|
Por F.C. El Gobierno ya empezó a preparar el terreno para anunciar que, finalmente, no se desprenderá del Tango 01, el lujoso Boeing que Carlos Menem adquirió para usar como avión presidencial. El jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, adelantó que el avión será licitado pero, como al pasar, agregó que él no hubiera prometido venderlo, como hizo Fernando de la Rúa durante la campaña electoral. El vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez comenzó a cerrar el debate sobre el tema: explicó que, si alguien ofrece una cifra "adecuada", el Tango se venderá y que, en caso contrario, "habrá que dejarlo para el uso del Presidente". Decidido a ganarse las simpatías del Gobierno, el gobernador Carlos Ruckauf ya dio su apoyo. "Malvender cualquier bien del Estado es un error", dijo anoche.
"Es
lindo el avión, pero lo vamos a vender". De la Rúa hizo la promesa
en una de sus publicidades de campaña, uno de los spots menos vistosos y
más efímeros de su equipo comunicacional. La referencia era al Tango 01,
el avión que la Alianza eligió como uno de los emblemas del despilfarro
y la frivolidad que le adjudican al menemismo. Pero, ahora, en el Gobierno
se dan cuenta que cumplir con lo dicho presenta más inconvenientes que
ventajas: ante la falta de interesados, habría que darse por satisfecho
si alguien ofrece por el avión la tercera parte de los 66 millones de dólares
que costó. Como problema para la venta los técnicos de Boeing explican
que debido a los cambios que le introdujo Menem al modelo original, a las
empresas comerciales les resultaría muy costoso readaptarlo y que
cualquier particular también querría hacerle modificaciones.
El
destino del avión terminó resultando un tema complejo para el Gobierno.
En el primer viaje como presidente que emprenderá hoy por Suecia y Suiza,
De la Rúa prefirió viajar en primera en un vuelo de línea, dejando al
Tango estacionado en Aeroparque. Desde la asunción del gobierno de la
Alianza, el avión tuvo sólo dos actividades oficiales. Una fue el vuelo
que realizó trayendo las víctimas del micro que se accidentó llevando
turistas argentinos a Brasil; la segunda fue ayer, para un viaje del
ministro de Salud, Héctor Lombardo, a La Pampa.
La
aparente contradicción entre la actitud del Presidente de viajar en una
aerolínea y la de Lombardo fue defendida por el canciller Adalberto Rodríguez
Giavarini, quien explicó que la nave debe utilizarse porque
"necesita horas de vuelo" porque, de lo contrario, su
mantenimiento se vuelve aún más costoso. "Hasta que se tome una
decisión hay que hacerlo operativo y en vez de perder horas de vuelo
viajando vacío, es interesante que pueda hacer este tipo de cosas que
tienen que ver con usos concretos del avión", dijo.
Terragno
adelantó que lo más seguro es que el Tango sea ofrecido en una licitación
con base, pero, tal vez previendo el posible fracaso de la operación, añadió
que en lugar de De la Rúa no hubiera prometido deshacerse de él.
"El propósito fue simbolizar el despilfarro, pero a mí me parece
que más que el símbolo lo que importaba era el despilfarro en sí",
sostuvo. Agregó que "ese despilfarro terminó el 10 de diciembre, la
austeridad se muestra en todos los aspectos de la gestión del
Estado".
Chacho
Alvarez fue el más concreto. Sostuvo que, si el avión "se puede
vender a un precio que no signifique un perjuicio para el Estado, hay que
venderlo, pero si ello no ocurre será un perjuicio para el Estado y, por
lo tanto, habrá que dejarlo para el uso del Presidente".
El primer viaje
Fernando de la Rúa emprenderá hoy su primer viaje al exterior como
Presidente en funciones con la expectativa puesta en el encuentro con el
primer ministro inglés, Tony Blair, en el Foro Económico de Davos, en
Suiza. El canciller argentino aseguró que De la Rúa "puntualizará"
en esa reunión el tema Malvinas.
Antes, en su primera escala, el Presidente participará en el Foro
sobre el Holocausto, en Estocolmo. Allí, diversos especialistas debatirán
sobre la educación de las próximas generaciones acerca del genocidio
nazi. La llegada de De la Rúa a Davos --cita anual del establishment económico
mundial-- será el viernes. Allí hablará en una mesa junto al presidente
colombiano, Andrés Pastrana, y el titular del BID, Enrique Iglesias. Al
tanto de que las miradas estarán sobre él, De la Rúa decidió viajar en
un vuelo de línea y acompañado de una reducida comitiva, como forma de
diferenciarse de las costumbres del menemismo. Entre sus acompañantes
estarán los ministros Adalberto Rodríguez Giavarini y José Luis
Machinea. El Presidente estará de vuelta en Buenos Aires el lunes próximo.
|