|
Por Santiago Rodríguez El plazo para sancionar la ley electoral porteña se agota y cada uno presiona para conseguir lo máximo posible: la Alianza, para que su proyecto sea aprobado y pasar así a la historia como la fuerza que terminó con las listas sábana en el distrito; y la oposición, para mantener la misma representación legislativa que ostenta hoy en día una vez que se implemente el nuevo sistema. En el marco de ese juego, Nueva Dirigencia y el peronismo denunciaron como "inconstitucional" la convocatoria a elecciones para el 7 de mayo próximo, mientras que el gobierno nacional respaldó la reforma al régimen electoral que impulsa la coalición.
"El
llamado a elecciones es absolutamente constitucional", aseguró el
jefe de gobierno porteño, Enrique Olivera, quien las convocó para el
primer domingo de mayo. Ese día se elegirá a su sucesor --habrá
ballottage el 21 de ese mes si ningún candidato sobrepasa el 50 por
ciento de los votos-- y a los 60 legisladores porteños.
La
incógnita radica en el método que se utilizará para elegir a los
diputados. Olivera formuló el llamado por medio de un decreto que deja
las puertas abiertas a la posible sanción de la ley electoral, pero que
establece también que, de no ser así, los comicios se regirán por el Código
Nacional Electoral, o sea se celebrarán con el sistema de listas sábana.
Para que sea aplicable a las próximas elecciones, la Legislatura debe
aprobar el nuevo régimen antes del 7 de febrero.
"Ese
decreto de convocatoria es nulo e inconstitucional", comenzó a
advertir la semana pasada el jefe del bloque de Nueva Dirigencia, Enrique
Rodríguez, quien ayer consiguió que su colega del justicialismo, Antonio
Cortez, lo acompañara en la denuncia. "Desde el punto de vista político
el decreto convalida descaradamente el sistema de lista sábana vigente
nacionalmente", señalaron belicistas y peronistas en un comunicado.
La
oposición también acusó a la Alianza de "discutir solamente por la
prensa" la ley electoral y cargó todas las críticas a la iniciativa
que impulsa la coalición en la cuenta de su candidato a la jefatura de
gobierno: dijo que "el proyecto de (Aníbal) Ibarra es una ilusión"
porque no permite "la presentación de candidatos independientes, ni
admite las tachas, enmiendas o preferencias" y "la diagramación
de las zonas está hecha a pedido de los punteros del radicalismo".
Frente
al embate de la oposición, Olivera se defendió y aclaró que "es
una obligación, no sólo una facultad del jefe de gobierno, convocar a
elecciones locales". Además, reclamó la aprobación de la ley
electoral y recordó que Fernando de la Rúa presentó un proyecto el año
pasado que "no ha sido tratado todavía, a pesar de los esfuerzos
hechos por la Alianza".
El
cruce entre la Alianza y la oposición es la manifestación de un tira y
afloja en el que nadie quiere perder demasiado. La ley electoral modificará
sustancialmente el modo en que se eligen los 60 legisladores porteños.
Los aliancistas proponen que 20 diputados sean elegidos por distrito único
y dividir la ciudad en cuatro zonas para la elección de los demás. De
dos de esas zonas saldrían 11 legisladores y de las otras, 9.
La
Alianza aspira a quedarse con el rédito de haber terminado con las listas
sábana y tiene mayoría suficiente para imponer el criterio general de la
ley. Pero necesita de la oposición porque para aprobar la norma se
requieren 40 votos, o sea cuatro más de los que suman la UCR y el
Frepaso.
Es
sobre esa necesidad que se monta la oposición para tratar de asegurarse
en el futuro la misma representación legislativa que en la actualidad.
Todos los gestos indican que Nueva Dirigencia y el PJ terminarían
aprobando la ley si en lugar de la aplicación del sistema proporcional
D'Hondt en cada zona, la Alianza accede a que la proporcionalidad para la
asignación de las bancas se calcule sobre los votos que cada partido
obtenga en todo el distrito. El comunicado de ayer de ambas fuerzas incluyó
una frase que constituye toda una señal en ese sentido: "No
votaremos ningún proyecto si no se respeta el principio de la
proporcionalidad, potenciando los candidatos por zonas". CHACHO
Y STORANI APOYARON LA LEY ELECTORAL Por
S.R.
"Nos parece muy útil la iniciativa de reforma electoral en la
Capital porque la ubicamos en el contexto de una reforma política a nivel
nacional", sostuvo Storani. "Es necesario transparentar el
financiamiento de los partidos y mejorar los sistemas electorales porque
la gente, en la ciudad, pide terminar con las listas sábana",
señaló Alvarez.
Ambos recibieron en la Casa Rosada al candidato aliancista a la
Jefatura de Gobierno, Aníbal Ibarra, y a las autoridades del bloque de
legisladores porteños de la Alianza. El motivo formal del encuentro fue
analizar el régimen electoral que la coalición pretende implementar en
la ciudad, aunque no por nada después de la reunión se celebró una
conferencia de prensa para anunciar el apoyo del Gobierno al proyecto
aliancista. La aparición de Storani y Alvarez --además de otros funcionarios nacionales y comunales-- al lado de Ibarra, y la de la titular del bloque de legisladores de la Alianza, Gabriela González Gass, tuvo dos objetivos: uno, reforzar ante la opinión pública la intención de la coalición de terminar con las listas sábana; y otro, sumar más presión a la que ya se ejerce sobre los socialistas democráticos Raúl Puy y Roberto Arellano, y los radicales nosiglistas Daniel Bravo, Marcela Larrosa y Campos para que se comprometan con la reforma al régimen electoral.
|