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Después
de 14 meses de un cese del fuego unilateral, y de que frustraran varios de
sus intentos de atentado, la guerrilla separatista vasca de ETA logró el
viernes su primera muerte. Fue, en pleno Madrid, la del teniente coronel
Pedro Antonio Blanco. Ayer, los partidos de Izquierda Unida a la derecha,
y más de un millón de personas, se manifestaron en Madrid contra ETA. El
País La
responsabilidad íntegra de este crimen es de ETA. La dirección de la
banda justificó el fin del alto el fuego por la tibieza de los demás
nacionalistas en el cumplimiento de sus compromisos de 1998. Pero ni
siquiera esperó a conocer la propuesta soberanista que había anunciado
el portavoz del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en respuesta a las
amonestaciones del anterior comunicado de ETA. Seguramente sus jefes ya
tenían tomada la decisión de romper la tregua. No es cierto que todos
los políticos sean responsables por no haber sabido evitar este
desenlace. Lo son quienes han matado, y se convierten en cómplices
quienes lamentan esta muerte pero se niegan a admitir que no hay causa
alguna que la justifique. El PNV se encuentra ahora en una situación de
difícl marcha atrás. Si no rompe ahora los lazos ideológicos anudados
con el nacionalismo no democrático, éstos se convertirán en lazos de
sangre. (Editorial) El
Mundo El
espejismo se ha desvanecido. Lo que pretendía ETA con el atentado del
viernes era matar. Y ha matado con el mismo criterio que ha aplicado desde
hace ya más de dos décadas: escogiendo a la víctima al margen de su
personalidad, sólo en función de lo fácil que le resultaba acabar con
su vida. Para ETA, que vive al margen de la realidad, retroalimentada por
el subjetivismo fanático, no ha pasado el tiempo. Pero sí para la
sociedad española, en general, y para la vasca, en particular. En términos
políticos, la España de hoy es cualitativamente diferente de la de hace
dos décadas. Ahora lo único que puede sembrar ETA es la desolación en
una familia y la conmiseración solidaria en el resto de la sociedad. ¿Efecto
institucional? Ninguno. Nada de lo que haga puede alterar la firme
voluntad de la democracia española de regirse tan sólo por lo que dicten
las urnas.(Editorial) ABC Ahora,
los nacionalistas deben preocuparse por buscar su sitio en el concierto
político vasco, porque ETA les ha dejado sin mensaje. Y también deben
preocuparse de dar a los demócratas motivos para creer en ellos, en su
lealtad democrática, en su capacidad para recuperar la convivencia con
los no nacionalistas. A todos ellos les resultará una tarea difícil
porque todos han malgastado sus capitales políticos e institucionales en
unas alianzas que no han servido para sobreponer la política a la
violencia, el diálogo a las armas. Es la paz, y no la ideología, la que
elige a sus aliados, la que traza la línea que la separa de sus enemigos
y la que pone a todos en la disyuntiva de estar con ella o contra ella. A
partir de ahora se inicia el tiempo en que algunos deben elegir a qué
lado de esa línea quieren estar. Un
dólar, un golpe Ecuador
vive la peor crisis económica de su historia. Con el 70 por ciento de sus
12,5 millones de habitantes bajo la línea de la pobreza, el ex presidente
Jamil Mahuad vio la solución en la dolarización. La idea fue rechazada
por los indígenas y militares que lo depusieron el viernes. La
la crisis constitucional condujo a que asumiera la presidencia su
vice Gustavo Noboa. El
Universo Esta
es una hora que debe ser de reflexión y de humildad nacional.
Principalmente del pueblo ecuatoriano por su falta de perspicacia histórica
al haber elegido, sistemáticamente, a la misma clase política que
esquilmó y corrompió al Estado, y que se burló de su decisión cuando
pidió una justicia despolitizada, una libre participación de los
independientes y un nuevo sistema electoral de opciones individuales. En
este contexto no es aventurado interpretar que el pueblo ecuatoriano
aspira a que se mantenga el orden constitucional. Sin embargo, son
imprescindibles cambios profundos de las reglas políticas de nuestra
sociedad. De lo contrario, la estabilidad institucional sería imposible,
y mucho menos el plan económico de emergencia que necesitamos. (Editorial) Hoy Algunas
disposiciones gubernamentales son de tal naturaleza que ninguna
inteligencia medianamente formada las admitiría como normales y ningún
sentimiento humano las puede tolerar como obligatorias. Es crimen de lesa
humanidad condenar a muerte lenta a miles de ecuatorianos a quienes el
Estado ha quitado sus bienes contra todo principio ético y al servicio de
amparados fugitivos. El Estado sabe "dónde está la plata". Tómela
de donde esté y entréguela, sin ninguna merma, sin desvalorización. Por
la vida, por la dignidad y la soberanía debemos luchar todos los que
queremos una patria íntegra, una comunidad honesta, un poder eficaz. Con
la simple confesión de culpa no se arregla nada. Estamos todos obligados
a reparar en justicia lo injusto, en verdad lo falso y en dignidad lo
deshonesto. (Luis Alberto Luna
Tobar) La
Hora Ecuador,
de acuerdo a lo que se venía intuyendo, ha entrado en el caos, luego del
levantamiento indígena y de los movimientos sociales que tomaron los
palacios de gobierno, legislativo y judicial, con la ayuda de grupos
militares insurrectos. En estos momentos críticos que vive la República
se hace indispensable invocar a la concordia nacional, a la sensibilidad
democrática para encontrar el camino viable que beneficie a los intereses
nacionales, siempre desde la perspectiva de apego a la Constitución y las
leyes. Hay que pedir al conglomerado humano de esta nación, a los indígenas
y a los movimientos populares, así como a los partidos políticos, que
reflexionen sobre la dramática situación que soportamos, para que con
patriotismo y desinterés coadyuven en la gran tarea de darle tranquilidad
y paz a nuestra patria.(Editorial) Regreso
sin gloria Después
de que cuatro médicos presentaran un informe sobre la salud del ex
dictador chileno Augusto Pinochet, el ministro del Interior británico
Jack Straw anunció su inclinación a liberarlo. Hoy termina el plazo para
que presenten argumentos quienes buscan que sea extraditado a España.
Pero la liberación del ex dictador y su regreso a Chile se temen como
inminentes. La
Hora Pienso
que la gente quiere que vuelva Pinochet, y que concibe su vuelta como un
elemento de pacificación. Si se empieza a usar como elemento de
confrontación, de nuevo vamos a tener un rebrote de los problemas. Hay
que reconocer que tiene que funcionar la justicia, y el senador Pinochet
no tiene ningún estatuto especial al respecto. Debe comparecer ante los
tribunales como cualquier chileno con fuero. Pero en todas estas querellas
hay un ingrediente jurídico y un gran ingrediente de pasión política. Y
si a Pinochet lo desafueran, lo vamos a respetar. Pero que nadie saque la
cuenta barata de que eso no tiene consecuencias sobre la paz social. El país
quiere un consenso: que el senador llegue a Chile, que se venga a sanar, a
mejorar, que pueda morirse en paz --porque tiene pocos años más de
vida--, que no retome actividades políticas. (Alberto Cardemil,
presidente de la derechista Renovación Nacional) Qué
Pasa Todos
concuerdan en que Pinochet despierta sentimientos contrapuestos entre los
chilenos y no es, por tanto, figura de unidad. La mayoría quiere que
retorne y si debe enfrentar a los tribunales, que lo haga como cualquier
ciudadano. Todos desean que los jueces puedan trabajar tranquilos y sin
presiones. Nadie quiere impulsar una ley de punto final. Todos quieren que
la Mesa de Diálogo continúe hasta arribar a la verdad sobre el destino
final de los desaparecidos. No hay voces a favor del retorno de Pinochet
al Senado y el nuevo equilibrio electoral no hace aconsejable para ninguna
de las fuerzas política la injerencia de los militares en política.(Enrique
Correa, ex ministro del gobierno de Patricio Aylwin) El
Mercurio Pinochet ideó una imagen de sí mismo para el panteón de las victorias de las guerras contra el comunismo en el siglo XX, junto con Franco en España. Pero, en lugar de eso, la historia lo relacionará siempre con un avance en el campo de las leyes internacionales de derechos humanos: el precedente Pinochet. Muchos discutirán si es apropiado o no que Pinochet sea liberado por razones humanitarias, pero a mí me parece un acto de grandeza de la justicia con misericordia, la clase de misericordia que caracteriza a las sociedades realmente democráticas y que estuvo tan ausente en su régimen. El caso Pinochet permanecerá como un monumento de las leyes internacionales, y se recurrirá a su ejemplo cada vez que los gobiernos sean demasiado débiles o demasiado vulnerables políticamente como para enjuiciar a poderosos criminales en el campo de los derechos humanos.(John Dinges, ex corresponsal en Chile de The Washington Post)
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