adelante, solo por la vida. En las antípodas de obras como Los 400 golpes o Crónica de un niño solo, Jaime es una obra construida a fuerza de golpes bajos y lugares comunes, que se pretende sensible, pero es apenas calculadora y demagógica.  

  El caso de Jaime, sin embargo, sirve para preguntarse si el convenio concretado por la Municipalidad de Punta del Este con European Film Promotion no será contraproducente para el festival. Es cierto que permitió que el evento no dependa tanto de películas aportadas por los distribuidores porteños, y tenga un perfil más de auténtico festival al exhibir films que tal vez no se vean en otro lugar. Pero, al mismo tiempo, deja la programación atada a otros festivales, en este caso al de San Sebastián, que en 1999 recibió críticas por su descarada comercialización y populismo, confirmadas por los films premiados que se alcanzaron a ver aquí. "Como no es fácil conseguir películas subtituladas, la mayoría de los films seleccionados para venir a Punta son los que antes estuvieron en San Sebastián", confesó Claudia Landsberger --presidenta de la junta directiva de la EFP-- a este diario. Ante la consulta de si esto va a ser siempre así, Landsberger deslizó que "el mejor escenario posible es que logremos vender alguno de los films presentados, con lo que seguramente podremos ampliar el espectro de películas a seleccionar". Morelli aseguró que no le asusta el desafío. "Si se trata de ver filmografías que son desconocidas para nosotros, prefiero correr todos los riesgos".

  Claro que el riesgo de encontrarse con un film como Jaime no sólo lo corre Morelli, sino también el público y los cronistas, que se encontraron con más decepciones que hallazgos. Hay que destacar que la función de anoche concentró los films más esperados --la española Solas, la francesa La chica en el puente, de Patrice Leconte, y El tiempo recobrado, de Raúl Ruiz-- cuya calidad (o no) bien puede alterar el balance del evento--, pero por lo visto hasta ahora, esta tercera edición de "Europa, un cine de Punta" se confirma como un festival mucho menos interesante artísticamente que sus ediciones anteriores. De todo lo visto hasta ahora, sólo el último film del italiano Marco Bellocchio --La nodriza-- se destaca claramente del montón. Protagonizada por Fabrizio Bentivoglio y Valeria Bruni, es una obra menor pero inquietante, que mezcla locura y política, y maternidad y libertad en una trama sencilla y compleja a la vez, en la que la necesidad de buscar una nodriza para amamantar a su hijo recién nacido altera la vida de un médico psiquiatra y su frágil esposa.

  En materia de conferencias de prensa y declaraciones, las estrellas de Punta del Este sí que sorprendieron. El primero en llamar la atención fue el italiano Lando Buzzanca, una estrella en decadencia cuya excusa para viajar fue el estreno de El pueblo de los pájaros. En su conferencia de prensa, Buzzanca se dedicó a criticar a Nanni Moretti por su decidida postura de izquierda --"la política no es para el cine", dijo--, y acto seguido definirse como un hombre de derecha, a favor de la familia y en contra de Maradona. "Es el hombre más cretino del mundo", le dijo Buzzanca a un diario uruguayo. "La naturaleza le dio todo para ser un gran hombre del fútbol y sin embargo es un imbécil, un cero. Humanamente no es nada".

  Maribel Verdú, por su parte, que hace las veces de belleza-española-a-premiar (en ediciones anteriores fueron Carmen Maura y Angela Molina), llegó con su novio con título nobiliario, y declaró haber hecho el amor "antes en el cine que en la vida real". Patrice Leconte, el gran director presente en Punta del Este, suspendió sus entrevistas para ver desfilar a las aspirantes a Miss Punta del Este, que ensayaban sus pasos al lado de la sala Cantegril. Junto con él, hay que reconocerlo, fue la prensa desairada e incluso los representantes de la European Film Promotion. Pero la gran estrella presente en Punta es el estadounidense Robert Duvall. El jueves por la noche, una recepción brindada por el intendente de Maldonado al contingente europeo se transformó tácitamente en un homenaje a Duvall cuando se presentó un espectáculo de tango y sus integrantes invitaron al actor a bailar. El humilde Duvall se negó, aunque finalmente accedió a dar unos pasos de baile junto a su novia, la argentina Luciana Pedraza.

 

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