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El ministro Rippa dijo
que quieren "acelerar la causa y darle una respuesta rápida a la
sociedad". En ese sentido recordó que en los últimos tres años
hubo "una decena de hechos, de gran repercusión pública, que no han
sido esclarecidos por fallas en alguna instancia de la investigación".
Por eso, al conocerse "recién el jueves pasado" la desaparición
de Sánchez, "al día siguiente se decidió el reemplazo del jefe de
la División", comisario Miguel Angel Domínguez, y la detención de
ocho efectivos.
Los detenidos son los
oficiales Osvaldo Quiñones y Santiago Vargas Barrios, el sargento Nicanor
Paredes, los cabos Alfredo Blanco, Antonio de Jesús Delgado, Alfredo
Molina y Ramón Rodríguez, y el agente Ramón Fabián Carballo. El
comisario Fernández, en conferencia de prensa, recalcó que en esta ocasión
"la fuerza actuó rápidamente para depurar sus filas y esclarecer
totalmente lo acontecido" con el joven Sánchez. Las órdenes de
arresto fueron dictadas por el juez Mario Payes.
Los sucesos comenzaron
el 8 de enero, cuando se produjeron incidentes durante una multitudinaria
manifestación frente al santuario del Gauchito Gil, venerado en
Corrientes por supuestos milagros que se le atribuyen. Ese día se produjo
una "pelea entre patotas", que motivó la intervención
policial. Ante la aparición de un grupo de agentes de la Comisaría 12ª
y de la ex Brigada de Investigaciones, los dos grupos en pugna se unieron
inmediatamente para enfrentar a la policía.
En el enfrentamiento
resultaron heridos varios policías, uno de ellos de bala. El 10 de enero,
a las 14, Juan Carlos Sánchez fue detenido cuando se dirigía en moto,
acompañado por unos amigos, hacia la zona del balneario. Uno de los
responsables del procedimiento fue el agente Carballo, que trasladó al
detenido a la División Delitos y Leyes Especiales, donde fue acusado de
haber atacado a los policías durante los incidentes del día 8.
El comisario Fernández
confirmó ayer que en el libro de guardia de la División están asentadas
"la entrada y la salida de Sánchez, pero no podemos decir más sobre
el tema porque son datos 'clave' para la investigación y para determinar
quiénes estuvieron involucrados" en el caso. Se presume que la
salida fue adulterada. Varios testigos, entre ellos una mujer policía,
certificarían que Sánchez no salió de allí con vida.
"Chicharra"
Sánchez --así lo llamaban sus amigos-- vive con su familia en el barrio
Juan de Vera, un complejo de monoblocks construido por el Fonavi que poco
a poco fue convirtiéndose en una villa miseria. En una casa viven los
padres del joven y en otra vivienda cercana Juan Carlos
Sánchez, su hijo de un año y medio, y la abuela del joven
desaparecido.
Eulogio Sánchez,
padre de Juan Carlos, dijo a los periodistas que demoró en presentar la
denuncia por la desaparición porque deambuló por varias dependencias
policiales donde le dijeron que estaba alojado su hijo. El ministro Rippa
explicó a Página/12 que "el problema se debió a que Sánchez
padre, que es empleado de la Dirección de Vialidad de la provincia, pidió
ayuda a un abogado (de apellido Azar) que le dio información errónea".
Ayer se aguardaba la identificación de un cadáver encontrado en la
localidad de San Luis del Palmar, y se presumía que se trataba de Sánchez,
cuya familia cree que "no salió con vida" de la División
Delitos Especiales, ya que cuando era la Brigada de Investigaciones fue
denunciada por varios casos de violencia policial.
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