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MAÑANA SE CONOCERA EL NUEVO GABINETE EN ECUADOR
Volviendo todo a foja cero

 

Los líderes del levantamiento indígena pasaron a la clandestinidad. Los oficiales que apoyaron la intentona serán juzgados.


El nuevo presidente Gustavo Noboa saluda junto a su mujer


t.gif (862 bytes) A poner todo en caja. El nuevo presidente de Ecuador, Gustavo Noboa, parece decidido a seguir los pasos del derrocado Jamil Mahuad mientras su legitimidad popular lo permita. Ayer, Noboa ingresó por primera vez como primer mandatario al Palacio presidencial de Carondelet, y sólo dijo un escueto "paz, justicia y trabajo". Quien era, hasta el viernes, el vicepresidente de Ecuador, nombró ayer a un nuevo gabinete, pero con los mismos objetivos de Mahuad: continuar el proceso de dolarización de la economía, medida que había provocado el levantamiento indígena-militar contra Mahuad. Desde una clandestinidad obligada por temor a la cárcel, el líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Antonio Vargas, dijo que "vamos a seguir luchando. Podemos volver a marchar sobre Quito. Y podemos ser mucho más duros cuando nos movilicemos". Los militares que colaboraron con la Conaie en el levantamiento "serán juzgados por la Justicia militar", anunció el nuevo ministro de Gobierno, Francisco Huerta.

  El nuevo presidente de Ecuador entró en Carondelet, en Quito, luego de votar en la ciudad portuaria de Guayaquil. Es que, al margen del derrocamiento-renuncia de Mahuad el sábado por la madrugada, estaba previsto un referéndum en la provincia de Guayas sobre un proyecto de autonomía económica para esa región, que según las encuestas a boca de urna habría sido apoyado por el 85 por ciento de los votos. La provincia de Guayas es el centro económico y comercial del país, concentra casi todas las riquezas del país y allí vive el 22 por ciento de la población. Uno de los puntos para definir se autonomía económica es si "el 50 por ciento de las recaudaciones de ingresos al Estado que se generan en Guayas" deben quedarse automáticamente en la provincia, incluyendo sanciones para funcionarios que incumplan con la entrega de esos dineros a los gobiernos seccionales. Otro de los puntos es que todos los órganos e instituciones dependientes de la función ejecutiva y otros de control que operan en Guayas tengan la misma competencia que sus matrices en Quito, sede del gobierno central.

  Mientras la provincia de Guayas pone a consideración este separatismo velado, militares y ex funcionarios se pelean por dar la versión correcta del golpe de Estado que no fue, pero que terminó derrocando a Jamil Mahuad. José Gallardo, que hasta hace dos semanas era el ministro de Defensa de Mahuad, declaró ayer que el general Carlos Mendoza "no pudo ser un dictador porque las Fuerzas Armadas no lo dejaron y porque el mundo también le dijo no". Mendoza, reemplazante de Gallardo en el cargo, había integrado la Junta de Salvación Nacional que gobernó al país durante tres horas y luego renunció para permitir la asunción del vicepresidente Noboa. Según Gallardo, Mendoza y el actual jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Telmo Sandoval, estuvieron en "devaneos" para provocar un golpe de Estado. En un reportaje publicado por el diario El Universo, Mendoza aseguró que en realidad Mahuad quiso hacer "un autogolpe", para el cual ya había arreglado con algunos ministros de Estado y quería que el mando militar lo apoyara".

  El diputado Paco Moncayo, ex jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y una de las voces más respetadas del país (él lideró las tropas en la guerra fronteriza Ecuador-Perú en 1995), opinó que "la vieja clase política" del país ha emprendido una "cacería de brujas" contra los movimientos sociales y militares que derrocaron a Mahuad. La Conaie también cree en esta "cacería de brujas": se desmovilizó, sus dirigentes pasaron a la clandestinidad y están buscando la forma de reunir a los 144 delegados de todo el país para definir el curso de las protestas futuras. "Si no dan marcha atrás con la dolarización puede venir una gran explosión social y hasta una guerra civil", advirtió el líder indígena Antonio Vargas.

  El presidente Noboa se apresta a nombrar, mañana, el resto del gabinete. De los nombrados hay dos políticos de trayectoria: Huertas, dos veces candidato a la presidencia de la República por el Partido Democracia Popular (DP), y el abogado Marcelo Santos, ex ministro de Gobierno del  presidente conservador Sixto Durán Ballén (1992‑96), ahora ministro de Administración Pública. La ministra de Turismo, Rocío Vázquez, ya había ocupado ese cargo en el gobierno de Mahuad. Aún faltan nombrar dos ministros "políticos": el de Asuntos Exteriores y el de Defensa. Se espera que para el miércoles Ecuador tenga nuevo gobierno. Los problemas, seguramente, serán los mismos.  

Claves de un (casi) golpe

  * Un levantamiento indígena, con apoyo militar, había derrocado el viernes por la noche al presidente ecuatoriano Jamil Mahuad. Mahuad había anunciado un proceso de dolarización de la economía para frenar así la peor crisis económica de Ecuador desde 1929.

  * Luego de una Junta de Salvación Nacional que gobernó por unas pocas horas, los altos mandos de las Fuerzas Armadas le dieron su apoyo al vicepresidente Gustavo Noboa para que no se produjera un vacío constitucional. Noboa debería completar el período de gobierno de Mahuad, hasta el 2004.

  * Ayer, Noboa nombró a su nuevo gabinete y el ministro del Interior anunció que los militares que apoyaron el levantamiento indígena "serán juzgados por tribunales militares". Y aclaró que el proceso de dolarización seguirá adelante.

  * El líder indígena Antonio Vargas pasó a la clandestinidad. Dijo que el general Carlos Mendoza, presidente de la efímera Junta de Salvación Nacional, "nos traicionó" y amenazó con "redoblar" la protesta social si continúa la crisis económica.

 

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