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REPORTAJE A JOSE LUIS MACHINEA SOBRE EL CAMBIO LABORAL,
BRASIL, LOS IMPUESTOS, LA DEVALUACION Y LAS JUBILACIONES
�La CGT critica la reforma porque pierde poder�

En una extensa charla con Página/12 el ministro de Economía dijo que no quiere dolarización como en Ecuador, explicó la diferencia con el Fondo por las provincias, afirmó que las obras sociales deben competir más, se metió con las elecciones porteñas y dijo que solo hay crisis cuando antes se produce el desmanejo de las cuentas. 


Por Alfredo Zaiat y Claudio Zlotnik

t.gif (862 bytes) --Cuando recibí la confirmación del reportaje estaba viajando en taxi. El chofer escuchó y le pedí que propusiera él las tres preguntas para José Luis Machinea.

   --¿Qué dijo? --interrumpió ansioso el ministro.

   --Pensó unos minutos y después las expresó con una sonrisa escéptica. No sé si dudaba de que yo se las formulara a usted o si sonreía porque está desalentado por la situación económica. Primera pregunta: ¿sigue la convertibilidad?

  --Sí. absolutamente.

  --Segunda pregunta: ¿van a subir de nuevo los impuestos?

  --No.

  --Tercera pregunta: ¿van a subir las jubilaciones?

  --Eso lo vamos a charlar cuando mandemos al Congreso la reforma previsional. Es una aspiración del Presidente y nuestra de que podamos hacer algo. Pero hoy no puedo prometer nada

  --¿A qué se refiere con hacer algo?

  --Lo estamos analizando. Lo que vamos a hacer es una reforma de la seguridad social que asegure la solvencia del sistema a largo a plazo. Si logramos hacer pasar una ley de ese tipo, seguramente habrá margen para aumentar las jubilaciones.

  José Luis Machinea recibió a Página/12 acompañado por su jefe de asesores, Pablo Gerchunoff, y por el secretario de Programación Macroeconómica y Regional, Miguel Bein. Estaba distendido, cómodo en el traje de ministro. Se rió varias veces durante el extenso reportaje.  Intimamente sabe que está jugando su revancha por la crisis de '89. Y está convencido de que está haciendo todo para ganar ese juego. Quiere poner en orden las cuentas para después comenzar la segunda etapa de las reformas, la serie de instrumentos de política económica que estuvo elaborando junto su equipo durante más de un año en FADE, el cuartel general donde trabajó hasta ocupar la poltrona del Palacio de Hacienda. Asegura que bajará impuestos si aumenta la recaudación; que no subirá el gasoil; que tiene preparado un paquete "procompetitivo" para la industria y el agro que "apunta a más crecimiento y más empleo"; que bajará la tasa de interés; que esta semana se anunciará la rebaja de las comisiones de las AFJP y que en abril o mayo la tarifa de luz disminuirá entre 6 y 8 por ciento. Está convencido que la CGT se opone a la reforma laboral "porque pierde poder", y que "la ley que impulsamos va a generar más empleo y va a ayudar al crecimiento". Y enfatiza: "el mercado nos está analizando pero no me siento atado al mercado".

  --Usted dice que el país está en emergencia pero, a la vez, que se está saliendo de la recesión. ¿No es contradictorio?

  --El país efectivamente está en emergencia. No hay que bucear demasiado para darse cuenta. Los indicadores muestran que es así. Yo dije que había síntomas de que la Argentina estaba saliendo de la recesión. Pero, básicamente, que la economía podía crecer un 4 por ciento este año, siempre y cuando se tomaran las medidas necesarias para salir de la emergencia.

  --Suponga que el Congreso sanciona el paquete que ustedes quieren. Después, ¿tienen previsto bajar los impuestos?

  --Depende de cómo vaya la recaudación.

  --Y si la recaudación aumenta, ¿qué impuestos bajarían?

  --Primero debemos lograr una situación fiscal que permita cumplir holgadamente con el déficit de 4500 millones comprometido. Nuestra idea es bajar los impuestos al consumo. Concretamente, el IVA. Lo que sucede es que cada punto de IVA cuesta 1000 millones de pesos. La baja dependerá del exceso de recaudación que eventualmente logremos. Si se recaudan 1000 millones extra, el IVA será bajado en un punto.

  --¿Este año lo harán?

  -No me animo a afirmar que pueda lograrse este año, pero estoy seguro de que el IVA bajará dentro de los próximos cuatro años. Nuestro compromiso es que si tenemos éxito en la lucha contra la evasión, vamos a bajarlo.

  --Chacho Alvarez habla de una segunda reforma tributaria y, específicamente, de imposiciones a las transacciones financieras.

  --No estoy de acuerdo con imponer impuestos a las transacciones financieras. Es cierto que en otros países existen imposiciones a las rentas financieras. Creo que la Argentina tiene todavía una situación que necesita una mayor profundización del mercado de capitales. El sistema financiero necesita crecer para otorgar mayor crédito, y por lo tanto no es una reforma para pensar ahora.

  --Algunos piensan que el paquete impositivo va a influir en la campaña electoral de la Capital. Y que podrían culpar al equipo económico de una eventual derrota de la Alianza.

  --Lo peor que podría pasarle a la Alianza y a todos los argentinos es que la situación económica esté desordenada. A nadie le gusta pagar más impuestos, no es simpático. Pero no teníamos otra alternativa y lo hicimos lo más progresivo posible. Mucho se ha hablado sobre la magnitud del aumento de impuestos. Creo que la gente va a ver que, al menos para los ingresos menores a los 3000 pesos, el aumento no será importante. Se crearon cucos con este tema, y yo creo que no tendrá un impacto negativo en las elecciones. La gente aceptó que es necesario hacer un esfuerzo, y lo va a hacer sin castigar al Gobierno en las urnas.

  --¿Van a subir el gasoil?

  --No.

  --¿Y más adelante?

  --No, no está previsto. El campo tiene un problema de competitividad muy grande, el precio del petróleo está muy alto internacionalmente, y no hay margen para pensar en esa posibilidad.

  --¿Y para el consumo urbano?

  --Tampoco. La única manera de pensar en un aumento al gasoil sería para los autos particulares, pero es muy difícil de llevar a la práctica. Es muy difícil de controlar. Preferimos tener un impuesto a los autos gasoleros, que es lo que rige hoy.

 --Hasta el momento, los anuncios del Gobierno se limitaron a ajustar las cuentas. Pero hasta ahora no estuvieron presentes medidas de aliento a los sectores productivos. ¿Qué van a hacer?

  --Vamos a anunciar un paquete procompetitivo para la industria y el campo. En el caso de las pymes, se crearán fondos especiales. Esperamos hacer un anuncio integral durante la segunda quincena de febrero.

  --Uno de los mayores reclamos del sector productivo es la tasa de interés que les cobran los bancos. ¿Cómo van a inducir a su baja?

  --La mitad del problema se resuelve auspiciando una baja en el riesgo-país. También es clave disminuir los costos del sistema financiero. Vamos a conversar con el Banco Central para llevar adelante este propósito. En particular, habrá medidas exclusivas para las pymes a través del Banco Nación, el BICE, y la creación de un fondo fiduciario y otro manejado por la secretaría del sector. También hay 30 millones disponibles para subsidiar las tasas de los créditos dirigidos a las pymes.

  --En el caso de la financiación para el consumo, ¿quieren que el resumen de las tarjetas de crédito sea un título ejecutivo?

  --Impulsamos esta medida pero también que tres meses antes del vencimiento de la tarjeta, el usuario tenga su historia crediticia, de manera tal que pueda utilizarla para recorrer bancos y pedir mejores condiciones. Con esta ley, conseguiríamos una reducción de la tasa de interés en pesos de entre 8 y 10 puntos porcentuales, y de entre 3 y 4 puntos para el financiamiento en dólares.

 --¿Cómo analiza la relación con Brasil? ¿Cómo se puede convencer a los inversores de apostar por la Argentina después de la devaluación exitosa del real?

  --En la relación con Brasil, lo peor ya pasó. No conozco ninguna experiencia en el mundo que después de un año y medio o dos de la devaluación, mantenga una mejora real del tipo de cambio superior al 15 por ciento. Brasil va a perder parte de su actual competitividad. No creo que vaya a ser más competitivo de lo que ya era en diciembre del '98, antes de la devaluación. Pero más allá de esta realidad, el Gobierno ha anunciado --y va a seguir anunciado-- medidas para abaratar los costos. Ya pasó con los teléfonos, el peaje y, la próxima semana, con las AFJP. La idea es que existan reducciones en varios servicios. En el sector telefónico habrá más rebajas porque aumentará la competencia.

 --¿Cuánto bajarán las comisiones de las AFJP?

 --El acuerdo tiene dos componentes: habrá premios a la permanencia en el sistema y habrá un compromiso por parte de los fondos de pensión para seguir bajando las comisiones en la medida que aumenten los aportes globales.

  --¿Por qué no presiona a la baja directamente la AFJP del Banco Nación?

  --El Nación participará de las rebajas como el resto. No es posible forzar al mercado y que ello implique pérdidas a la entidad oficial.

  --¿En qué magnitud van a bajar las tarifas de luz y gas?

  --La luz bajará entre 6 y 8 por ciento en abril o mayo. La rebaja se dará por la gran competencia que existe en el sector. Pero, además, estamos evaluando qué podemos hacer con la indexación de las tarifas que están atadas a la inflación estadounidense. Este tema lo hemos conversado con todas las concesionarias, pero la verdad es que hay contratos firmados que hay que respetar. En el sector gasífero, una rebaja sería más complicado.

  --¿Por qué no se suben los aranceles de algunos bienes de consumo que están en el 22 por ciento y puede elevarse al 35 por ciento sin violar las normas de la OMC (Organización Mundial de Comercio)?

  --De tomar esa medida unilateralmente, habría problemas con el Mercosur. Para subir aranceles debe haber acuerdo con los demás socios. Y Brasil está más cerca de bajar que de subir aranceles.

  --¿Pero negociando podrían plantear la manera ellos puedan ayudar a su socio luego del castigo que le dio por devaluar su moneda?

  --La cuestión es encontrar mecanismos de adecuación para algunos sectores, cumplir lo que está realmente pactado, el tema de compras del Estado dentro del Mercosur y la convergencia macroeconómica. Estas son las cosas que le estamos pidiendo a Brasil, y soy razonablemente optimista.

  --Un eventual acuerdo de convergencia macroeconómica, ¿incluiría la creación de una moneda común en el corto plazo?

  --No hay ninguna posibilidad de implementar algo así en el corto plazo. Yo creo que, en una primera etapa, la convergencia permitiría que los tipos de cambio entre ambos países no diverjan demasiado. Logrado esto, se podría hablar de una moneda única.

  --En medio del éxodo de empresas a Brasil, Alpargatas condicionó su permanencia en el país a una ayuda oficial. ¿Qué van a hacer?

  --Alpargatas se va a quedar. La compañía atraviesa una situación delicada. Está por cerrar un acuerdo con sus acreedores. Nosotros vamos a ayudar a Alpargatas como a otras empresas con dificultades. Si existen mecanismos para protegerlas, vamos a ayudarla.

  --Antes de asumir, usted decía que iban a negociar con el capital concentrado (privatizadas, hipermercados, entre otros) para que tengan de proveedores a las pymes locales. Hasta ahora hubo sólo pedidos de rebajas de tarifas. ¿Abrirán una negociación para obligar a los grandes grupos económicos para que adquieran sus insumos en el mercado local?

  --Desgraciadamente, cuando muchas se radicaron la Argentina no se le pidió nada a cambio en términos de investigación y desarrollo ni de creación de redes de proveedores. Nosotros lo vamos a hacer. Pero no es lo mismo hacerlo cuando la inversión viene que cuando la inversión ya se concretó. De cualquier manera, creo que hay margen para intentarlo. De hecho, con el presidente de Telefónica, Julio Villalonga, se planteó la posibilidad de que la compañía invierta en el país en investigación y desarrollo, así como de entablar acuerdos con proveedores y llevar Internet a los colegios. Este es un tema de negociación razonable con las empresas.

 - Desde que llegó al Palacio de Hacienda, realizó muchos gestos al mercado y a los empresarios: recorte de gastos, paquete impositivo, ajuste a las provincias. Sin embargo, no le contestaron con euforia. ¿Por qué?

 - Tampoco hay euforia en el mundo. No obstante, el riesgo-país ha venido bajando desde setiembre, aún más que en Brasil y México, y en un contexto de tasa internacional en alza. Estamos colocando deuda más barata. Creo que hay una buena percepción sobre Argentina. Este es un gobierno recién asumido. El mercado nos está analizando. Los inversores quieren ver si este es un gobierno que va a trabajar para reducir el riesgo-país o no. Nadie firma un cheque a un gobierno que hace sólo un mes que asumió.

  --¿Se siente atado por el mercado?

  --No. Y esto no significa que lo ignore. La reforma laboral que estamos proponiendo es independiente del mercado. Estamos convencidos de que favorecerá la creación de empleos.

  --¿La descentralización de las relaciones laborales no hace que el trabajador esté en desventaja en la negociación con la empresa en un contexto de elevada desocupación?

  --No. Esta reforma descentraliza la negociación no sólo a nivel de empresa sino también a nivel regional. No se pueden hacer convenios colectivos sin tomar en cuenta las particularidades de ciertas regiones y de ciertas empresas. ¿Usted cree que un trabajador de una empresa de 40 ó 50 operarios se siente representado por un convenio que se firma a nivel nacional? Cuando se tiene un 13 ó 14 por ciento de desocupación, hay que ocuparse también de los desempleados. No solamente de los ocupados. Esta es una reforma que va a crear empleo.

  --¿La CGT se quedó en el pasado?

  --Ellos no admiten la reforma laboral con descentralización porque pierden poder. Pero la descentralización existe en todo el mundo. Intentar mantener acuerdos pactados en el '75, cuando ni siquiera existían computadoras personales, habla de que algunos dirigentes sindicales son del pasado.

 --¿Habrá desregulación de las obras sociales?

  --Estamos analizándolo. Creemos que las obras sociales deben competir más. El proceso para lograrlo está bajo análisis. Primero hay que contar con una Superintendencia de Salud que funcione para que las obras sociales compitan con las prepagas. Hasta ahora eso no ocurrió. Si no tenemos capacidad de controlar, no se puede desregular.

  --¿Cuándo cierran el acuerdo con el Fondo?

  --No sabemos. Estamos trabajando. Se han acercado posiciones pero aún subsisten diferencias.

 --¿Cuál es la principal?

  --Incorporar metas de déficit de las provincias en el acuerdo. Ellos quieren metas de déficit consolidado, Nación y provincias. Y nosotros no podemos aceptarlo porque este es un país federal. De todos modos, Nosotros vamos a seguir trabajando con las provincias para que disminuyan el déficit, ayudándolas a refinanciar sus deudas. El tema de las provincias es el que más diferencias tenemos con la misión del Fondo.   

  --¿Hay riesgo de que se produzcan estallidos sociales como el de Corrientes? Usted tiene un informe que dice que hay diez provincias con graves problemas

  --Sí, es cierto. Pero no veo posibilidad de que se produzcan estallidos. La Nación está trabajando con esos distritos y, en la medida de que esas provincias se ayuden a sí mismas, nosotros las vamos a ayudar. La situación es manejable siempre y cuando los gobernadores contribuyan a ordenar sus cuentas.

  --¿Si los ajustes en las provincias viene de la mano de despidos en la administración pública pueden generar estallidos sociales?

  --No, porque las crisis se producen cuando existe desmanejo de las cuentas. Corrientes fue un caso típico. Hubo problemas porque se dejaron de pagar los salarios durante tres meses, y no porque se despidió gente. Las crisis se producen cuando el Estado colapsa y pierde la capacidad de pagarle a la gente, y no porque haya una reducción del gasto público.

  --El FMI también insiste con la privatización del Banco Nación.

  --Ese pedido no es nuevo, pero hemos sido claros en que no habrá privatización. Por ahora tampoco enviaremos al Congreso el proyecto para convertirlo en sociedad anónima. Esto le daría mayor transparencia, pero se ha mezclado el tema de la privatización con el de SA y preferimos postergarlo.

 

 

El sueldo de Machinea

"Perdí bastante por el aumento de impuestos"
  --Cuando uno de los humoristas del diario, Rudy, se enteró de que le íbamos a hacer un reportaje, sugirió la siguiente pregunta, riéndose: "¿Cuánto dejó de ganar con el aumento de impuestos?"

 
--No saqué la cuenta, pero bastante. Perdí bastante con el impuesto extraordinario de Ganancias sobre los ingresos superiores a los 10.000 pesos mensuales, que es lo que yo ganaba en el '99. Eso sí es un montón de plata.
 
--¿Ahora cuánto gana?
 
--Todavía no cobré un sueldo entero, pero neto, incluyendo todo, debe rondar los 9500 pesos.
 
--¿En qué ahorra, pesos o dólares?
 
--Tengo plazos fijos en pesos, bonos en pesos y otras inversiones en dólares.

 

Nombre por nombre

* Carlos Menem: (piensa 22 segundos) "Tuvo claroscuros, con saldo final negativo".

* Raúl Alfonsín: "Fue un gran presidente y es un gran dirigente político".

* Fernando de la Rúa: "Es un gran presidente que va a sacar a este país, no de un día para otro, de la situación de desempleo, pobreza y marginación que tiene en la actualidad".

* Juan Vital Sourrouille: "Fue un buen ministro en una situación difícil del país. Y es un amigo personal".
  
-¿Qué está haciendo ahora?
  
- Está trabajando en el sector privado.

* Domingo Cavallo: "No comparto sus ideas políticas pero fue un buen ministro de Economía". 
 
-¿Le guarda rencor por lo que sucedió en 1989?
 
--No fue agradable lo que pasó, pero él, en 1995, cuando tuve una dificultad, tuvo un gesto muy bueno. Una cosa compensó la otra.

* Hugo Moyano: "Es un dirigente gremial importante pero absolutamente equivocado. Trata de obtener réditos políticos protestando contra el Gobierno por cosas que su gremio ha aceptado, como por ejemplo el período de prueba por 6 meses".

 

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